Hacia una taxonomía de las emociones (VI)


Dado que el amor es una emoción culturaldependiente y que en gran parte es modelada por el entorno en que se vive, especificaré que estoy hablando de lo que entendemos hoy como amor romántico, una utopía emocional que se nutre de deseos, expectativas y constructos individuales compensatorios que en gran parte chocan continuamente con la realidad desolada en que vivimos. El amor se convierte asi en un colchón de seguridad, en un salvoconducto para la felicidad en muchas personas, en una isla de perfección que suponemos hemos de descubrir por nosotros mismos guiados por un extraño drang, un impetu fascinante. (Aqui hay un buen articulo sobre el amor en tiempos de la postmodernidad).

La frustración en el amor es pues la consecuencia más notable que cabe esperar de este estado de idealización. El rencor, la rabia, la indignación, la decepción o la pena son las consecuencias emocionales más importantes que se desprenden de aquella confrontación entre realidad e idealización.

No es de extrañar que el amor -como principal promotor de arousal en nuestra especie- de lugar a múltiples patologias y conductas inexplicables, algunas resultado de su decepción pero otras vinculadas directamente con el sentido que el amor tenga en cada mente individual.

No cabe ninguna duda de que es precisamente esta idealización la que nos hace tan vulnerables, tal y como supuso Freud cuando advirtió que: «jamas nos hallamos tan a merced del sufrimiento sino cuando amamos».

Locuras de amor.-

Los que hayan leido esta noticia, habrán sufrido un posible dejà vu, son tan frecuentes este tipo de sucesos que hasta literariamente estamos condenados a entenderlos como perturbaciones mentales que el amor causa en algunas personas. Sin embargo es bueno describir dos tipos posibles de sucesos: los que llevan al enamorado al homicidio y los que le llevan a la locura propiamente dicha, es decir al delirio.

El caso del que habla la noticia es paradigmático: un muchacho enamorado de una muchacha sufre de muchas preocupaciones, ansiedad continuada desde que los progenitores de aquella cuestionan su relación. Un muchacho normal y sin antecedentes psiquiátricos de interés de repente se transforma en un feroz asesino y dispara su arma contra la muchacha. ¿Qué es lo que puede transformar a una persona corriente en un asesino?

Hay algo paradójico en esta conducta de asesinar a la amada, pues al fin y al cabo el amor es considerado como algo totalmente opuesto al odio. Por otra parte también estamos convencidos de que el odio no puede darse sin amor. En realidad lo opuesto al amor es la indiferencia, el odio por su parte es en gran parte una estrategia de supervivencia con efectos paradójicos como veremos a continuación.

Para entender mejor este tema del «punto de no retorno» en la desesperación es necesario hablar sobre la teoria de las catástrofes. Se trata de una teoria matemática dificil de comprender para nosotros y aun más difícil de explicar. Pero puede entenderse como una parte de la teoria de las bifurcaciones a las que tienden todos los sistemas cuando son llevado a un punto lejano de su equilibrio. Dicho de otra manera: la teoria de las catástrofes trata de epxlicar los fenómenos discontinuos, donde pequeñas perturbaciones dan lugar a cambios cualitativos, como por ejemplo el caso que nos ocupa. ¿Cómo es posible que una persona normal se convierta en un asesino por una decepción amorosa?

La mayor parte de la gente tienen una teoria «intuitiva» sobre ello, basta leer los comentarios que dejan en la prensa digital los ciudadanos o las opiniones de mis colegas que explican este tipo de cuestiones «apres coup» como un trastorno de personalidad, rasgos psicopáticos, la emergencia de una psicosis, un arrebato de impulsividad limite y conceptos descriptivos que no aportan nada a la cuestión. Si el asesino del Salobral tenía o no tenía determinados rasgo de personalidad no lo sabemos ni lo podemos saber ya (puesto que se suicidó antes de entregarse) pero en cualquier caso este conocimiento no aportaría nada a la cuestión que pretendemos explicar, pues no todos los portadores de este rasgo o diagnóstico se comportarán igual. El asesino del Salobral no asesinó a aquella muchcha por algo que tenía sino por algo que no tenía.

Le faltaba algo, un inhibidor que le permitiera tolerar la frustración, la ansiedad o la decepción por la perdida. Le faltó poderse deprimir.

La capacidad para deprimirse es un dispositivo de seguridad con el que la evolución nos dotó para desactivar la rabia (Price, 2008). (El lector puede tomarse un receso y leer este post sobre el caso de Job donde hablé precisamente de esta cuestión, asi como de los trabajos de Price y su teoria de la competencia social en la depresión.

La rabia individual es probablemente la emoción mas disfuncional y peligrosa para los grupos sociales pues lleva tras de si muerte, destrucción, venganzas y una escalada de odios intragrupales. Sí es verdad que ciertos tipos de adaptaciones se produjeron para salvaguardar a los grupos por encima de los individuos es aceptable suponer que la evolución se haya encargado de disponer de ciertos relés para desactivar este tipo de conductas disruptivas. Emociones que aparecen inevitablemente entre los perdedores de una confrontación agonística, «ella quiso dejarlo y él quería continuar». Se trata de un claro conflicto agonístico donde, lo que uno gana el otro lo pierde, hay pues ganadores y perdedores. El asesino del Salobral fue el perdedor de este conflicto.

¿Qué es lo que sucede cuando un perdedor no puede deprimirse?

Lo que sucede es que toma el mando de nuestra conducta nuestro cerebro más primitivo, el reptiliano. Nuestro paleocortex funciona a «todo y nada», no conoce matices y vuelca su información de abajo-arriba buscando los metadatos que se adhieren en el sistema límbico con unas etiquetas que llamamos emociones que son los marcadores mentales que señalizan nuestra intencionalidad y guian nuestra conducta. Nuestro cerebro reptiliano tiene dos funciones principales: la autopreservación (lucha-huida) y el apareamiento (cortejo y cópula), pero lo principal de su actividad es sin duda su «ausencia de contradicción» en persecución del principio del placer (o de la descarga de la tensión), en este sentido nuestro cerebro reptiliano es equivalente al inconsciente freudiano.

Nuestro cerebro reptiliano no lee emociones, ni ideas, sino patrones. Encuentra un patrón y enciende sí o sí su piloto automático. Ve una mujer desnuda y dice «copula con ella», ve a un enemigo y dice «mátalo» o «escapa» con independencia de si el enemigo es la mujer desnuda u otra persona. De modo que el cerebro reptiliano del asesino del Salobral funcionaba perfectamente, fue diseñado para la función que desempeñó en los entornos ancestrales donde se forjó y punto final.

Lo que le faltaba a esta persona eran los «controladores» que se cargan simultáneamente con las emociones y con los patrones, es decir le faltó inhibir (como hacemos todos) su agresión. ¿Como se inhibe una agresión?. Citaré algunos de los «controladores» que sirven para inhibir la agresión en nuestra especie:

  • El miedo al castigo
  • El miedo a hacer o recibir daños
  • El miedo a romper la relación si se lleva la estrategia de presión más allá de un cierto límite.
  • El rechazo moral a la violencia
  • La compasión y la empatía.
  • La repugnancia por la violencia.
  • La sumisión ritual del adversario.

Se trata de algunos de los controladores de la agresión, en el caso que nos ocupa ninguno de ellos funcionó. ¿A qué se debe este déficit de controladores en el cerebro de este hombre? ¿Es que carecia de compasión, miedo al castigo, compasión, empatía, etc?

No podemos responder a esta pregunta pero por sus antecedentes (leídos en la prensa) no es posible cerrar la cuestión diciendo que era un psicópata, es decir un ser falto de moral, empatía o compasión. Todo parece indiciar que hay una ruptura, una discontinuidad de esas de las que se ocupa la teoría de las catástrofes, un cisne negro, un evento no predecible.

Un salto en el vacío que se produce precisamente por el fallo de uno de los controladores más potentes que existen para desactivar la rabia: la depresión.

Pero no todo el mundo puede deprimirse. Y los hombres menos que las mujeres.

La depresión es una forma ritualizada de muerte. El depresivo está como muerto y da señales a sus adversarios de que no peleará ni se vengará, lo que desactiva las sospechas de los otros. De este tema ya he hablado lo suficiente en post anteriores de modo que solo me resta puntualizar una cuestión: si falla este sistema de seguridad al que llamamos depresión (que supone una desescalada en las estrategias de ataque), quedamos a merced de las escaladas que nuestro cerebro reptiliano pretenda llevar a cabo. Y no cabe duda de que el cerebro reptiliano de este hombre andaba en plena escalada.

Y lo que sucedió en este caso es que una decepción amorosa llevó al sujeto a una especie de locura homicida (conocida en otros entornos culturales como Amok), y si digo locura ( en realidad no es una psicosis) es por no usar la palabra «muerte» que me parece más adecuada para este caso. Al fin y al cabo la depresión carece de arquetipo mientras que la muerte y la locura si los poseen, lo que es lo mismo que decir que matar y volverse loco, son posibilidades al alcance de cualquiera cuando fallan todos los mecanismos de control de la rabia.

Una rabia que no cedió con el crimen de la muchacha sino que se llevó por delante a dos ciudadanos más que por casualidad se le pusieron a tiro. Despues el homicida se refugió en un cortijo, donde la Guardia civil le sitió. Después de varias horas de negociación accedió a entregarse pero sólo fue una estratagema para descerrejarse un tiro en la cabeza. El asesino de Salobral no dio su brazo a torcer, todo menos entregarse.

Merece la pena reflexionar sobre este verbo porque en él existe otra clave del caso y de la depresión en general: el paso de una estrategia o escalada agonística puede desactivarse a través de una escalada hedonística (negociación). Para Price la «sumisión voluntaria consciente» es la estrategia adecuada para resolver una depresión que es vista por él como una «sumisión involuntaria inducida». No hubo ni una ni la otra.

Sólo quedó pues la muerte, el suicidio, el supremo escape.

Por amor.

Bibliografía.-

MacLean, PD (1985) Evolutionary psychiatry and the triune brain. Psychological Medicine , 15, 219-221.

MacLean, PD (1990) The Triune Brain in Evolution . Nueva York: Plenum Press.

Price, J.S. (2008) Severe depression can be conceptualised as ritualized death or physical incapacity.  Philosophy, Ethics, and Humanities in Medicine 2008, 3:8  (Comment on “Depression in an evolutionary context” by Lewis Wolpert).

23 comentarios en “Hacia una taxonomía de las emociones (VI)

  1. Amor, víctima tuya, te conjuro/… Sólo es verdad tu sexo,/ sólo existe tu risa por las tardes,/ tus pisadas sin miedo me definen el mundo/ y lo colman de planetas veraces. (Ernesto de la peña) Y,disculpe mi atrevimiento de recomendarle leer un libro de ensayos (el centro sin orilla) o, un libro de cuentos (estratagemas de dios). Estoy completamente seguro que no lo va decepcionar el erudito Ernesto de la Peña,

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  2. Impresionante la siguiente teoría:Le faltaba algo, un inhibidor que le permitiera tolerar la frustración, la ansiedad o la decepción por la perdida. Le faltó poderse deprimir. No me cabe duda que en la psiquiatría y muchas otras cosas usted tiene el colmillo muy largo y retorcido. Los controladores de la rabia de los cuales puso varios ejemplos. la verdad yo los considero una ley. Lo del cerebro reptiliano y al final haciendo la analogía con el inconsciente freudiano es fenomenal. ¡El cerebro reptiliano casi siempre gana! Me hizo recordar los arquetipos jungianos y los memes de Dawkins: en realidad no les veo la diferencia,. Y sí,yo he perdido 2 grandes amores y me he refugiado en la depresión y eso ha evitado peores estrategias. Por lo menos sí uno vence la depresión y sus consecuencias uno crece/fortalece espiritual y conductualmente. Y bueno, la adicción a leer sus blogs no quiero quitármela nunca…Leo-releo el pensamiento Traveriano hasta el paroxismo.

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  3. y se me ocurre…el descontrol de la rabia en el TLP…podría solucionarse con depresivos? puede parecer una chorrada, pero es tristemente cierto que un TLP se tomaria un depresivo con tal de controlar su rabia y tantas otras cosas.Si al final la ecalada de la violencia en la sociedad podria solucionarse en parte dejando de repartir antidepresivos a diestro y siniestro! Como siempre…un lujo leer este blog;me hace pensar.

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      • Sí, sí, me refiero a un farmaco que deprima, que permita hincharse a llorar cuando uno lo que quiere es matar. Sería más fácil, no? en cambio….se recetan antidepresivos para casi todo,y entonces como los problemas no desaparecen…..pues supongo que aumenta la ira, la tension arterial, los infartos….con lo facil que sería ( ya puestos a empastillarnos..) tomar uno que nos haga llorar y aceptar con dolor la frustracion , no? No sé, reflexiones absurdas supongo .

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      • Sí, eso ya sería fantástico, justo lo que faltaba. Ahora se podrían sacar depresivos así todo tipo de ira ante la frustración que es lo que hace que la persona afronte los problemas e intente buscarles una solución sin acabar siendo un zombie desaparecen convirtiéndolo de golpe en un superzombie. No sé si a los TLP les vendría bien, pero esa etiqueta ni está clara ni es determinante como toda etiqueta y por el contrario sería muy cómodo para el establishment generalizarlo. Sobre todo ahora que hay 5.700.00 parados y la cifra aumenta, todos con la pastillita y a desaparecer del mapa llorando, en hibernación, genial. Lágrimas en los ojos tendrían de alegría…

        La explicación sobre el homicida del Salobral como dice Traver sólo pueden ser suposiciones porque ante la desesperación acabó suicidándose. De la desesperación absoluta a la ira descontrolada, me parece, pude haber un paso como de la desesperación a la depresión y en ambos casos me parece que proviene de lo más arcaico de nuestro cerebro por eso la explicación que aparece en el post no me parece muy convincente, pero esto es solo una opinión.

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      • Creo haber dejado claro que son reflexiones que rozan lo absurdo…aunnnnque la realidad no dista mucho de esto.Y si no que me digan porque tenemos tan elevadísimo consumo de ansiolíticos y antidepresivos. Ahora no se recetan pastillas para llorar sino para dormir,y eso no nos tiene mas contentos ni desahogados.Es cuestionable lo de que la Ira permite buscar soluciones; la ira en mi experiencia solo permite culpar( al otro por lo general) , y desesperarse, y convertirlo todo en blanco y negro e ignorar los grises; perder la perspectiva por completo….y eso no suele llevar a pedir ayuda; En cambio, después de deprimirse, cuando uno se siente abajo tiene dos opciones, quedarse o buscar salida.
        Puede que la Ira lleve a Matar y la Tristeza a matarSE.Quizá ese fue el circuito de esta terrible historia y tantas otras.Puede que el circuito a la inversa condujera a menos homicidios y más suicidios. Puede…puede….

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      • En mi comentario me referí a » todo tipo de ira» precisamente para hacer hincapié en los distintos grados en los que se puede manifestar un enfado. Es evidente que lo que se debe de entender( posibilidad- supongo) por ira desde la patología se caracteriza por una cegazón de la razón. Pero fuera de la terminología clínica el término tiene distintas acepciones como muy bien se recoge en su definición:

        http://lema.rae.es/drae/?val=Ira

        Y que la definición recoja las diferentes acepciones indica que más allá de la clínica existe el lenguaje dentro de la vida corriente, donde los mismos procesos pueden presentarse sin que precisen de ser considerados como una patología. Por eso me referí a la posibilidad de generalización por parte del stablishment a una cierta parte de la población que puede mostrar ira sin necesidad de que se necesite la utilización de depresivos para poder llorar, sino enfado para poder reaccionar ante las adversidades:
        Ser crítico sin necesidad de convertirse en borrego.

        Que ¿por qué hay tantos antidepresivos y ansiolíticos pululando por ahí? Pues eso habría que preguntárselo a otros, pero por lo que llevo visto (y no personalizo) si una persona tiene algún percance en su vida y necesita un periodo de recuperación que podrían ser varios meses con el antidepresivo puedes estar en forma a lo mejor en un mes, evidentemente creo que está claro a quién puede convenir que todo el mundo esté en solfa cuanto antes y produciendo ¿no? Y a quien podría beneficiar que todo el mundo esté llorando y no protestando. A esto me refería.

        Esto último que he dicho tiene su importancia porque he comprobado cómo dependiendo del objeto de trabajo que se tenga asi se produce una visión distinta de la realidad y medicalizar o tratar como enfermos a la mayoría de la población no deja de ser una visión distorsionada de la misma en pos de un prurito excesivo para conseguir no sé muy bien ¿ El mundo feliz?

        Esto es ser crítico (no confundas con culpabilizar) y no ver la vida en blanco y negro sino observando que la gradación es muy amplia.

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  4. Me resulta muy gratificante leer otro más de tus posts, siempre interesantes, y descubrir en él temas en los que me encuentro bastante inmerso últimamente. Concretamente estoy empezando a tantear las aplicaciones de las teorías de sistemas complejos en el campo de la psicopatología, más allá de las metáforas que a todos nos surgen (y que en cierto modo entrañan un grado de verdad). También me ha alegrado reconocer el término Cisne Negro, concepto de gran utilidad junto con otros propuestos por el autor. Aquí te enlazo algunas reseñas que pueden ser de tu interés. http://www.mardetinta.com/author/jcamilo/
    En cuanto al Amok, conocerás el relato de Stefan Zweig que popularizó el término en Occidente. Curiosamente se trataba también de una historia de amor, a su propia manera imposible. Hace unos años escribí este texto analizando la validez nosológica del término, haciendo mi propia interpretación acerca de lo qe verdaderamente representaba. Tu conceptualización del «perdedor» dentro de la comunidad animal no me puede parecer más acertada. He analizado también los sucesos de Denver y Utoya siguiendo esta línea, y creo que la perspectiva evolucionista puede aportar mucho a la comprensión de estos casos.
    Por lo demás delicitaciones por el blog. Desde que comencé la residencia de psiquiatría ha sido mi referencia informal de mayor peso. Siempre que puedo te recomiendo. ¡Un saludo!

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  5. Aja, interesante y «engrescador» (no se la palabra en español), en principio, y como siempre en acuerdo parcial y desacuerdo en cuanto a los principios.
    «Dado que el amor es una emoción culturaldependiente “, en absoluto, para mi es biológico (redes creadas) y cultural (memes transmitidos).
    Básicamente el tratamiento del amor romántico como trastorno de la personalidad obsesivo compulsivo con rituales, (tan de moda hoy en día) es una construcción abstracta que no comparto (la pareja existe independientemente a la cultura y forma de la misma). En realidad, y en mi experiencia (está claro que lo individualizo, dado que aun tengo un juicio pendiente por acosador) es un concepto de evolución desde la atracción sexual al amor romántico.
    Al contrario que acabar en el cerebro reptiliano como motor de las reacciones, también el reptiliano es el motor iniciador de una construcción tan elaborada como el amor. Este inicio, basado en disposiciones naturales (tanto de adquisición genética, como de satisfacción individual).
    En su consecución y repetición mediante sexo, conductas etc., se refuerzan las redes responsables de los sentimientos. Es lo que la mayoría conocemos como enamoramiento y en principio es positivo y no suele tener efectos tan graves como el del caso de referencia en caso de fin de relación.
    El problema, en mi experiencia, es cuando estos sentimientos evolucionan a lo que yo entiendo como amor romántico, y es la construcción de nuestro «yo» con las imágenes propias y las de la persona objeto de nuestra atención (el ideal romántico de fundir los dos egos en un superyó-pareja). Es lo que normalmente se señala como enamoramiento de una persona dependiente (piensas como si aun estuvieras unido a ella, repites comportamientos etc.) y el fin de la relación, conlleva una cuestión de supervivencia para nuestro yo, o en su caso una reestructuración profunda de ese yo. Es en mi opinión el papel que debe cumplir la depresión, una muerte de la personalidad y una reconstrucción sin la otra persona. Casi siempre se opta por la sustitución de las imágenes mentales de esa persona por la sustitución por otra imagen (o sea buscarse otra persona para mantener las redes creadas)
    Una de las cuestiones que nos plantea este caso es ¿Era esta niña la única persona de la que se había «enamorado» y por tanto la única que le había abandonado?
    En principio hemos de pensar que no, así pues, debe haber un factor que haga único el caso. ¿Podía sustituir su imagen por otra imagen dado lo extraordinario del caso?

    Y si, totalmente de acuerdo en que la depresión es un mecanismo de supervivencia heredado por los hijos de los supervivientes a estas crisis. Lo cual abriría otro debate sobre la interrupción de los mecanismos de supresión de estas conductas mediante la cultura (justicia) y si esto es evolución, decadencia o superación del orden biológico. En todo caso, cambio.

    Lo he leído con placer (crítico como siempre) y disculpa mi desorden en la exposición, pero es mi estado habitual (tendrías que ver como tengo la cocina jajajjajaa), así que gracias Paco.

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    • «Engrescador» puede traducirse como «provocador», aunque no está en mi intención ser provocador sino critico y abierto a pensar de otra manera sobre lo cotidiano. Dices que discrepas conmigo pero no veo en qué, puesto que:
      “Dado que el amor es una emoción culturaldependiente “, en absoluto, para mi es biológico (redes creadas) y cultural (memes transmitidos).
      Pues si es una emoción dependiente de la cultura y de lo biológico, estarás de acuerdo en que parte de la definición del amor nos viene dado por la cultura. Personalmente creo que solo el deseo sexual es biológico y que el amor es en gran parte una deseabilidad cultural. De hecho no podemos hablar solo de un tipo de amor, amamos a nuestros hijos, padres, hermanos o amigos con un amor diferente a como amamos sexualmente. Y al mismo tiempo cada época ha inventado un tipo de amor, cortés, barroco, romántico, clasico, etc. Los romanos por ejemplo tenian un tipo de amor distinto al nuestro postmoderno que lleva fecha de caducidad. Dicho de otra manera el amor sigue patrones culturales en cuanto a su expresión, expectativas, division del trabajo, organizacion de la pareja, etc.

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      • Engrescador, en el sentido de recoger impulsos y centrarlos en un objetivo, no tiene para mi la connotación negativa de la provocación.

        Bueno, mi redacción es absolutamente deficiente. Entrecomillado está tu frase en el post, amor como un producto cultural dependiente (la cual no comparto).
        Otra cuestión es como se «vea» desde fuera del individuo, esa visión externa que sí la entiendo como cultural y por tanto con consenso básico a determinadas cuestiones, en las que confundir el yo personal con el yo social en su publicidad o manifestación.Es para mi una cuestión individual que no social, como la espiritualidad o la libertad se manifiestan socialmente en una religión o un sistema político el amor romantico se manifiesta en virtud a lo admitido socialmente, pero insisto, solo en su manifestacion social.

        Comparto absolutamente tu conclusión que no tenia posibilidad de elección (como nadie, supongo).y que si bien el efecto en la mayoría de los individuos del efecto químico depresor de la reacción de determinados estados mentales ( depresión o promiscuidad por ejemplo ) en otros ejerce el efecto contrario y en lugar de desmontar esa nueva arquitectura, la potencia hasta obligarla a actuar..

        Así, difiero básicamente en cuestiones previas, el concepto de amor romántico como emoción y no como” mutación” del yo individual y por consiguiente, la reacción en función de valores sociales de adaptacion, dado que su nuevo superyó romántico le des socializa: es una tribu nueva en la que los únicos valores son los suyos propios y sobre los que tiene todo el poder, incluido el de la vida o muerte.

        Y por cierto, me gusta leerte, activas muchas neuronas ( no se si espejo o mediopensionistas ) gracias

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    • pues yo me voy a tomar vacación sobre yo mismo y de paso reconectar algunas neuronas que me piden explicación y en tanto no la consigan (verdadera o falsa) no me dejan en paz. Por ejemplo, como mecanismos inhibitorios aplicables a una construccion mental quedan superados cuando cambia esa configuracion general y por que la nueva configuracion no los hereda.¿Es porque hay nueva tolerancia al error o bien porque se crean nuevas zonas de disparo de la accion?jodida plasticidad que cuando pillas algo de repente ya ha cambiado. Espero no volver con stres postvacacional.

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