La metáfora paterna y el orden Olímpico


La patria es incierta

(Virgilio)

Estoy seguro de que todos y cada uno de nosotros sabe (o cree saber) que significan estas dos palabras «matriarcado» y «patriarcado». Sin embargo definir estos conceptos tan intuitivos es tan difícil como acotar sus efectos a largo plazo en la organización de lo humano y de su psiquismo.

A ello se han dedicado antropólogos, economistas, escritores, etnógrafos y psicoanalistas con vocación e intereses en averiguar las vicisitudes y la organización de la pareja humana, la sexualidad, el reparto de cargas, la familia y aun el Estado. Bachofen, Engels, Freud, Fromm, Bataille, Levi-Strauss o Joseph Campbell son nombres asociados a este tipo de «especulaciones» sobre el origen de lo humano desde una u otra perspectiva.

La dificultad que tiene explorar estos conceptos es que la matriarcalidad o patriarcalidad ancestral no dejan registros fósiles, de modo que si queremos saber como evolucionamos los sapiens desde la guarida primigenia no tenemos más remedio que recurrir al mito, a la psicologia evolutiva y a la psicologia y sociología comparadas asi como a la antropología.

Una sociedad es matriarcal cuando el eje sobre el que pivota el poder está en la mujer: los hijos, las herencias, el lugar donde se vive, y el estatus social se transmite de madres a hijos quedando el varón en un segundo plano. Son muchos los investigadores que creen que las primitivas sociedades nomádicas (cazadores-recolectores) eran matriarcales, muy probablemente relacionado con el hecho de que los varones desconocían su papel en la fecundación.

Estas comunidades primitivas estaban organizadas de forma promiscua (Bachofen, 1992) y no existían coerciones sobre la sexualidad. Este desorden sexual de «todos con todos» fue evolucionando de forma gradual hacia la monogamia que para algunos autores favorece a los varones y para otros favorece a las hembras de manera que es muy probable que favorezca a ambos. Lo cierto es que tanto la poligamia como la monogamia y la promiscuidad son estrategias reproductivas evolutivamente estables y persisten y conviven en nuestras sociedades avanzadas.

Pero es seguro que el conocimiento por parte de los varones de que tenian algo que ver en la fecundación modificó su poder en las relaciones y trazó grandes cambios en la organización de los grupos y en los cerebros individuales. Asi suponemos que la patriarcalidad es una evolución cultural procedente de la matriarcalidad, de repente el poder cambió de manos  y los hombres fueron los que transmitieron su linaje, su estatus y sus bienes a sus hijos quedando la mujer desplazada a un papel puramente subordinado.

El mito griego.-

Zeus ganó su guerra particular contra su padre Saturno (Cronos) al que castró con una hoz lunar con la inestimable ayuda de su madre Gea que se habia cansado ya de la estúpida maldad de su esposo que, celoso de sus hijos, no hacia sino deglutirles manteniendo el cosmos en un caos constante impidiendo a sus hijos tomaran parte en el gobierno del mundo. Hefesto, Hestia, Poseidón, Hera y Demeter eran hermanos de Zeus y todos habian sido devorados por Saturno (Cronos). Zeus segó los genitales de su padre del mismo modo que su padre habia hecho con su abuelo Urano cuya sangre cayó al mar dando lugar al nacimiento de Afrodita (Venus).

Es interesante señalar que lo humano se encuentra relacionado con crimenes edípicos de hijos que se rebelan contra la crueldad gratuita de padres que a su vez también habian intervenido contra sus propios padres. Me interesa señalar que el nacimiento de Afrodita procede de la sangre primigenia de Urano (abuelo de Zeus) y que fue «contemporánea» de Saturno (Cronos) sin verse afectada por su poder.

En realidad lo que caracteriza el orden preolímpico (el matriarcado) es la coexistencia de poderes primigenios telúricos con poderes arbitrarios e implacables como el de Saturno. Los dioses descritos en las teogonias son en realidad principios primordiales procedentes del orden natural: asi Afrodita es el placer desprovisto de las coerciones patriarcales, las Moiras representan el destino sin la razón, Eros el impulso sexual sin alma, Nix la noche y los ciclos de la luz, Ananké la necesidad, etc. Podemos decir que el Mundo antes de Zeus y el establecimiento del orden olímpico era como dice Hesíodo un caos presidido por un orden natural representado por la implacabilidad de los elementos.

Al ganar Zeus la guerra civil contra su padre inauguró un nuevo orden en el Cosmos, un orden podriamos decir democrático o parlamentario pues Zeus se rodeó inmediatamente de todos sus hermanos en un parlamento de Dioses cada uno de los cuales tenia su parcela de poder como los ministros actuales, asi Hefesto pasó a dominar el mundo de la tecnología y la artesania, Hestia el hogar, Demeter la maternidad (en realidad Demeter es una Afrodita evolucionada), Poseidón el dominio de los mares y Hera quedó como esposa atribulada y celosa de un Zeus mujeriego y constante merodeador. Con su madre llegó a un acuerdo entre caballeros: le permitió seguir controlando el destino de los hombres, algo de suma importancia para el argumentario de este post.

En realidad Zeus se dispuso a copular y tener hijos con todas las deidades femeninas anteriores a él de forma que integró a las divinidades primordiales en su orden patriarcal con la excepción de Afrodita, una deidad que escapó a la castración divina pero que fue neutralizada por Atenea, nacida de la cabeza del padre sin mediación femenina y que resultó una nueva versión de la Moiras tradicionales y terminó usurpando su poder sobre el destino. Atenea es la hilandera-jefa, es decir representa la capacidad de la mujer de tejer el destino de los hombres pero sometida a las leyes del padre.

Afrodita por su parte representa a cualquier rasgo que ha conseguido escapar  de la castración o lo que es lo mismo del dominio patriarcal. Afrodita es el repudio, la verleugnung freudiana y tiene su versión masculina en Dioniso, su contraprogramación patriarcal por asi decir.

El mundo ya no volveria a ser igual, la Razón (el Logos apolineo) integró al orden natural que presidió el cosmos matriarcal aunque ciertos rasgos lograron escapar de aquella batalla donde la cultura trató de imponerse a la naturaleza. Desde entonces autoridad, ley y poder fálico andan en constantes batallas contra lo femenino anclado en la naturaleza de los vínculos de la mujer y de entre lo cuales nombraré la maternidad como paradigma del poder femenino y sus secuelas. Algo natural que no tiene nada que ver con la cultura ni la razón sino con el nepotismo femenino.

El misterio femenino ha llegado intacto a nuestros dias y es por ello que la díada madre-hijo constituye un desafío directo al poder omnímodo del patriarcado que solo mediante la intimidación, los celos paranoicos o el constante escrutinio de la conducta de la mujer puede llegar a establecer lazos de filiación más o menos seguros entre padres e hijos.

Dicho de otra manera: aunque la mujer tiene la completa seguridad de que sus hijos son sus hijos, los hombres solo pueden tener una seguridad relativa con respecto a la filiación de su estirpe. Se trata del talón de Aquiles del patriarcado que sólo mediante el sometimiento y el dominio de lo femenino ha logrado establecer aquella relación.

Mientras que la maternidad es un vínculo natural que nos viene dado por la naturaleza en bruto, la paternidad es sólo una metáfora, una función F=d(x) donde cualquier valor de x sirve para que F adquiera un nuevo valor. En terminos mas psicológicos: padre es cualquier cosa que no sea hijo.

¿Qué queremos decir cuando decimos que la paternidad es una metáfora?

Significa que aunque los espermatozoides son necesarios (de momento) para la fecundación, el rol de fecundador es intercambiable y desde luego no genera en el hombre vínculos con su progenie del misma naturaleza que la maternidad. La función del padre es cultural mientras que la madre no es una función, la madre es la que es. El padre es necesario como progenitor pero la paternidad es un símbolo y no una cuestión de progenitura.

¿Cual es pues la función del padre?

La función paterna consiste en separar al hijo de la madre y lograr introducirle en el mundo de la cultura, es decir en el bando del patriarcado. Algo que se consigue sólo mediante la desalienación del vinculo entre madre e hijo, un lugar donde hay tanto goce adherido que solo a través de ese corte simbólico que representa el Otro (el Falo) puede ser interrumpido.

La metáfora paterna significa que el padre como símbolo (más allá de la paternidad somática) ha sido integrado en la mente del individuo, lo que es lo mismo que decir que se ha integrado el orden patriarcal, con sus prohibiciones, castigos, amenazas, coerciones, y límites. El poder fálico puede ser asumido o expulsado de la mente individual de los humanos a través del repudio: de ese no querer saber que caracteriza la verleugnung. Eso es lo que hacen algunas mujeres (y tambien hombres), aquell@s que han renegado del patriarcado o se hallan en lucha con él.

En realidad la historia del sapiens puede interpretarse como una constante guerra de Troya, no entre troyanos y griegos sino entre el matriarcado y el patriarcado. Entre la naturaleza y la cultura.

Entre Helena y Menelao.

¿Es posible un orden nuevo que pueda superar esta continua guerra de sexos, un modelo que vaya más allá de las secuelas del matriarcado y del patriarcado en el alma de los hombres?

A esta pregunta contestaré en el proximo post no sin antes revisar las consecuencias que los excesos de hostilidades entre ambos modelos han generado en el psíquismo humano.

Bibliografía.-

Bachofen, Johann Jakob (1992). El matriarcado: Una investigación sobre la ginecocracia en el mundo antiguo según su naturaleza religiosa y jurídica. Segunda edición. Madrid: Akal.

13 comentarios en “La metáfora paterna y el orden Olímpico

  1. Qué hermoso conglomerado de recuerdos, maestro Carmesí! Bataille… Campbell… Recuerdo cuando -cuandoentonces- me obcequé en hacer caber a todos los líos de Zeus (y sus consecuencias divinas y semidivinas) en una sola hoja y les tuve que meter a empujones, como el metro de Tokio… Recuerdo el viaje del héroe… Recuerdo yins y yangs y cosas sagradas (p.e. Eliade)… Magnífico cocktail, felicidades por partida doble 🙂

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  2. Paco, en otro post reciente (ver comentarios al post «El principio de no-contradicción), utilizas el termino «repudio» equivalente a «denegación» (en alemán, Verneinung).
    Ahora usas el mismo termino (repudio) como Verleugnung (cito: «…de ese no querer saber que caracteriza la verleugnung»).

    Creo que hay una diferencia de matiz entre ambas. ¿Puedes matizar esto, please?

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  3. Efectivamente Paco, existe cierta confusión sobre estos terminos: repudio, denegación. Tu que sabes alemán podrias explicarnos la procedencia de ellos siguiendo la tradición freudiana. En ingles «denial» se identifica con negación y la palabra «forclusion» aun añade más confusión. Por eso yo prefiero llamar repudio (verleugnung) al saber sin saber con independencia de su origen clasico (freudiano).

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  4. En el post se hace una referencia al origen del matriarcado y del patriarcado que creo fundamental para comprender el nuevo reajuste del sistema que según parece se está produciendo en la sociedad. Paco, dices : » La dificultad que tiene explorar estos conceptos es que la matriarcalidad o patriarcalidad ancestral no dejan registros fósiles » Así es, y no dejan huellas porque dentro de la evolución lo que ha dejado realmente huella es el origen de la civilización que se origina no con el patriarcado, término que hace referencia al padre por encima de la madre y por tanto remite a la lucha de poder entre hombres y mujeres, sino que la civilización se origina con la familia que es la que acoge a todos los individuos formantes dentro de un orden de relación jerárquico. Es la familia y no el patriarcado la primera institución o primer escalón de la civilización, la familia hace que los hombres se comprometan y este compromiso exige un entendimiento de lo que está en juego que es el bienestar y mayores posibilidades de supervivencia para los descendientes.

    Dentro de la estructura familiar hay dos elementos que rigen todas las tareas necesarias para la organización y planificación de un futuro, la madre y el padre se reparten las funciones según convengan de acuerdo con el entorno. Esta es la estructura dentro de la cual se producen los diferentes relaciones de los constituyentes. Durante milenios el reparto de las cargas y las funciones han permanecido invariables, el hombre salía del hogar en busca de lo necesario para la manutención y la mujer aunque participara en esa búsqueda de la manutención su función principal era la procreación, cuidado de los hijos y del hogar.

    Pero dentro de esta estructura las relaciones no son inamovibles sino que los individuos pueden variar en su relación de poder según las circunstancias lo exijan o no, pero siempre teniendo en cuenta que durante la crianza, cuando los hijos son pequeños debe haber alguien que se encargue de ellos, esto es evidente, y que la función simbólica tanto del padre como de la madre son imprescindibles y no sustituibles por ninguna institución ni por los ascendientes, abuelos, en su carga o responsabilidad.

    Lo que se dirime actualmente,creo, no es un patriarcado o un matriarcado sino si se pueden dar otras variantes de la familia original paralelamente sin que se produzcan alteraciones en la evolución de la humanidad, como pueden ser familias monoparentales o simplemente familias donde la ausencia de los dos progenitores es tan marcada que los hijos no poseen las funciones simbólicas bien acuñadas y no entienden las relaciones de poder. El padre no creo que sea cualquier cosa que no sea el hijo y la madre tampoco es algo tan natural sino que se convierten en símbolos de relaciones que deben ser mamadas desde la infancia.

    El poder fálico lo puede poseer dentro de una familia tanto el padre como la madre, los dos por igual o cediéndoselo según convenga. El problema no es el poder fálico, el problema es la disolución de la primera institución que acoge y consigue desarrollar al individuo protegiéndolo de los abusos y peligros del entorno. Que dos personas se divorcien sólo significará la disolución de la familia si se prescinde de uno de los progenitores por igual en la crianza y cuidado de los hijos y no me refiero sólo al cuidado o manutención económica.

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  5. Bueno esa es la hipotesis de Engels que yo no comparto porque los hallazgos de la psicologia evolutiva la desmienten. Los grupos sociales no son el soporte de las adaptaciones evolutivas sino los individuos concretos y aunque es verdad que en cada cerebro pueden coexistir pulsiones de ambos modelos (matriarcado y patriarcado) lo cierto es que el Falo (el pene) anida en uno de esos generos y lo que yo creo es que la anatomia es el destino (S. Freud)

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  6. Pues no sé cuál es la hipótesis de Engels, ni tampoco cuáles son esos hallazgos que la desmienten y que me gustaría saber no por Engels sino porque la hipótesis que he planteado la he hecho yo.

    Cierto es que el Falo ( el pene ) sólo anida en uno de los géneros pero en el post hablas del poder fálico, por tanto del símbolo, y éste sí puede ser representado tanto por el hombre como por la mujer.Otra cosa son las características que lleva asociado ese Falo (pene) que hacen diferentes a los hombres de las mujeres condicionados ambos por un sistema hormonal y otros cambios orgánicos: desarrollo muscular, estructura cerebral, por ejemplo que los marca de por vida y que llevan a que las relaciones sociales sean de una manera determinada, pero en el entorno familiar lo que importa, o debería importar, es la supervivencia y el mejor desarrollo posible de los descendientes y por ello estas diferencias pueden verse atenuadas, me parece.

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    • Bueno, la hipótesis de Engels aparece en «el origen de la familia» y las hipótesis que la desmienten son genéticas y proceden de la psicología evolutiva.
      Por otra parte existe una facilitación anatómica para que los hombres se identifiquen con el Falo (símbolo) como portadores del pene (organo), y es por eso por lo que Freud decia que «la anatomia es el destino»… de la identificación. Para un niño siempre será más facil identificarse con sus iguales que con sus distintos, puesto que la identificación se hace por similitud.

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  7. Bien, unos comentarios sobre negación, denegación, represión, forclusión y lo que yo interpreto que tú llamas «repudio»:

    1. negación (Verneinung) sería el simple hecho de rechazar algo conscientemente.

    2. denegación (alemán: Verleugnung, inglés: denial) es una acción no consciente, en mayor o menor grado automatizada de serie, que expresa lo que le ocurre a una percepción o a un grupo complejo de percepciones para ser mantenidas fuera de la consciencia (diríamos: «son denegadas»). Están, pero no se perciben emocionalmente.

    Se trata de un mecanismo de defensa (diriamos en lenguaje psícológico), o una desaferenciación reversible, parcial o total (en lenguaje neurológico).

    3. represión: se trata de una acción mental, psíquica a la que se refiere este término en lenguaje psicológico que define que un contenido perceptivo se percibe conscientemente pero se oculta a la consciencia de manera no consciente. Comparte, a mi juicio, un ambito de significado con el termino anterior (denegación) pero se usa (sobre todo a partir de Freud) como un mecanismo activo de evitación y bloqueo de un / unos conflictos mentales difíciles de resolver.

    4. forclusión: un contenido psiquico / simbólico no está representado en la mente. Hay una ausencia de dicho contenido por omisión (no se dió el proceso de simbolización por ausencia de aquello a lo que había que simbolizar).

    5. repudio: sería, si he entendido bien lo que quieres decir, una acción mental / psiquica activa e intencionada que lleva a rechazar un determinado o determinados contenidos o percepciones mentales. La acción de repudiar sería más general, prolongada e intensa pues expresa el deseo de «expulsar algo de la mente».

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  8. Pues muchas gracias por tu aportación Paco, expondré ahora lo que yo entiendo de estos términos:
    1.- La negación no es siempre un hecho consciente, pongo por ejemplo el hecho de ignorar que uno está enfermo o de ignorar una amputación. La anosognosia de la que tu sabes mas que yo, seria una forma de negación inconsciente.
    2.- La denegación puede ser a veces consciente y le llamamos (entiendo que le llamamos) supresión. Sabemos que un dia nos moriremos pero vivimos como si fuéramos inmortales.
    3.- De la represión no tengo nada que añadir sino que es algo de lo que el individuo no tiene noticia consciente a pesar de que los contenidos reprimidos pudieron estar en algun tiempo en la consciencia.
    4.- Utilizo el termino forclusión como sinónimo de repudio (aunque los limites entre unos mecanismos y otros son borrosos) y efectivamente lo que se forcluye (repudia) es un símbolo, no una percepción. Por ejemplo el psicotico sabe que tiene un padre pero no sabe qué es un padre, no sabe de la metafora paterna, no sabe decodificar las percepciones en representaciones simbólicas.

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  9. Psicópatas y noruegos

    En julio en los comentarios de este post nombramos los conceptos del matriarcado y del patriarcado y recuerdo que había disparidad de opiniones sobre cuál es la causa exacta que produce distorsión y confusión en la sociedad, remitiéndonos en última instancia a los Linfocitos Killer que últimamente andan muy despistados.

    También ahí se podía haber nombrado la forclusión o el repudio e incluso los grados de civilización

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  10. Y sí hay pensamientos: Freudianos,Jungianos, Nietzchienos,Skinneriano,etc ¿Acaso no puedo considerar una corriente llamada: pensamiento Traveriano? Y, el comentario surge porque me parece impresionante la forma tan autentica y tan ecléctica con la que escribe. ¡Creo que usted con todo ese pensamiento se ha inmortalizado en los otros!. En lo que respecta a mí,siempre seré un ferviente defensor y admirador del pensamiento Traveriano. ¡No te mueras nunca!

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