Bucles extraños (I)


Bucles de un cerebro anidados en otro cerebro

¿Cuales son los ladrillos del cerebro?

La mayor parte de mis lectores -que son lectores cultos- responderían sin dudar que la materia noble del cerebro está constituida por neuronas.

Pero esto sólo es verdad en un cierto nivel de definición -el nivel neuronal- porque por debajo de él, en una jerarquia anatómica nos podríamos encontrar con otros niveles, el molecular  o el atómico por ejemplo, pensando los niveles de mayor a menor tamaño.

Pero a nosotros estos niveles nos interesan bien poco porque afortunadamente somos inconscientes de su trabajo, ni los percibimos ni podemos apoyarnos en ellos para cambiar nuestra mente.

A nosotros lo que nos interesan son los patrones, entendiendo como patrones a un tipo de estructura que es además de forma, un area temática y que aun estando sometidos a la mecánica neuronal se situan más allá de ella  sin prejuzgar qué grupos de neuronas están implicadas en su mantenimiento.

Un patrón en este sentido seria como un icono de los que pueblan nuestro escritorio del ordenador y que se halla ahi durmiente a la espera de que le hagamos un doble-click, entonces se despliega y aparece como un programa de ordenador hasta que se sale de él.

No cabe ninguna duda de que nuestra mente puede pensarse en un nivel de definición más alto como un conjunto de patrones que pueblan nuestra memoria y que además de eso definen nuestra identidad y sirven de soporte a eso que llamamos Yo: la experiencia en primera persona que llamamos subjetividad.

Los patrones a su vez se comportan de forma bastante curiosa y ostentan además ciertas caracteristicas sorprendentes. Me referiré antes de nada a su funcionamiento como bucle o loop.

Un bucle es un conjunto ordenado de instrucciones donde al llegar a cierto nivel el ejecutante se encuentra en el mismo sitio donde salió. Imagine usted la siguiente secuencia de instrucciones:

1.-Arranque el programa.

2.-Ponga la marcha 1

3.- Acelere.

4.- Ponga la marcha 2

5.-Acelere.

6.- Vaya al punto 2.

Como puede observarse en este sencillo esquema existe una circularidad donde el programa fluctuaría eternamente desde la instrucción 2 a la 6 mientras tuviera energia para hacerlo, se trataria de un bucle sin fin pero un bucle simple al fin y al cabo. Nada de extraño.

Bucle finito autorecursivo

Existen bucles en cualquier tipo de manifestación artistica y su secuela perceptiva es la sensación de repetición y autosimilitud, por ejemplo en esta pieza de piano podemos observar como una melodia se repite una y otra vez dando una sensación de similitud no idéntica consiguiéndose una atmósfera hipnoide.

La sensación de novedad en cada bucle tiene que ver con la introduccion de pequeñas variaciones -a veces imperceptibles- y con la sensación de infinitud o de interminabilidad del bucle al que se pone fin de forma arbitraria.

O como esta hormiga que al circular por una cinta de Moebius vuelve al mismo lugar del que partió sin tener conciencia de ello pues la hormiga «cree» que está avanzando. Es precisamente la textura torsionada de la cinta lo que hace que este tipo de bucles se llamen enredados pero aun no tienen nada de extraños.

Imagine usted un organigrama convencional de esos que presiden nuestra idea de cómo funciona una organización o nuestra propia empresa, el director está por encima de sus adjuntos, y estos a su vez están por encima de sus mandos intermedios que a su vez están por encima de sus empleados de a pie. Se supone , en este tipo de organizaciones convencionales que la información circula de arriba-abajo en el sentido de toma de decisiones y de abajo-arriba en el sentido de acumular información. Dicho de otra forma los de arriba mandan más que los de abajo, se supone que tienen más información y son los que toman las decisiones. Por contra, los que están abajo en la pirámide organizacional carecen de información y se limitan a obedecer las órdenes que les llegan desde arriba sin entender las razones. El ejército seria una organización maestra de este tipo.

Pero las cosas en la realidad no suceden como en los organigramas: los de abajo tienen amigos arriba, sindicatos, conspiran entre sí y establecen alianzas con ciertos niveles superiores, hay relaciones de amistad, de camaraderia, de filiación politica o incluso familiares. A su vez los de arriba tienen chivatos entre los de abajo, capataces, enchufados y «personal de confianza».

En la práctica la mayor parte de las organizaciones operan de forma piramidal en lo formal pero en realidad su dia a dia discurre enmedio de una heterarquia, es decir enmedio de una jerarquia enredada donde las decisiones acaban tomándose de forma forzada por «las circunstancias», como ahora sucede en Europa con la energía nuclear. Una organización puede definirse como un conjunto de bucles extraños interactuando entre sí .

La causa de que una organización opere de este modo está relacionada con aspectos de retroalimentación entre niveles superiores e inferiores pero sobre todo por las reentradas, es decir por las conexiones transversales de los distintos niveles donde no existe centralización en la toma de decisiones y cada puerta puede ser a la vez entrada y salida de información. Dicho de otro modo, no es posible averiguar en este nivel de transversalidad que es input y que es output.

Pero este ejemplo de jerarquia enredada tampoco es un bucle extraño. Para hablar de bucle extraño es necesario que el bucle tenga conciencia de sí mismo tal ycomo sucede con nuestro Yo.

Y si pongo todos estos ejemplos es para afirmar que nuestro cerebro es una «máquina» de ese tipo, un acumulador de patrones extraños y de un enorme cableado de reentradas (el cuerpo calloso es una estructura compuesta por fibras de este tipo) y con una especie de licuadora central -el tálamo- que es donde se dan cita aferencias de todos los lugares del organismo y desde donde se procesan estos patrones. Hay que señalar que tal y como nos contó Edelman en este post– sólo lo que está en el circuito tálamo-cortical puede ser consciente. Dicho de una manera más clara: lo que circula por ahi son patrones, bucles extraños siendo el Yo un metabucle recursivo que dice «si esto soy Yo», «esto es mio», «esta es mi experiencia», «esta es mi historia» «he soñado esto» o «este es mi recuerdo»»me gustan los macarrones» o «detesto las manzanas».

Para decirlo en términos musicales el Yo es el pianista que al ejecutar una pieza inacabable en forma de bucle, le pone fin arbitrariamente cuando dice «Yo soy». Es pues la subjetividad lo que detiene un bucle sin fin.

Ahora bien, qué es el Yo, como se construye la subjetividad? ¿Por qué las personas somos tan diferentes, tenemos distintos gustos, creencias, opiniones a pesar de estar hechos de la misma pasta?

El Yo es un metabucle recursivo y autoreferente que está compuesto por infinidad de patrones o bucles extraños que a su vez se encuentran en nuestro cerebro a través de dos mecanismos de clases de mecanismos: la mimesis y la poiesis.

Aqui en estas teselaciones irregulares de Escher podemos aprender algo sobre como ciertos patrones se reescriben, se transforman y se desfiguran a medida de que nuestra conciencia va expandiéndose hacia sus bordes. Las sabandijas parecen emerger de patrones sin forma (los que ocupan el centro) a la vez que dejan espacios para otros patrones autosimilares que parecen ir en sentido contrario y se distinguen por otro color diferente.

Lo que es nuevo (poiesis) es el patrón emergente aunque la situación es iterativa (mimesis). Una aplicación práctica a la psicologia podria resumirse con está frase de Rosana Peris:

«La incorporacion de nuevos «trazos de experiencia» (nodos) transforman el significado del patron activado (mayor conciencia de la experiencia). Porque cuando no hay aprendizaje se tiende a activar siempre el mismo patrón».

Pero ¿de dónde salen los patrones originales que constituyen nuestra identidad? ¿De qué materiales está formado nuestro Yo?

Será en el proximo post.

8 comentarios en “Bucles extraños (I)

  1. Muchos años atrás al descubrir a steve reiich, sentí profundamente la analogia con las imágenes de escher. Son circulos cambiantes, como nuestra vida misma . Muchas gracias

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  2. mmmm muy interesante, volveré a leerlo. Pero las preguntas de cierre me sugieren: identidad individual/identidades sociales desde una perspectiva del yo fractal (identidades con patrones de semejanza escalar)…

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  3. Muy chula está animación, si.
    La «cruel atadura» a la que se refieren los etólogos sólo afecta a las hembras de los viviparos.
    Las otras ataduras no son nada en comparación con esta o al menos no tienen interés evolutivo.

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  4. Pingback: ¿Puede enfermar una organización? | Pensamiento Estratégico

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