Amor y civilización (XI)

Dios es amor

No se contenta el alma con menos que Dios (Santa Teresa de Jesus)

Terminé mi anterior post con un argumento extraído de la enciclopedia de Gustavo Bueno donde el autor explica ese concepto tan interesante que tituló «Inversión teológica», que utilicé para señalar la idea de que la secularización habría logrado sustituir la idea de Dios por la del mundo, lo que es lo mismo que decir que la secularización tuvo una secuela muy importante: la naturalización de Dios. Y lo que es lo mismo logró insertar en la mente humana, la idea naturalística de que cada humano es su propio Dios. Lo que es lo mismo que decir que coexisten rastros de divinidad y algo demoníaco en nuestro deseo cuando lo trascendente se transforma en inmanente.

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Mitos, leyendas y fractales

Hace algún tiempo (2019) publiqué un libro que titulé «Del mito a la clinica». En él describí mi peripecia profesional en el mundo de los trastornos alimentarios y mis reflexiones en torno a estas enfermedades que aquejan sobre todo a niñas pre y adolescentes y que desafían las clasificaciones clásicas de la psiquiatría, a la vez que son -en nuestro entorno- muy frecuentes en sus diversas formas (anorexia mental y bulimia nerviosa) y otras nuevas que han emergido después de ellas, me refiero a la disforia de género y las autolesiones que sin ser trastornos alimentarios suelen ser comórbidas con las anteriores.

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Los instintivos: el E8 (XXIII)

infinitivo: Dominar

Herida emocional: Injusticia, humillación

Emoción principal: Lujuria

Rasgo de carácter: Justiciero

Arcano: La Justicia, la Estrella

Sombra.- Venganza

Talento.- Protección, mentoría.

Destino: La tierra del nunca jamás. Infantilización, ingenuidad

Mito: Hades- Persefone. El guerrero.

E8 es un justiciero, no puede tolerar las injusticias y toma parte activa en su resolución, algo que abarca desde posturas fanáticas hasta una leve atmósfera de intolerancia a la injusticia propia o ajena. Los niños desde muy temprana edad son capaces de detectar los repartos injustos de bienes por parte de los adultos o de otros niños, así los psicólogos evolucionistas han llegado a la conclusión de que el sentimiento de injusticia es algo primario, ya presente en los simios, pero lo cierto es que detectamos las injusticias cuando nos perjudican y no tanto cuando nos favorecen tal y como comenté en este articulo.

Pero esto no significa que vengamos programados con un sentido de justicia innato sino que venimos cableados para sentir que hemos sido tratados injustamente (siempre en comparación con otro u otros). Es la capacidad para sentir el sentimiento de injusticia lo que es innato y no tanto la equidad o la justicia.

Descripción fenomenológica.-

Cuando tienes a un eneatipo 8 delante se nota. Poseen presencia. En seguida captas su energía de fortaleza y dominio hasta el punto a veces de la intimidación.

En su mejor versión el E8 es un gran líder con altas capacidades físicas y mentales para dirigir a los demás. Poseen mucha energía, vitalidad, aguante y perseverancia. Suelen tomar la iniciativa y les gusta emprender proyectos que normalmente funcionan bien gracias a su inventiva y su poder de convicción. Una manera de marcar su territorio es dejar su sello personal allí donde pisan. No hace falta recurrir a los versos de Rilke “Haz que algo nos ocurra./ Mira como hacia la vida temblamos “ porque con un 8 cerca siempre suceden cosas. Es un eneatipo de acción y de presente.

La persona E8 necesita sentir que domina, que ejerce el control sobre las situaciones y a menudo sobre las personas. Por ese motivo su actitud es frecuentemente desafiante. Disfruta retando, provocando y midiéndose a sí mismo y a los demás. Cuando se pasa de la raya surgen conflictos y las relaciones interpersonales se tornan difíciles. Es como si no supiera calibrar los límites y empleara más fuerza de la necesaria en la interacción. Su comunicación es directa, no es en absoluto diplomático y a menudo intimida con tanta inmediatez y franqueza . Sin embargo ,cuando quienes tienen alrededor les demuestran lealtad y autenticidad y se atreven a bajar la guardia, se convierten en grandes protectores y defensores de los suyos. Para ellos es importante el honor y la confianza. Crean alianzas y círculos sociales donde se sienten aceptados y respetados. No soportan la traición y apartaran a esa persona para siempre ya que tienen tendencia al rencor.

Algo que detesta el E8 en el  otro es la debilidad y el victimismo, por ello cortan la cabeza a quienes se hacen los mártires. Tienen un gran sentido de la ecuanimidad, defendiendo causas justas y adoptando muchas veces el rol de salvadores. Son tremendamente protectores y a pesar que de cara al exterior dan esa imagen de duros y chicos malos, en el ámbito privado y familiar pueden ser tiernos y afectuosos. Cuando no temen mostrar su vulnerabilidad, esa que tanto esconden, y  sacan al niño ingenuo que llevan dentro, es muy bonito de ver la ternura del 8. Lo que sucede es que se lo permiten a sí mismos pocas veces, y al estar a la defensiva de una posible ofensa, se defienden también de muchas emociones positivas. La intimidad les resulta complicada ya que por un lado desean acercarse y mostrarse y por otro temen relajarse y bajar la guardia. A menudo orientan esta necesidad de contacto y vínculo emocional hacia lo físico. La sexualidad ocupa un papel totalmente relevante en este sentido. El E8 está muy conectado a sus necesidades entre las que predominan las sexuales. Como el E7, es muy dado a los excesos y todo lo hace a lo grande. La lujuria se manifiesta en una búsqueda de sensaciones intensas que los lleven a sentirse vivos. Es también un territorio donde ejercer su poder y dominio.

Si E2 representa al matriarcado, E8 representa al patriarcado entendido como una distribución de poder que va desde el hombre hacia la mujer que queda así subordinada al hombre, del mismo modo que los hijos y sobre todo las hijas. Guardar la sexualidad de las niñas es esencial en el patriarcado por razones religiosas pero también antropológicas. La función del padre es negociar con otros hombres el matrimonio de sus hijas a cambio de obtener esposas para sus hijos en otro lugar tal y como nos contó Levy Strauss, pero con una condición: la virginidad de la muchacha, pues la reproducción está en manos de las mujeres y su control es esencial para las sociedades primitivas. La sexualidad de la mujer es la columna vertebral de una sociedad, aun lo es en gran parte del mundo. La ley hebraica castiga con la muerte la fornicación y el adulterio pero no el incesto. Raptar o yacer con una mujer que pertenece a otro hombre tiene un castigo distinto a si la mujer es una doncella y aun no está prometida en matrimonio. Esta ultima conducta se castiga con el matrimonio forzado: raptar a una doncella es aun una costumbre que permanece en nuestra España profunda a fin de forzar el matrimonio cuando el novio no obtiene el beneplácito de los padres.

En realidad y los E8 son guerreros que se han quedado sin función social pues ya no hay patrias ni banderas que defender e incluso la protección a los hijos y a las mujeres de la familia, escopeta en mano ha quedado trasnochada con la emancipación de la mujer,. Es por eso que un guerrero sin función termina por aparecer como un vago, pendenciero o borracho, interesado en peleas de taberna más que en otra cosa. Cuando no hay una patria, un país, un poblado por el que luchar, el ocio puede tornar al guerrero en un marrullero de tabernas y en un rufián con las mujeres. Cuando se diluyen los ideales que transcienden lo personal, -y recordemos que al hombre le gusta diluirse en el conjunto-, el ocio y la paz le sientan mal y le da por hacerse bandolero o mercenario y se echa a monte, y le da por asaltar carruajes, dándose a la rapiña y el saqueo, atendiendo sólo entonces a la pulsión de su ombligo, que ya sabemos es un enorme agujero de insatisfacción. El guerrero necesita un guía, un “director espiritual”, alguien a quien admirar y “que canalice” y dirija su espíritu hacia el bien común, ya que la gasolina que portan en su depósito, la rabia y la furia, son sus armas de combate, pues rabiosos y furibundos llevan curiosamente impreso en su ADN una especial sensibilidad hacia la injusticia y los atropellos, y si no tienen ese guía o maestro, acaban convirtiéndose precisamente en aquello que intentaron combatir. La venganza es su sombra, una sombra que puede ser muy alargada.

Es por eso que en el mito de Hades y Perséfone ambos personajes están entrelazados. Hay un Dios olímpico -Hades- que rapta a la doncella y se la lleva a sus dominios del mundo inferior pero Perséfone -a su vez- quiere pertenecer a un hombre y es por eso que se adaptó perfectamente a su nuevo reino que le permite emanciparse de su madre. El sufrimiento se lo llevó completo su madre Demeter que pidió justicia a Zeus para que le devolviera a su hija, quién no estaba por la labor al parecer. Este mito griego en realidad señala en la dirección de una mezcla con el mito y la ley hebraica, pues nuestra cultura es una simbiosis entre ambas con la corrección que el cristianismo impuso a ese origen.

Y es por eso que la Estrella es el segundo arquetipo de E8, la ingenuidad de Perséfone es destino final de E8.La Estrella representa la suerte, la purificación, la apertura de caminos y las criaturas mágicas del bosque. También se refiere a las niñas o al nacimiento de niñas.

Aunque E8 está muy representado en los hombres y está relacionado con el machismo: es decir con la convicción de que las mujeres son propiedad de los hombres, en realidad es un eneatipo que también está representado entre las mujeres, aquellas que han optado por el poder, que es un dominio donde solo se acepta la obediencia del subordinado, si bien hoy el patriarcado está prácticamente agotado como medio de organizar la reproducción y el sexo de hombres y mujeres -y hemos vuelto a una situación de orgía permanente donde se insertan otros males que parecían ya extintos,-lo cierto es que hay cierto tipo de mujeres disociadas entre lo que les viene de serie en su psíquismo ancestral y lo que se les inculca socialmente en este mundo donde el principio de autoridad parece ser un rastro de nuestro pasado. Hoy el poder está en manos de las mujeres, es por eso que cada vez existen más mujeres E8 mientras que los hombres E8 han pasado a formar parte del omegarcado, es decir de aquellos que no tienen ningún poder. El poder sin embargo tiene un enorme horror al vacío y es por eso que existen hoy nuevas formas de dominio moralista por parte de amplios grupos sociales que persisten en transferir el modelo patriarcal. a otro modelo por inventar que emerge con grandes contradicciones conceptuales.

Las mujeres E8 , son dominantes que no encuentran ningún hombre que las ame o bien son doncellas a la espera de un rescate de por vida, la «puella eterna», fuente de grandes contradicciones afectivas.

En realidad el dominio de E8 es sexual, de ahí que sea la lujuria la principal emoción que caracteriza este eneatipo, y hablar de lujuria es hablar de lujuria masculina, la testosterona es cada vez más baja en los hombres y más alta en las mujeres, algo que tiene expresión tanto en los cuerpos -que tienden hacia la androginia como en los cerebros que tienden hacia lo dionisíaco en ambos sexos.

La venganza es algo a lo que los E8 se ven a menudo arrojados. Entonces no actúan de manera impulsiva.  En su lado más insano, copian actitudes del E5 y se retiran a sus mentes volviéndose silenciosos y cavilando mucho, tratando de ordenar sus ideas antes de pasar a la acción, algo que se conoce con el nombre de agresión pro-activa, planeada.

En cambio el E8 mejora cuando, como el E2, canaliza su energía y su fuerza hacia la entrega y la protección de los demás con generosidad y dadivosidad

Los mentales: el E7 (XXI)

infinitivo: Disfrutar

Herida emocional: Vacío

Emoción principal: Codicia

Rasgo de carácter: Impuslvidad, hedonismo

Arcano: El Carro, la Torre.

Sombra.- Sufrimiento, pena.

Talento.- Entusiasmo, liderazgo

Destino. La caída, la decepción, el aburrimiento. (spleen)

Mito: Faetón, Dioniso

En la mitología griegaFaetón o Faetonte (en griego antiguo, Φαέθων / Phaéthôn: «brillante», «radiante») era hijo de Helios y de Clímene.

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