Los misterios de la anorexia mental


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«El comer y el rascar todo es empezar»

Ch. Lasègue

La anorexia mental supone todo un desafío a nuestra concepción de la enfermedad mental por varias razones: la primera es de orden nosográfico. Efectivamente la anorexia mental en particular y los trastornos alimentarios en general ponen patas arriba determinados paradigmas de las clasificaciones psiquiátricas como el de orgánico-psicógeno y tambien el de neurosis-psicosis que han presidido nuestra conceptualización del sufrimiento mental desde el siglo XIX hasta aqui.

La anorexia mental no es una neurosis clásica ni tampoco una psicosis, tampoco es una enfermedad nueva aunque es más que evidente que los trastornos alimentarios en general son enfermedades donde lo cultural, lo psicológico, y lo biológico se anudan entre sí de una manera bastante distinta a lo que solían hacer las enfermedades mentales clásicas. Es evidente que los factores sociales desempeñan en esta enfermedad un papel importantisimo por estas razones:

  • Es una enfermedad de mujeres, en una proporción de 10/1.
  • Es una enfermedad que parece «contagiarse», en la actualidad estamos asistiendo a una verdadera epidemia de casos sobre todo en la población en riesgo: los adolescentes.
  • Es una enfermedad que parece reclutar a un tipo de pacientes muy similar a las epidemias de histeria del siglo XIX, sin ser un trastorno histérico clásico. La anorexia no deja de ser una estrategia de coacción y de obtención de poder sobre el médico y sobre la familia.
  • Es una enfermedad ligada a determinadas creencias o entornos sociales como por ejemplo la demonización de la obesidad, el mundo de la imagen, el culto al cuerpo, la abundancia económica y bienes alimentarios y la hegemonia del individualismo, de la competencia y de los rendimientos. Curiosamente la anorexia mental es prevalente en aquellos lugares donde la obesidad es tambien prevalente.

Todo lo cual nos lleva a pensar que el culto a la delgadez como paradigma social pueda aprovechar determinadas vulnerabilidades en las adolescentes que no hubieran emergido de no darse determinadas circunstancias sociales y determinados cambios en los valores, costumbres y modos de relación.

Probablemente esta vulnerabilidad biológica de las adolescentes tenga relación con lo que Lasègue llamó «la mayor resistencia de la mujer a la inanición», lo que explicaría en el plano biológico este sesgo sexual. En el plano psicológico la vulnerabilidad está relacionada con la adaptación a los cambios corporales e interpersonales del cambio puberal con una precocidad cada vez mayor debido a la opulencia alimentaria y a la sobreestimulación y por fin en el plano social es evidente que existe una presión enorme hacia las niñas púberes y adolescentes no solamente en cuestión de rendimientos sino tambien de exigencias sexuales y de atractivo cada vez más precoces.

El segundo misterio acerca de la anorexia mental es el etiológico: ¿cual es la causa de esta enfermedad?

Es evidente que no hay anorexia sin dieta restrictiva: sea cual sea la razón o motivos de entrada en esta conducta restrictiva todos los trastornos alimentarios comenzaron con una dieta hipocalórica: aquella que está por debajo de las necesidades nutricionales de un organismo concreto, usualmente iniciada con el propósito de adelgazar, aunque en otras ocasiones este propósito está ausente y en otras disimulado o negado.

Tambien resulta claro que las muchachas que se someten a estas dietas hipocalóricas suelen ser muchachas instaladas en los extremos de la maduración sexual: o bien son adelantadas con respecto a su grupo de edad o bien por el contrario presentan claras desventajas con respecto a sus iguales. Las chicas precozmente atractivas que desarrollan caracteres sexuales secundarios ostensibles con o sin sobrepeso y las chicas de baja talla o retrasos en la maduración sexual son frecuentes candidatas a padecer un trastorno alimentario. Lo que viene a señalar claramente que las razones para iniciar una dieta en este grupo de población está fuertemente influenciado por el atractivo sexual.

En este cuadro de Munch podemos observar a una adolescente frente al dilema de su cuerpo quizá ensangrentado por una primera regla. Nótese el ambiente melancólico y el aislamiento casi ontologico, aterrador de esta muchacha desnuda al borde de su cama.

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El siguiente misterio está relacionado con la elección de la comida como objeto fobógeno algo que parece poco coherente desde el punto de vista psicoevolutivo: efectivamente «lo temido» parece relacionarse con amenazas ancestrales: animales ponzoñosos, alimentos venenosos, depredadores, fenómenos de la naturaleza, lugares abiertos o cerrados, etc. Dicho de una manera más clara: determinados aprendizajes relacionados con el temor se encuentran facilitados en aquellas amenazas que se han comportado como tales en el registro filogenético de la humanidad: se trata pues de objetos fóbicos comunes para la especie humana de la que nuestro cerebro guarda algún tipo de memoria evolutiva, la comida en este sentido parece un mal candidato para constituirse en objeto fóbico.

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Es verdad que los seres humanos podemos asociar casi cualquier cosa con el temor, pero no cualquier objeto puede constituirse en fóbico, algunos estimulos tienen preferencia sobre otros y no hace falta más que pensar en la dificultad que tiene la población general el asociar el cigarrillo a la enfermedad. Por otra parte es muy dudoso que en la anorexia exista una fobia a la comida, más bien parece que la anoréxica tema las consecuencias de la misma según una particular manera de entender la alimentación: como si la consecuencia inevitable derivada del comer llevara al individuo a un engorde exponencial de crecimiento sin límite. En este sentido es posible defender la idea de que existe una creencia irracional con respecto a la manera en que ellas imaginan la ganancia de peso.

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Ubicación de la ínsula

El horror a la obesidad puede proceder de una idea irracional o sobrevalorada que tiene que ver con la perdida de control asociada a ella.

Por otra parte la comida y sus consecuencias aparece como algo repugnante más que temido lo que coloca a esta fobia a la obesidad frente a una encrucijada psicopatológica: ¿es un temor o una repugnancia?

Lo cierto es que la repugnancia y el asco (disgust) no son la misma cosa que el miedo, se trata de una emoción que aun siendo innata se encuentra poco estudiada si la comparamos con el miedo o la ira. Pero hoy sabemos algo sobre el asco que no sabiamos hace pocos años: que se computa en un lugar distinto a la amigdala -lugar donde procesamos los temores-, la repugnancia o el asco se computan en la ínsula, una pequeña estructura del sistema límbico que está más relacionada con los temores de contaminación de los obsesivos que en los temores de las fobias: desde el punto de vista neuroanatómico al menos existe una correspondencia con la fenomenología de la anorexia mental, es muy posible que lo que entendemos como fobia a la obesidad sea una repugnancia, disgusto o malestar destinado a evitar la glotoneria cuando la comida ha logrado asociarse a una respuesta de este tipo.

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Lo que es seguro es que una conducta de rechazo o evitación de la comida tiene como resultado un adelgazamiento y pérdida de peso que va acompañado de una sensación de autoeficacia. Nadie seguiría una dieta si al mismo tiempo esa restricción no se correspondiera con un cambio cerebral relacionado con la recompensa. En el plano biológico está demostrado que los cambios provocados por el ayuno son múltiples:

  • Un aumento de la obsesividad
  • Un aumento de la hiperactividad
  • Una mejoria del humor
  • Un aumento del control subjetivo (autoeficacia)

Lo que es lo mismo que decir que el ayuno es un potente antidepresivo, lo que explica que resulte tan adictivo y tan dificil de remover una vez se ha instalado el bucle anteriormente citado en el esquema.

El control-autoeficacia es un paradigma de enorme interés en la conceptualización de la psicopatología de los trastornos alimentarios porque explica el por qué una paciente se mantiene dentro de la conducta patológica, una vez ha entrado dentro del ciclo, pero no explica otros síntomas. Sigue sin tener contestación la pregunta siguiente ¿por qué la paciente que mantiene sus facultades cognitivas integras mantiene una conducta autodestructiva sin darse cuenta de que es perjudicial para ella?

El control-autoeficacia es la sensación que un individuo tiene de mantener las cosas bajo su dominio. Es la sensación que todos tenemos de que conduciendo un coche tenemos menos riesgo que yendo en avión a pesar de contradecir la verdad estadística de que es más fácil morirse de un accidente de trafico automovilistico que de accidente de aviación: aun sabiéndolo la gente tiene mas miedo al avión que a los coches. La razón de esta discrepancia es que el coche es conducido por mi y además se desliza por tierra: uno tiene la sensación de que controla la situación, una ilusión subjetiva para que nuestro cerebro nos lleve a engaño en cuanto a nuestras posibilidades de morir.

La anoréxica tiene motivos para creer en sí misma después de haber conseguido adelgazar, el hecho de que ya no pueda parar necesita desde luego otra explicación y que tiene que ver con la función de las compulsiones en general. Una compulsión es una conducta estereotipada que sirve para neutralizar los efectos imaginarios de una obsesión, pero hay otra acepción de la palabra compulsión -la que nos legó Freud-. La compulsión es sinónimo de repetición y la repetición es la base del aprendizaje y de la supervivencia. Repetimos -hacemos conducta- aquello que se encuentra en nuestra memoria procedimental y que no ha entrado a formar parte de un circuito cognitivo y que pertenece a una rutina de instrucciones elementales para la vida: repetimos aquello que aporta recompensas, sexo y comida sobre todo. De esta manera podemos entender que cualquier conducta repetitiva se asienta en este mecanismo aunque su función adaptativa se haya estropeado. Lo que se avería es pues la asociación pero nunca el mecanismo intrínseco de la repetición que está diseñado precisamente para repetir.

La anorexia repite su conducta restrictiva porque ha aprendido algo acerca de esa conducta: aumenta su sentimiento de autoeficacia y la aleja de sus temores respecto a la obesidad. Por eso la dieta es la dieta sin fin y se constituye en un bucle diabólico.

Asi y todo es dificil entender del todo esa incapacidad de parar a tiempo: algo que por cierto hacen algunas anoréxicas. ¿Por qué unas lo hacen y otras son incapaces de hacerlo?

En mi opinión son precisamente las anoréxicas con aspectos obsesivos las mas rigurosas con la dieta y las que tienen mas dificultades para parar su conducta restrictiva. Es muy probable que los rasgos de personalidad obsesivos -como el perfeccionismo- aumenten la vulnerabilidad a la anorexia mental o si acaso aumenten la facilitación a seguir en el bucle una vez dentro de él: sabemos que los obsesivos son enfermos que presentan un cierto retardo en mover ficha cuando son sometidos a una tarea donde tienen que parar después de haber aprendido a dar una respuesta de movimiento a una serie motora, lo que traduce una disfunción del eje cortical-talámico-estriado o lo que es lo mismo una dificultad para interrumpir un movimiento repetitivo motor automatizado en la memoria implicita del estriado.

Dicho de una manera más clara: los obsesivos tienen dificultades para inhibir una respuesta motora una vez la han iniciado, es decir tienen dificultades en frenar.

Pero todo y así la anorexia mental es un sindrome heterogéneo y demasiado complejo para tratar de explicarlo de una manera sencilla.Se plantea además otro misterio ¿Por qué las anoréxicas tienen una distorsion del esquema corporal? es decir ¿por qué se ven gordas a pesar de estar en los huesos?

Será en al proximo post.

29 comentarios en “Los misterios de la anorexia mental

  1. Tu última pregunta me la he hecho muchas veces con curiosidad, pero revierte a la evidencia de que entre lo real y la percepción de lo real hay a veces una grieta bastante grande.
    Y conozco a una que si pudiera se alimentaría sólo de percebes, ostras y berberechos…

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  2. Aunque no tenga que ver directamente con la anorexia, pero ya que nos deleitas aquí con el extraordinario Munch, supuesto padre del expresionismo, me sumo si me lo permites al comentario de Presi por ese vínculo o grieta entre la realidad y lo percibido, que me lleva a pensar, a su vez, en Kandinsky, Klee, Kirchner, o el mismo Munsch, que tanto intentaban plasmar a su modo ese otro lado del espejo (ya no digamos Van Gogh)… ¿tal como veían ellos el otro lado de su espejo?
    Otro apunte que serviría tb a tu otro post sobre alucinaciones visuales. Y es que a veces todo parece tener que ver con casi todo, como nos ocurre a menudo a las mentes engolfadas y dispersas 🙂

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  3. Muy interesante el planteo, y el comentario de Presi. Yo creo que las pacientes tienen trastornos tanto de tipo cognitivo, como tambièn perceptivos. Pero estos ùltimos, ¿piensan que son sobre todo visuales? ¿Podrìan ser tambièn cenestèsicos? No obstante, què importante el tema de la mirada. Eso de querer ser como creo que los otros esperan (Y nunca alcanzarlo) La sensaciòn de que las miran exigièndoles . . ¿què?

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  4. Estoy de acuerdo con Ines: se trata de un trastorno que es a la vez perceptivo y cognitivo porque afecta al esquema corporal que es una representación del cuerpo. Anque lo cierto es que las anorexicas cuando se miran en un espejo (y aqui si interviene el mirar) se ven gordas, realmente agrandadas. Dicho de otro modo que es a la vez distorsion perceptiva tanto en lo que afecta a lo sensorial como al contenido psiquico: lo representado. es a la vez una cosa y la otra. Y si, a eso le podriamos llamar mirada o sea visión subjetiva.

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  5. Como no entiendo mucho de esto, imagino que cognitivo se refiere al fenómeno mental interno, mientras que perceptivo se refiere al trayecto entorno->mente, al engranaje exterior-interior (no yo-yo) o a su interpretación.
    Me parece un tema como para perderse en él; por algo hay una casi infinita literatura al respecto. Lo que más me convence -más allá de la anorexia y la distorsión en el espejo- es lo gestáltico y también cuantos opinan que lo que percibimos no es lo que creemos, sino lo que esperamos percibir. Da mucho que pensar, pero cito al científico B. Goodwin que lo tiene estudiado:
    «cuando el cerebro está trabajando para reconocer un patrón, lo que realmente está haciendo es formular una hipótesis de lo que cree que es eso en realidad y tiene la intención de verlo, cualquiera que sea su forma, e interpretarlo de un modo particular. Eso es una intención. No vemos nada a no ser que tengamos alguna intención.»

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  6. Y tambien estoy de acuerdo con esa idea de Goodwin, percibir requiere de una intención lo que significa que hay una intención preconcebida de visualizar el cuerpo como si fuera más grande de lo que realmente es. Yo creo que va por ahi.

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  10. Si las anoréxicas se ven gordas o con exceso de peso, creo que estaríamos frente a una alteración del juicio de realidad. Ahora bien, yo me cuestiono si realmente se ven gordas o se sienten gordas…

    Resulta que una amiga tuvo anorexia, ella se miraba al espejo y claro, veia sólo huesos, y me decía: creen que soy estúpida, obvio que veo huesos, pero me siento gorda…

    Entonces, no se si será tanto un trastorno perceptivo o una alteración del juicio de realidad.

    Basándome en lo escrito anteriormente, pienso que tiene que ver más con una alteración en lo afectivo que involucre lógicamente la autoestima….

    A lo mejor estoy equivocada, no sé…

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  11. Nadie sabe si es un trastorno perceptivo o un trastorno cognitivo, es decir una percepción alterada o un pensamiento descarrilado. Hay pruebas tanto de una cosa como de la otra y al revés: no concuerda ni con los trastornos perceptivos ni con los trastornos cognitivos, en realidad el juicio de la realidad cuando se afecta no afecta solo al propio cuerpo sino a más cosas, de manera que no está claro. Lo que es seguro es que esa distorsion del esquema corporal no es una alucinación, sino como tu dices algo vinculado a lo afectivo, algo catatimico.

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  12. estoy en recuperacion tengo anemia, perdi mis dientes, no puedo hacer coasa pesadas, pesaba 63kg. y ahora 48kg. anorexia no es solo dejar de comer ni un capricho. Anorexia esalta de amor en la infancia, las burlas de un asociedad que te dice tienes uqe ser asi , las exigencias de unos padres que quisieron que fueras una profesionista, la comparacion con alguien superior ati, el vacio interno que no lleno nada apesar que te dieron todo,no es verte gorda al espejo sino escuchar esas voces en tu cabeza que te dicen fea, gorda, inutil, tonta, no vas a logarar nada en la vida, por eso es una enfermeda mental – emocional. me gustaria extender me mas o enocntrar como compartir lo que aprendido de mi enfermedad. Actuelmente tomo medicamento, estoy en un grupo de autoayuda he logrado subir 3 kg. estaba muerta de verdad no podia pararme… Mi nombre es magdalena y soy anorexica tengo 26 años mi mail es da.rif.er@hotmail .com escribeme

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  13. hola, soy heydi una muchacha de 28 años que toda su vida intento subir de peso, ya que soy muy pero muy delgada, anorexia no tengo, ya uqe los sintomas que mensionan no se presentan en mi, pero me mata la idea de ser tan delgada y no poder subir de peso, alimentarme muy bien, pero aun asi seguir deprimida dia dia que pasa, pues sigo delgada, me molesta la mirada de la sociedad que piensa que soy anorexica, pero no se que tengo nadie sabe que tengo, pero algo tengo que ni yo conosco

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  14. La delgadez no es una enfermedad aunque puede ser sintomas de algunas cosas diferentes a la anroexia, por ejemplo el hipertiroidismo, ¿Te ha visto algun médico pro esa razón?. No todas las delgadeces obedecen a alguna patologia, hay gente que es delgada porque si. Lo que sucede es que el patrón estético de nuestro -ambito cultural es la delgadez pero por esa misma razón la delgadez es sospechosa, pues hay que ser delgado pero «sin pasarse» de manera que no me extraña nada que te digan que eres anorexica, seguro que son las mujeres quien te lo dicen ¿no?

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  15. hola me parece muy interesante esta pagina. la verdad quiero hacer una pregunta como puedo hacer para combatir esta enfermedad porque la verdad ya tengo muchos años con esta horrible enfermedad les agradecere mucho su ayuda…..!!!

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  16. Mas bien es una pregunta. Acabo de ser diagnosticada con ANOREXIA pero tengo un sobrepeso real peso 8Okg. y mido 1.63m. Como pude ser esto posible??
    Acepto q tengo obsesion con las dietas y con tomar pastillas para adelgazar.

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  17. Eso depende de tu peso premorbido, de a qué velocidad lo perdiste y de cómo lo hiciste. El resultadoe es el mismo tanto si pasas de 50 a 35 Kg que de 90 a 70. El resultado e sla inanición que por si misma tiene efectos mentales.

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  18. Mi prima lleva metida en casa desde los 16 años y tiene 48 años.Le diagnosticaron anorexia mental,
    ahora, con los nervios y otras enfermedades que ella se imagina o que las tiene realmente porque nunca
    va al medico, tiene sobrepeso.Siempre esta sentada en el mismo sillon viendo la tele o no, si hace algo
    dice que le dan taquicardias y espasmos en el estomago. Ademas siempre esta de mal humor y se pelea
    mucho con su madre.Si llega alguien a casa y le parece bien a ella te saluda y si no no dice nada.
    Al hablar con ella siempre habla del pasado y culpa constantemente a un medico que no quiso ayudarla
    y no quiso internarla en el hospital.Hace 10 años que no se mira al espejo, dice que su cuerpo no es suyo
    y no se acepta tal como es.La familia no sabe como ayudarla.

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  19. Me encantó tu publicación. Es muy real lo que decís. Soy una paciente de anorexia y estoy en recuperación.
    Yo no tenía psicosis, pero aún así me veía obesa (pesando 34 kilos). Todavía me asombra lo que me pasó, ¿como no podía ver en el espejo lo mal que me estaba haciendo?
    Y si, es una enorme compulsión, a medida que avanza es más dificil parar.
    Muy buen post! Saludos

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