El primer año de vida del niño: narcisismo primario

Del narcisismo primario vengo y al narcisismo primario voy (Francisco Pereña)

«Parto» viene del verbo partir y es una palabra que tiene dos acepciones, la primera es la división, es decir la división en partes de algo que anteriormente anduvo unido, la segunda es el inicio de un itinerario, un camino.

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El narcisismo primario

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La palabra «narcisismo» ha pasado a formar parte de la psicología popular de un modo similar a como se suelen utilizar las etiquetas psiquiátricas: para estigmatizar. Una especie de insulto que congrega muchas suposiciones y sobreentendidos sobre lo que tal palabra significa. De manera que he decidido escribir este post precisamente para aclarar que es lo que significa este concepto más allá de ciertas características de una personalidad concreta: la personalidad narcicista que está descrita en los manuales  operativos en el cluster B, junto a la personalidad limite y la histriónica.

Mucha gente creerá que «narcisismo» es un préstamo que Freud pidiera al mito de Narciso para sus especulaciones ontogenéticas pero se equivocan en realidad el término se le ocurrió a Alfred Binet, que lo usó efectivamente para describir a esas personas que creen ser más importantes de lo que son, vanidosas y egocéntricas y que es la definición que la mayor parte de la gente se ha apropiado.

Pero Freud en su ensayo: «Tres ensayos y una teoria sexual» de 1905 inauguró una nueva forma de definir este concepto y es al que me voy a referir en este momento: una fase del neurodesarrollo del bebé. Es decir el narcicismo primario (pues el narcisismo se despliega en dos tiempos) es lo que le sucede al bebé tanto en su vida intrauterina como durante el primer año de vida. La serie de eventos por los que atraviesa el bebé y donde cada hito impulsa hacia otro que se visibiliza y objetiviza en una maduración del SNC.

El narcisismo además de esto no solo es una etapa del desarrollo o un rasgo o conjunto de rasgos de personalidad sino también una metacategoría, similar a esa otra metacategoría de la que he hablado mucho en este blog: la histeria. Así podemos hablar de neurosis narcisistas, Para Freud las neurosis narcisistas eran aquellas que no podían efectuar transferencia, un termino parecido a lo que hoy entendemos como «psicosis». Sin embargo los desarrollos posteriores a los que llegó el psicoanálisis sobre todo con los psicoanalistas de tercera generación como Otto Kernberg llegaron a una clasificación mucho más sutil de estos trastornos acabalgados entre las neurosis y las psicosis. De estos trastornos merece la pena señalar al TLP (trastorno limite de la personalidad) como paradigma de una patología narcisista. Vale la pena que el lector lea este post donde precisamente hablé del narcisismo normal, del patológico y del maligno.

De manera que existen tres acepciones de la palabra «narcisismo». 1) El rasgo o rasgos de carácter, 2) la matriz o metacategoría que engloba distintas patologías y 3) La etapa evolutiva que atraviesa el bebé durante su primer año de vida. Hoy en día ciertos autores tienden a extender este concepto a la vida intrauterina, al menos a la ultima parte de la misma ante la evidencia de que determinadas circunstancias de estrés de la madre perjudican al bebé de una manera impredecible como todo lo que sucede en un cerebro en formación donde el estrés y los mecanismo de resiliencia juegan su partida en sentidos opuestos. En cualquier caso el termino «narcisismo» en este sentido ontogenético no es en ningún caso una patología sino una etapa más del neurodesarrollo. Una etapa donde lo que predomina son los mecanismos de autopreservación.

Regulación emocional y sincronización con la madre.-

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Los primero meses de vida extrauterina son claves en el desarrollo cerebral y mental del niño (en realidad todo el primer año es vital). Y lo son porque las neuronas del tallo cerebral emprenden un viaje hacia el sistema límbico y la corteza cerebral más tarde, mediante esas guías que llamamos la glía y que van conectando distintas áreas cerebrales y a la larga distintas funciones, primero emocionales y más tarde cognitivas, siempre de atrás adelante y de abajo arriba: del cerebro profundo al cerebro más moderno. Este trabajo de conexión se lleva a cabo mediante la estimulación de los canales perceptivos (la vista, el oido, el tacto y el olfato) sobre todo, es por eso que a los niños hay que hablarles, cantarles, tocarles y mecerles pues el movimiento sincrónico es necesario para calmarles como saben instintivamente todas las madres.

Pues la madre está sincronizada con su bebé y es ella la que a través de su juego interpersonal ha de llevar a cabo esa tarea de regulación emocional en la que interviene también el nervio vago y no solo los ojos, los oídos o la nariz. la regulación autonómica de un bebé se lleva a cabo mediante la sincronización con su madre, algo parecido sucede con el sueño, puesto que el niño no dispone aun de una reloj biológico maduro para dormir de noche y estar despierto durante el día, aun así el niño precisa muchas horas de sueño si lo comparamos con un adulto. De modo que existe también un trabajo por parte de la madre para adaptarse a estas carencias de su bebé, la falta de sueño es probablemente la más conocida de entre ellas.

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Dicho de otra forma: la dependencia de un niño con respecto a su madre es total y no se refiere tan solo a la alimentación o a los cuidados higiénicos sino que -más allá de eso- es necesaria para regularse autonómicamente, y sobre todo emocionalmente, el contacto emocional es mucho más importante para la maduración del niño que cualquier otra consideración. Madre e hijo son un circulo cerrado que se agrietó en el momento del parto pero que permanecerá cerrado hasta bien entrado el segundo año. Y es por eso que a esta fase antes de Freud se le llamó periodo urobórico, esa serpiente que se come la cola y que cierra el circulo.

En otro orden de cosas, el narcisismo primario es una especie de Edén particular para el niño, de modo que podemos considerarlo como un punto de fijación. Es ahí donde volvemos cuando las cosas se ponen feas en nuestra vida a través de la regresión. tanto las personas que tuvieron averías en esa fase de su vida como las que tienen dificultades mas tarde «regresan» a ese estadio de felicidad «estúpida». Es por eso que Freud llamó a las psicosis, neurosis narcisistas, pues siempre encontró una regresión a esa fase (que el llamó oral) y que se caracterizaba por un bienestar del que nuestra memoria guarda algún recuerdo en forma de confianza -llamada básica- u optimismo vital.

Se llama narcisismo primario a la siguiente constelación:

  • El niño no tiene Yo, solo tiene sensaciones corporales.
  • El tiempo no existe, ni tampoco el espacio.
  • El niño flota en el mundo y el mundo es su madre.
  • Aparición de la sonrisa social a partir de los tres meses, antes solo es una mueca arcaica.
  • La vocalizaciones proceden de la imitación y de la euforia del narcisismo primario. El niño disfruta oyendo sus propias vocalizaciones.
  • El niño experimenta una unidad fusional con la madre y no se sabe separado de ella. Esta es una experiencia no dual que es clave para entender el narcisismo. Y es clave también para entender porque volvemos a ella.
  • El niño responde con sonrisas a las gestalts (caras) que se le presentan hasta que aparece más tarde la ansiedad ante el extraño. Y con ella la ansiedad de separación. Todo ello acaecerá a partir de los 8 meses aproximadamente y supone un hito evolutivo pues indica que el niño ya sabe a partir de ese momento que se encuentra separado de la madre.
  • La boca es el centro de todo conocimiento.

Y las neuronas siguen migrando hacia adelante atravesando estructuras mesencefálicas y límbicas y aparecen nuevas emociones. La más antigua de todas, el miedo, que vendrá a sustituir a las inervaciones arcaicas como el sobresalto y esas sacudidas que poco a poco van menguando en su frecuencia y que señalan en la dirección de que las estructuras arcaicas (del tallo cerebral) van siendo subsumidas por otras de rango superior. Y el miedo es siempre miedo a lo otro, es por eso que el miedo tarda más en aparecer. No lo hace hasta que hay un otro.

Y esto es el narcisismo primario pero nos quedará hablar en otra ocasión del narcisismo secundario.