Sísifo y el absurdismo

No es algo que nos suceda a todos, ni tampoco al mismo tiempo, tampoco es una inspiración momentánea sino una molesta evidencia que va colándose en nuestro entendimiento: la vida es absurda. Somos una minoría los que percibimos esta realidad y sentimos ese extrañamiento tan característico de nuestros años jóvenes, lo sé porque —entre mis conocidos— solo a mi me sucedía tal cosa a pesar de que confronté esta idea con aquellos que quisieron escucharla. Noté que mi idea les incomodaba, era una rareza, nadie hablaba de ello y por tanto era algo insólito, algo que procedía de una mente calenturienta como la mia.

Sigue leyendo

Alcestis

Este post contiene spoilers, es decir revela datos de la trama de la novela citada, el lector no deberá seguir adelante con la lectura del mismo si quiere leerla.

Alcestis es una tragedia griega cuyo autor Euripides, retrató en ella un dilema insólito. Su marido Admeto fue condenado a muerte y solo tiene una opción de salvar su vida: encontrar a alguien que tome su lugar en la sentencia. Lo pide a sus padres, amigos y no obtiene ningún candidato para suplantarle en la muerte. Al final es su esposa Alcestis la que se ofrece como víctima propiciatoria y muere en su lugar. Al llegar al Hades es rescatada y devuelta al mundo de los vivos, pero con una condición: no puede hablar con nadie.

Sigue leyendo

La serendipia de los libros

La primera persona que utilizó el término serendipia, entendida como la fusión de sabiduría y la oportunidad de encontrar algo valioso de forma accidental, fue el político, arquitecto y escritor británico Horace Walpole (1717-1797). Le inspiró la historia, o quizá leyenda, de los tres príncipes de un reino exótico ubicado en la actual Sri-Lanka llamado Serendip que, ayudados por su sagacidad, tenían el don del descubrimiento fortuito y la capacidad para solucionar dilemas.

Sigue leyendo

Estafadores emocionales

Suelen preguntarme con frecuencia en las redes si nuestro presidente del gobierno es un psicópata, algunos más finos acuden al concepto de narcisismo en sus preguntas, algo retóricas, pues los que preguntan ya han alcanzado una opinión respecto a lo que preguntan.Lo cierto es que a mi no me gustan nada estas definiciones clínicas que esconden en realidad un insulto, como si ser un psicópata o un narcisista fuera un equivalente de ser un malvado o un asesino en serie cuando la mayor parte de ellos son simplemente mentirosos o tramposos. Y en realidad ser un psicópata no es algo que se es o no se es, sino un continuo de rasgos que aparecen como dimensiones de la personalidad tal y como conté en este post. Los psicópatas literarios representan los extremos de esta disposición.

Sigue leyendo