Memes y alelos


Un alelo es un rasgo que puede estar en estado potencial o en estado de expresión. Todo alelo tiene un alelo competidor que no se manifiesta pero que permanece oculto: tarde o temprano en las sucesivas generaciones el alelo oculto se manifestará. Gracias a Mendel sabemos bien la mecanica de estos sucesivos pases generacionales de alelos concretos: rugosos versus alisados, guisantes, claro.

Es lo que sucede con la herencia genética, lo que Dawkins sugiere es que la cultura se trasmite de la misma forma y por eso inventó la palabra «meme» y una disciplina: la memética que se ocupa de averiguar cómo se trasmiten esos memes de cerebro a cerebro.

Un meme es como un alelo, algo que vive en una especie de limbo cultural, en esa frontera entre el cuerpo y el mundo, alli donde las ideas cohabitan en una especie de magma primordial y que en adelante y para entendernos llamaremos «sopa cultural».

La delgadez es un alelo que en nuestra actual época goza de simpatias, adhesiones y prestigio, sin embargo esto no ha sido siempre asi, y en otro momento histórico sucedió lo contrario, el alelo «obesidad» fue un signo de distinción y salud. Significa que no existen alelos dominantes -como sucede en los genes- sino que el hecho de que hoy predomine el alelo delgadez es absolutamente arbitrario. No es que la delgadez sea dominante sobre la obesidad, es que hoy la delgadez tiene mejor prensa que la gordura, pero la delgadez sería inconcebible sin la gordura.

De manera que cuando hablamos de memes, hemos de contemplar los dos alelos a la vez, y en vez de alelos ahora les llamaremos «valores», todo valor lleva siempre incrustado un antivalor, por eso esos dos valores opuestos forman junto con el entorno que les rodea un «complejo».

El meme del que estamos hablando es pues un complejo que lleva el alelo (valor) de la delgadez adosado al alelo (antivalor) de la obesidad envueltos en un papel de celofán que conocemos como opulencia. Sin opulencia o precariedad no seria posible entender el predominio o hegemonía de ningún valor sobre otro que pasará a ser un antivalor. Ahora ya sabemos que la dominancia del alelo «delgadez» está ocasionado por el entorno opulento que es la sociedad en la que vivimos, me estoy refiriendo al entorno alimentario.

En un entorno de opulencia alimentaria la delgadez es signo de control y sobriedad mientras que en un entorno de precariedad la delgadez sería signo de enfermedad o de falta de recursos. La delgadez sumada a su entorno opulencia da como resultado una etiqueta de eficacia, un plus de valor sobre un sujeto cualquiera, un plus de competencia. Cualquier persona de nuestro entorno que comience una dieta sabe que adelgazar irá inevitablemente unido a una sensación de éxito, eso que llamamos autoeficacia y que expliqué más abajo como un circulo vicioso en el que se inscriben las patologías alimentarias.

Este meme o complejo que conocemos con el nombre de delgadez a secas y que viene a decir «la delgadez es deseable o atractiva» sólo se activará en presencia de un entorno de opulencia pero nunca en un entorno de hambrunas: en este caso podría suceder lo contrario y el alelo «la obesidad es síntoma de buena salud» podria activarse. Dicho de otro modo: los alelos permanecen desactivados hasta que en un momento determinado son activados por un disruptor, en este caso la opulencia alimentaria, solo entonces el alelo «delgadez» será dominante sobre el alelo «obesidad» que pasará a ser recesivo.

Es importante saber que los memalelos recesivos coexisten con los alelos dominantes en tiempo y forma, de la misma forma que en una generación concreta hay sujetos con ojos azules y ojos pardos. Quiero decir que los valores y antivalores son coetáneos, una sociedad que venera la delgadez tendrá muchos casos de obesidades mórbidas y un grupo importante de personas que estarán a dieta con el correspondiente sufrimiento relacionado con el hecho de no poder llevarla a cabo. La autoeficacia de los unos y la ineficacia de los otros generarán conductas bizarras con respecto a la comida, asi unos no podrán dejar de hacer dietas mientras que otros no podrán parar de comer.

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Cuando esto sucede podemos afirmar que este complejo ha tomado el mando en las conductas individuales, sucedió durante años con la sexualidad y ahora sucede con la comida: el sufrimiento individual se enrosca en este tipo de memes (alimentación, autonomia, familia, trabajo, etc) y se articula y organiza en torno a ellos debido a que el modo en que los memes se relacionan con los seres humanos individuales es a través de las creencias. Cuando la sexualidad estuvo prohibida por leyes eclesiasticas, civiles y usos sociales suedió algo muy parecido: hubo quien no podia dejar de fornicar, masturbarse compulsivamente o bien apuntarse a toda clase de sexualidades o habitos periféricos indeseables (perversiones). Por el contrario habia quien mortificado por sus demandas sexuales se alejaba de toda relación con el sexo o quien optaba por la castidad, el disimulo o la doble moral. La sexualidad dejó de ser un complejo memético de forma paulatina y su desactivación sucedió a partir de la secularización y el control gestacional por parte de las mujeres, se levantó asi un tabú ancestral y el meme-complejo de la sexualidad se desactivó, hoy es posible afirmar que casi ya no existe sufrimiento enroscado a la prohibición-transgresión de la sexualidad puesto que la sexualidad ya no está prohibida sin embargo siguen habiendo problemas entre los sexos que proceden más bien de los memes de la autonomia-dependencia.

Para que un meme-complejo tenga efectos sobre las mentes individuales es necesario que exista una creencia compartida por un grupo social determinado. No es necesario siquiera que el individuo concreto crea en él, basta con que se trate de una creencia compartida: ese tipo de creencias que se dan por sabidas y que por tanto se escapan de la posibilidad de autocrítica, uno no piensa en ellas, sencillamente se dan por cierto que estar delgado es deseable y atractivo, como antaño se daba por cierto que la actividad sexual era o bien pecaminosa o inmoral o bien sana y liberadora, ninguno de ambos juicios era cierto, se trata de falacias intelectuales. La libertad sexual no ha hecho al hombre más feliz ni lo ha hecho más pecaminoso o inmoral. Simplemente carece de ese tipo de efectos que durante mucho tiempo se le atribuyeron, no sin razón puesto que el complejo memético se encontraba activado.

Y este es otro de los componentes importantes de un meme: se acata aun siendo una falacia. Se acata -sin crítica- precisamente porque es una falacia. El éxito de trasmision de un meme está precisamente en que es compartido ampliamente por el grupo que el meme va a parasitar, el éxito de su replicación y el éxito de su longevidad está precisamente en ser una falacia dificilmente detectable y que incluso a veces es legitimada y reforzada por ciertos discursos sociales, pongo como ejemplo las campañas que Sanidad lleva a cabo contra el tabaquismo, contra la obesidad o contra la violencia de género. Una falacia es la aplicación incorrecta de un principio válido y de ahi la dificultad de discriminar las falacias de las verdades, es verdad que el tabaco o la comida en exceso son perjudiciales para la salud, lo que es una falacia es creer que con propaganda institucional los individuos que están enjaulados en un sistema memético concreto vayan a dejar de tener hambre y van a ponerse a dieta comiendo como personas sensatas solo porque el Estado o los médicos bienintencionados nos lo recomienden.

Por fin me gustaria ahora hablar de un aspecto importante acerca de la relación entre hombres y memes. Dawkins echa mano de la metáfora del parásito que penetra en el cerebro individual y desde alli gobierna el proposito de los humanos pero yo creo que esta metáfora no es acertada. Lo pienso más bien como la influencia de la cultura -el todo compartido- en la mente invidual a través de la creencia, una creencia que el individuo no sabe que es una creencia de otro, y que en su alienación llega a atribuirsela a si mismo. Es importante este concepto porque tiene mucho que ver con el concepto de esquema corporal. ¿Donde está nuestro esquema corporal? ¿En el interior de nuestro cerebro?

No, no está en parte alguna pero para eso tendriamos que hablar de qué cosa es el Dasein, es decir que el ser para que sea tiene que «estar ahi», tiene que estar en alguna parte: en relación con un otro. El hombre no es en sí mismo sino en función de otro, de la mirada del otro.

Será en el próximo post.

8 comentarios en “Memes y alelos

  1. Cuando leí a Dawkins no lo entendí ni la mitad de bien ni disfruté tanto.
    ¿Creencia o falacia = vulgarmente llamado tb prejuicio?
    PS: Aparte del babero, aquí necesité tb botella de oxígeno: le he leído de un trago, casi casi sin respirar 🙂
    (y no, Presi, tampoco te la presto)

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  2. Zacco: llevas tan bien la cuenta que a alguien tan puesto en la obra Traver se le perdona gustosamente lo del babero y la botella. Se nota que eres lectora compulsiva de neuropoesía:)
    Yo también creo que es algo así, que el gen-meme egoista parece vivir en ese limbo que describes tan bien, P.

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  3. La idea que trato de poner en blanco y negro es que la corporalidad, no es una simple representación mental del cuerpo. Es una vieja idea de los fenomenologos alemanes: que la corporalidad es una vivencia del cuerpo en relacion con el mundo, el Dasein, «ser ahi». Ese ahi es clave para entender que la corporalidad etá dentro y está fuera, y del mismo modo el mundo, el objeto y el otro, están dentro y están fuera simultaneamente. No se donde escribi algo sobre el hipercuerpo, ¿lo recuerdas Presi?

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  4. Yo creo que leemos los mismos libros, Presi 🙂 Damasio no es sólo grande sino tb sencillo. Y -ojo al dato- tiene por musa a su propia mujer. Claro que de musas, de hadas y de Perséfones habría que hablar en otro sitio y extensamente porque hay mucho dicho y escrito (y pensado e imaginado también).
    Ese post del hipercuerpo es fantástico, concuerdo, sí.

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  5. Me temo que ellas (ni ellos) saben lo que es la proporción aurea, porque no es la busqueda de la belleza lo que se persigue a través de la delgadez sino del control y de la autoeficacia. Como ellas dicen – y siempre hay que tener en cuenta lo que dicen los enfermos- «yo quiero estar bien conmigo misma», ese es precisamente el problema, ese repliegue narcisista que ignora o reniega del otro, del que mira. Estar bien conmigo misma es como masturbarse pero sin echar gota, una eyaculación retrogada, por asi decir.

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  6. Pingback: El esquema corporal en la anorexia « neurociencia-neurocultura

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