Placebo contra placebo


El cerebro propone y la mente dispone, pero cuando la mente propone genera estructuras cerradas en el cerebro que funcionan como una coraza. Recordad que los pensamientos proceden de la mente y pueden convertirse en corazas de otros pensamientos si ocupan demasiado espacio en el teatro de la mente y se solidifican en el cerebro.

Hace unos días alguien me recomendó ver una serie turca que dan en Netflix que se llama «MI otra yo», es la historia de tres amigas cada una de las cuales sostiene una opinión, una cosmovisión muy distinta de la vida y que a pesar de eso siguen manteniendo su amistad. Pero la serie en realidad no va sobre la amistad sino sobre nuestro concepto de lo que es y cómo alcanzar la felicidad individual. La serie tiene agonistas y antagonistas, el más obvio es la dilaléctica entre ciencia y superstición. Una de las protagonistas amigas tiene una cáncer hepático y decide abandonar sus tratamientos convencionales y visitar a un terapeuta de biodecodificación, un tipo que practica lo que llamamos «constelaciones familiares». En la ficción de esta serie la chica del cáncer se cura o tiene una remisión y convence a sus amigas a que tengan -a su vez- alguna sesión con su terapeuta. ¿Qué puedes perder?

La amiga más dura es cirujana y una mente científica pero accede al final a someterse al terapeuta común y descubre cosas sobre sí misma que había soslayado, cosas que al fin resuenan con su biografía y llenan de sentido lo que antes era un vacío, un quiste de ira. No cabe duda de que estos descubrimientos por sí mismos son muy importantes en cualquier terapia, les llamamos insights y forman parte de las experiencias sanadoras más comunes en psicoterapia.

Lo cierto es que cada una de ellas tiene un trauma importante en su vida, un trauma intergeneracional, algo que según el terapeuta atraviesa las generaciones y se constela en uno de sus miembros pero nunca del mismo modo, sino de un modo parecido, como un fractal. Por ejemplo una de estas amigas tenia horror al agua (por miedo a ahogarse) y descubre que su abuela murió ahogada. Naturalmente este relato es muy interesante literariamente para cualquier persona que lo siga y aunque la serie en sí tiene escaso valor cinematográfico, tiene interés para mi porque permite proyectarnos en ella y hacernos varias preguntas.

Un poco de historia.

Mesmer y la mesmerización.-

Franz Anton Mesmer fue un médico que vivió en el siglo XVIII y que se especializó en tratamientos basados en lo que el llamaba «magnetismo animal». Concebía una especie de «fluido universal» que estaba relacionado con el magnetismo terrestre y que servía, según él para una vez redistribuido a través de imposiciones de manos, imanes u otros utensilios restablecer la salud de los pacientes que usualmente padecian histeria o trastornos psicosomáticos.

Naturalmente con el tiempo Mesmer cayó en la cuenta de que no eran los imanes los responsables de sus «curaciones» sino su propio poder de sugestión, ello le llevó bien pronto a prescindir de estos artilugios. A lo que nunca renunció fue a sus «puestas en escena» que incluian desmayos, catarsis emocionales diversas e incluso ataques pseudoepilépticos en sus seguidores y que según él era la prueba de que el magnetismo animal existía.

Lo que curaba en Mesmer era lo que hoy entendemos como sugestión. ¿Ahora bien qué es lo que entendemos hoy como sugestión y cómo funciona?

La mayor parte de los médicos aun hoy desprecian la sugestión y por tanto tambien al efecto placebo al que consideran una especie de engaño. Basta con seguir los debates sobre la homeopatía para entender que hay un bando de médicos o agitadores que están absolutamente en contra y otros -practicantes de la misma- que defienden algúna razón mal conocida para explicar su eficacia.Lo cierto es que la homeopatia con razón o sin ella a veces funciona, como funciona tambien la acupuntura o cualquier intervención de medicina alternativa. Incluyo tambien al psicoanálisis al que muchos consideran tambén una practica anticientifica. Y seguramente lo es. Aunque yo siempre suelo decir que el psicoanálisis es un área de conocimiento más que una técnica. Más abajo volveré sobre esta idea.

Pero a veces estas terapias funcionan. Y funcionan porque la gente no se cura por la ciencia sino por otras cuestiones aun mal conocidas. Los que apelan al efecto placebo para desmentirlas no tienen ni idea de qué es el efecto placebo. En realidad sabemos muy poco sobre el placebo-nocebo y la ciencia solo le uiliza para medir los efectos de farmacos en experimentación. Lo cierto es que este metodo cientifico es muy util para discriminar los efectos farmacologicos verdaderos de los efectos placebo y aun: de los efectos inespecificos de cualquier farmaco. Asi hoy sabemos que gran parte de los efectos de los antidepresivos ISRS son debidos al placebo y a efectos inespecificos

Hay otra variable oculta: este tipo de terapias que no usan fármacos funcionan mejor en aquellos pacientes que no están demasiado enfermos, es decir en aquellos que están sanos y que están ubicados en esa zona de umbral que llamamos liminarización. Entre dos aguas. Ni están enfermos ni se sienten sanos.

Y lo cierto es que venimos de serie cableados para responder al efecto placebo.

Pero para ello necesitamos cruzar el umbral.

Lo liminar.-

En la antropología , la liminalidad (de los limen palabra latina, que significa «un umbral» es la condición de la ambigüedad o la desorientación que se produce en la etapa media de los rituales , cuando los participantes ya no siguen en su estado pre-ritual, pero aún no han comenzado la transición hacia el estado final y que mantienen hasta que se haya completado el ritual. Durante la etapa liminar de un ritual, los participantes «están en el umbral» entre su anterior forma de estructurar su identidad, el tiempo, o de la comunidad, y una nueva forma, que establece el ritual.

Dicho de otra forma: en las terapias que funcionan a través de la sugestión es necesario establecer un ritual que se encargue de transportar al sujeto a un estado pre-racional, mágico por asi decir: que se deje absorber por el ritual. En este sentido se trataria de un estado de absorción, una especie de trance de bajo nivel donde se mantiene el estado de vigilia pero caen las defensas racionales de nuestro cerebro más moderno.

Las terapias de constelaciones familiares se parecen y mucho a los fenomenos que aparecen en ciertas religiones o sectas y que operan a través de la conversión, tomando elementos del espectáculo, el drama donde el terapeuta hace las veces de predicador y se  dedica a atacar sin piedad las defensas del auditorio a través de proclamas, descalificaciones o insultos a todos aquellos que no quieren alcanzar la verdad. El ambiente que se genera es algo muy parecido a ese cruce del umbral al que más arriba me referí. El publico actua de amplificador y el sujeto puede ser más o menos sugestionable y practicar cierta excelencia absortiva espontánea. Esos son los mejores candidatos.

Pero estoy muy lejos de satanizar este tipo de prácticas, nos hallamos hambrientos de rituales y de sentido, de ceremonias de pase y anhelantes de absorción y ese es precisamente el espacio que los intrusos han ocupado y han terminado por desplazar a los psicólogos colegiados.

Quizá el problema de fondo se encuentre en una mejor definición de que es terapia y qué cosas son paideiaes decir educación en el sentido más psicológico de la palabra: saber algo de sí. Ir al teatro, oír música, leer un libro o conversar con un amigo no son terapia aunque puedan ser terapéuticas.

Pero no debemos alarmarnos por admitir que ciertas cosas pueden ser terapéuticas sin haber pasado por el filtro de la ciencia, la evidencia científica no siempre puede establecerse como un filtro para separar lo puro de lo impuro. Y es casi seguro que la pureza está reñida con el bienestar.

Y se puede pecar contra la ciencia. ¿Contra quién si no?

Lo cierto es que a la psicologia canónica le han salido muchos imitadores y tambien muchos intrusos. Un hecho que por sí mismo deberia llevar a los psicólogos a preguntarse el porqué. El propio Bessel Van der Kolk se preguntó lo mismo cuando se dió cuenta que después de 11-S las victimas del desastre que habian recibido fondos para acudir a terapeutas especializados y prevenir el probable TEPT que les esperaba, lo que hicieron fue renunciar a esas ayudas estatales y acudir en masa a consultas de acupuntores, homeópatas y masajistas pagados de su bolsillo. Es obvio que ninguna de estas técnicas está indicada para el tratamiento o la prevención del TEPT.

Y lanzó esta pregunta ¿Por qué la gente ignora las recomendaciones de las autoridades sanitarias y acude a terapias pseudocientíficas para aliviar sus problemas?

La razón es ésta: Vale más una superstición útil que una verdad científica inalcanzable.

Lo que los psicólogos deberían saber desde ya es que nuestro cerebro no está cableado para encontrar la verdad sino para encontrar alivio ante un problema cualquiera, un problema que se aliviará encontrando un sentido y ese sentido por más falso que sea bastará con que nos resulte útil. «A mí me fue muy bien», es el argumento con más peso psíquico que se puede encontrar. Una herejía científica.

Naturalmente que la teoría de las constelaciones familiares es probablemnte falsa pero contiene algunas gotas de verdad: qué duda cabe que existe un espíritu familiar que se transmite de arriba a abajo a través de la imitación y de patrones de carácter, gustos, preferencias, ideas políticas, profesiones, enfermedades, sabor de las comidas, cosmovisiones, sin olvidar la teoría del trauma transgeneracional de Greene que aun se encuentra en discusión, algo así como que determinados eventos traumáticos o cierta tendencia a sufrirlos se trasmite de generación en generación como una especie de karma maldito.

Pero no es posible establecer equivalencias lineales entre los traumas familiares y las consecuencias sobre la salud actual de nuestros pacientes. Efectivamente, existe una especie de enmarañamiento de lo familiar, lo social, lo epigenético y lo individual que se constituye como una especie de ambigüo condicionamiento muy alejado de cualquier forma de equivalencia entre lo que sucedió y lo que nos sucede.

Ahora bien; las terapias que funcionan nunca lo hacen por lo que sus practicantes dicen. Las terapias funcionan por sus variables ocultas. De manera que el éxito de las terapias conocidas como «Constelaciones familiares» no funciona – si es que funciona- por lo que el constelador dice sino por otros aspectos.

Y la variable critica está en el terapeuta, simplemente hay personas que curan y personas que enferman sea cual sea la técnica que utilicen.

Dice Houellebecq a propósito del éxito de estas terapias:

Mas allá de la multitud de supersticiones pasadas de moda, ridículas o contradictorias, la New Age responde a un sufrimiento real provocado por una dislocación psicológica, ontológica y social.

La New Age manifiesta una voluntad real de ruptura con el siglo XX, con su inmoralidad, su individualismo, sus aspectos libertarios y antisociales; expresa que ninguna sociedad es viable sin el eje federador de una religión cualquiera, constituía una poderosa llamada a un cambio de paradigma. (M. Houellebecq).

Lo cierto es que mientras veia esta serie -en un ejemplo de sincronicidad- aparecieron en mi TL algunas sugerencias criticas sobre las constelaciones familiares, como si alguien quisiera convencerme de su futilidad.

Alguien me recomendó leer este articulo acerca de este mismo tema y cuando se lee un artículo hay que atender a los contenidos, es decir a los argumentos, pero también hay que atender simultáneamente a otro nivel de narración: qué es lo que el articulista defiende o pretende atacar o socavar, y por supuesto atender otra cuestión: desde dónde se defiende o se ataca un argumento.

El artículo en cuestión que procede del blog, -por otra parte interesante- y que se llama «La venganza de Hipatia», ya sugiere con su título sus contenidos: podría titularse también ·»Todo lo que sea verdad en psicología» y se limita a atacar esta terapia que inventó un tal Bert Hellinger básicamente con argumentos «ad personam«, un tipo con antecedentes de nazismo y de predicador, sin títulos universitarios que le legitimen para ejercer la psicología. Me suena mucho a los que tratan de criticar al psicoanálisis diciendo que Freud era un cocainómano y mantenía relaciones con su cuñada. ¿Y qué?

Lo cierto es que la psicología, del mismo modo que la psiquiatría necesitan una vuelta de tuerca y dejar de remitirse al método científico para discriminar lo puro de lo impuro. Digamoslo más claramente: en ciencias de la complejidad el método científico no hace sino empobrecer la disponibilidad de tratamientos significativos. He dicho significativos y no eficaces, pues no existe ningún tratamiento eficaz y seguro para las enfermedades mentales aunque a veces acertamos cuando operamos fuera de la caja.

Bibliografía.-

Transgenerational Actions of Environmental Compounds on Reproductive Disease and Identification of Epigenetic Biomarkers of Ancestral Exposures, [en línea], formato html. Disponible en:
http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0031901

Werba, Alicia. Transmisión entre generaciones. Los secretos y los duelos ancestrales, [en línea], formato pdf. Disponible en:
http://www.apdeba.org/wp-content/uploads/werba.pdf

1 comentario en “Placebo contra placebo

  1. Me alegra saber que ya conoce la nueva medicina germánica. No cura, pero las cosas que menciona son muy interesantes. Además de estar escrita por un Doctor.
    A mi me gusta la parte sobre los transtornos mentales o alteraciones del estado de ánimo que menciona que el individuo está así mientras resuelve el conflicto. Vamos, que llega a decir que está si para algo. Y que de no estarlo atentantaria sobre su salud física. Ya que hace una correlación organo-psique. Muy original este Hammer, en vez de preguntarse el porqué se pregunta el para qué. Aunque eso tambien lo menciona la cabala judia. Porque el porqué es de locos preguntárselo.

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