La causación descendente (II)


El post anterior terminó con una pregunta que pretendo ahora dilucidar. Era ésta:

¿Cómo se las arreglan los eventos psíquicos para provocar perturbaciones somáticas?

Bien, lo hacen a través de ciertos mensajeros que anidan en el inconsciente, pero para entender qué quiero decir es necesario hablar del concepto freudiano de represión.

Existen carreteras, autopistas y senderos y les llamamos experiencia, unas diseñadas por la filogénesis y otras construidas por el propio individuo, existen vehiculos que circulan por ahi a los que llamamos ideas o pensamientos y existen ocupantes y viajeros en ellos a los que llamamos emociones o afectos, también recuerdos. La carretera se encuentra vigilada por patrullas de policia que dan el alto a los vehículos a fin de ejercer controles sobre la circulación.

A la policia (represión) no le interesa la carretera (suelen apostarse por aquellas más transitadas y bien conocidas) ni los coches en sí sino los ocupantes y las mercancías. A la policia lo que le interesa son los viajeros, es a ellos a quienes censuran, registran, les obligan a controles de alcoholemia o escarban en sus maleteros en busca de materiales ilícitos.

Una emoción es una excitación neurovegetativa que busca esencialmente su descarga.

Y hay tres formas de descargar una emoción: en la realidad externa, en la representación mental o en la descarga endocrina o glandular (incluyendo el sistema nervioso motor y neurovegetativo).

Si la represión (policía) no deja pasar una emoción por el control, esa emoción toma el camino inverso y se convierte en una representación mental (descarga imaginaria) o en una sobrecarga nerviosa y endocrina que descarga su excitación en un lugar inadecuado (un órgano). Por ejemplo, la excitación sexual ha de descargarse a través de su órgano ad hoc (los genitales), el miedo en el corazón (fight or flight) a través del acto de correr o huir, la rabia a través del mismo corazón, pulmones, higado, etc. Existe pues una correlación entre la excitación reprimida y el órgano afectado y mucho mayor si además la descarga se realiza en un organo improcedente: por ejemplo la excitación sexual a través del ojo daria lugar a descargas escoptofílicas pero no genitales pues el ojo no está diseñado para descargar excitación sexual sino quizá para anticiparla.

De manera que los sujetos a fin de asegurarse la descarga de sus emociones realizamos ciertos trucos a fin de pasar los controles de la policia, se trata de estas estrategias:

  • No detenerse ante el control o atropellar a los agentes (catarsis)
  • Disfrazar u ocultar a ciertos pasajeros sospechosos a fin de que no sean reconocidos (mecanismos de defensa en general).
  • Parar ante el control y hacer bajar o entregar a la policia a ciertos pasajeros sospechosos (delaciones).
  • Dar marcha atrás a fin de no ser detenidos, huir a pie y abandonar el vehiculo (la idea o pensamiento).

De todas ellas la más frecuente y sutil es sin duda la estrategia del disfraz. De lo que se trata es de que ciertos afectos o emociones pasen desapercibidas el control, es por eso que solemos hacer estas cosas:

  • disfrazar un afecto intolerable para la policia por su contrario (formación reactiva)
  • decir que no conocemos al pasajero (anulación)
  • decir que fuimos obligados por una mafia a seguir aquel camino o que la policia está controlada por aquella misma mafia (proyección)
  • Y si todo falla negar nuestras intenciones fueren las que fueren (negación)

Lo interesante es recordar ahora que el disfraz sirve para no ser multados o detenidos por la policia dado que las emociones censurables no son todas ellas sino sólo aquellas que resultan intolerables en el código de circulación: el rencor, el odio, los celos, la codicia, la humillación, la envidia, etc.

De manera que a modo de una primera conclusión es posible afirmar que en la patología lo que tratamos de ocultar (disfrazar) es siempre una emoción intolerable, lo que es lo mismo que decir -contestando a la pregunta que hacia más arriba- que: los eventos psiquicos llegan a provocar patología porque van cargados o se le atribuyen sentidos emocionales que contienen «catexias»(en la jerga freudiana) afectivas intolerables y que tratan de pasar el control de la represión para descargarse. El inconsciente es pues el interface que transforma un evento psíquico en algo banal, benévolo o perjudicial para nuestra salud.

La mayor parte de las situaciones de la realidad son neutrales desde el punto de vista afectivo (carecen de carga) pero algunas de ellas rememoran en nosotros ciertas experiencias (carreteras) por las que solemos transitar por costumbre, por rutina como cuando vamos al trabajo cada dia siguiendo una mismo itinerario. La mayor parte de nosotros estamos habituados a seguir un mismo camino y no caemos en la cuenta de que existen alternativas, es por eso que la mayoria de nosotros reincidimos en una misma estrategia de disfraz cuando la realidad nos confronta con algo penoso, otros sin embargo son capaces de cambiar de ruta e incluso de descubrir nuevos itinerarios alternativos, otra de las caracteristicas de la patologia es la de reincidir en la propia experiencia (carretera) como si esa fuera la única posibilidad con lo que no consiguen sino encontrarse constantemente con la patrulla de policía y recurrir al disfraz.

Pero recurrir constamente al disfraz crea irrealidades en el autoconcepto y en la realidad interpersonal y llega un momento en que el conductor ya no sabe a qué atenerse respecto del resto de viajeros y como está acostumbrado a las multas y a las detenciones la culpa acaba instalándose en él de forma anticipada a cualquier viaje que se supone una repetición del anterior. No es inusual que la culpa y la emoción intolerable acaben fundiéndose -condensándose- una con otra como una forma más de disfraz y que la emoción original termine convirtiéndose en un sufrimiento inespecífico o una enfermedad. Es por eso que en todo sintoma neurótico nos vamos a encontrar con una emoción intolerable que ha hallado un mecanismo de descarga atípico (más allá de su zona erógena) adosado a la crueldad de la culpa que trata de disimular la descarga (orgasmo) de la emoción. Es por eso que decimos que en el síntoma hay un goce, algo que va más allá del principio del placer y que contiene los derivados del placer adosados a los restos de la culpa y su expiación.

A algunos de mis lectores se les puede ocurrir la siguiente idea: ¿Por qué no retirar a la policia de los controles de la experiencia y que cada emoción descarge como mejor le venga en gana?

Los que asi piensan tienen una idea inexacta de la función de la policía a la que ven solamente como un aspecto punitivo de la realidad subjetiva. En realidad la policia es un poderoso aliado del individuo porque le permite salir airoso de cualquier trance por dificil que sea. La policia es el más poderoso aliado del autoengaño, pues no es una entidad ajena a él mismo. La policia es el propio individuo y representa no sólo su parte moral sino una instancia que favorece la autoestima permitiendo al individuo ocultarse a sí mismo ciertas intenciones o carencias que podrían empeorar su autoconcepto de confrontarse directamente con la realidad.

De modo que lo que se reprime no sólo es el impulso instintivo inaceptable por inmoral sino todo aquello que empeora la autoestima o hace desmerecer al individuo en su ideal de autopromoción.

Los eventos o sucesos contienen casi siempre una carga afectiva y han de ser gestionados por la totalidad del individuo y no solo por un organismo alienado de aquél, es por eso que no existe patologia psicosomática sino una bilocación de la patologia que puede estar simultáneamente en dos sitios a la vez: puede ser representación mental sutil y puede ser condensación orgánica densa y es por eso que todo síntoma orgánico tiene sentido mental y todo acontecimiento mental cristaliza en un órgano determinado.

La variable crítica que determina el rumbo de un afecto o emoción cualquiera más allá del trajín de policias, experiencias y vehículos es sin duda el descubrimiento de nuevas rutas, es decir de la evolución de la conciencia individual. A cada nivel de conciencia le corresponde una ruta con sus fricciones del asfalto (fijaciones) y emociones idiosicrásicas. No es lo mismo una conciencia egocéntrica (narcisista) que una conciencia sociocéntrica o mundicéntrica. La mayor parte de la patología se adscribe a un nivel de conciencia narcisista donde el cuerpo del Tu está excluido. Diríamos que ciertas carreteras inscritas alli por la evolución han sido borradas o no han sido consideradas (denegadas), uno se limita a transitar por el camino conocido lleno de peligros pero tambien lleno de satisfacciones regresivas que pueden facilitar la descarga simultánea de dos emociones opuestas a la vez, por ejemplo ser (sentir como) hombre y ser (sentir como) mujer al mismo tiempo.

De modo que podriamos definir el inconsciente diciendo que es un órgano de ocultación y que los humanos estamos diseñados para saber algo en un lugar mientras lo ignoramos en otro. La patologia consiste en posicionarse en ese no querer saber.

Estamos pues divididos no sólo por nuestros hemisferios sino de serie, venimos de serie escindidos: esta es probablemente la razón por la que poseemos una conciencia recursiva, una conciencia que se sabe a sí misma. Es por eso que la vida es una continua guerra entre el organismo (cuerpo) y individuo (el Yo).

Ahora bien, nada de esto podria suceder sin lenguaje, es decir sin esa capacidad simbólica de narrar, de contar nuestra propia historia: las palabras no son sólo sonidos que vehiculizan intenciones de comunicación sino que son tambien el espejo del propio inconsciente. El inconsciente es un lenguaje regido por reglas gramaticales y semánticas. Es por esta razón por la que podemos llegar a saber algo de esas emociones que se ocultan a la mirada del policia, pues el policia -recordemos de nuevo- no es un policia del pensamiento y no se ocupa de las palabras sino de los afectos. Es esta la razón por la que nuestro conocimiento de esos afectos ocultos puede ser desvelado a través de las palabras.

Pues las palabras son los materiales con los que construimos tanto los vehiculos (ideas) como las carreteras (experiencias) e incluso a ese policia que es un enorme NO.

Visto desde fuera el organismo es un individuo (Tu) pero visto desde dentro soy Yo.

Este es precisamente el conflicto basal de todos los humanos, dilucidar qué es Yo de que es no-Yo es decir Tu, Eso o Aquello.

Y aqui está la clave del enfermar pues ¿qué es la enfermedad sino algo que se vive como ajeno al propio Yo?, ¿qué es la enfermedad sino la alienación con respecto a todas las emociones que hemos ido derivando al polo somático durante toda nuestra vida?.

Efectivamente la enfermedad es Aquello, lo ajeno.

La enfermedad es aquello que encontró satisfacción al otro lado del espejo: en el no-Yo.

22 comentarios en “La causación descendente (II)

  1. claro paco, es curioso y bonito a la vez comprobar como el perfil de conocimientos y experiencias de cada uno de nosotros nos facilita un punto de observación (complementario) de la poliédrica y holográfica realidad…
    …instalado en mi propio sesgo me permito considerar que diversas informaciones parecen anunciar que ha llegado el momento de echar un vistazo realmente al mecanismo que enlaza esos diferentes niveles de una sola realidad a los que haces referencia en la pregunta que planteas al principio del post: «¿Cómo se las arreglan los eventos psíquicos para provocar perturbaciones somáticas?»…
    …ya sabemos que lo interesante realmente son las preguntas… las respuestas vendrán (de hecho ya están aquí) por añadidura, y ellas servirán (de hecho ya lo están haciendo) para plantear nuevas preguntas, pero en otro nivel… tenemos tanto por aprender y descubrir!

    feliz año para todos los lectores de este blog!

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  2. Por asociación con la última parte de esta segunda parte me vienen a la cabeza los últimos versos del poema de Borges «El sueño»:

    Seré todos o nadie. Seré el otro
    que sin saberlo soy, el que ha mirado
    ese otro sueño, mi vigilia. La juzga,
    resignado y sonriente.

    Este conjunto de asociaciones me hace preguntarme: ¿ EN QUE MEDIDA SOMOS EL QUE TENEMOS QUE OCULTAR? ¿Conseguimos realmente que lo que reprimimos NO SEA?

    Y, ¿CÓMO PODEMOS IMPLEMENTAR LA CONSCIENCIA SOBRE LO QUE NO-SOMOS?

    En definitiva, ¿cómo podemos llegar a un trato continuo y duradero con la policia mental censora?

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  3. El problema es que tanto «eso» como «aquello» es tambien Yo auque lo computemos como no-Yo y es por eso que siempre vuelve, nos vuelve.
    Con respecto a tu pregunta sobre el trato continuo y duradero con la policia, te recomiendo desmilitarizar a la propia policia, llegar a un trato con ellos, sentarse a fumar un pitillo prohibido con ellos aunque sea a escondidas, en el water.
    Hay otra forma aun mejor y es alcanzar un nivel de conciencia expandida donde la policia ya no haga falta y dejarla tan solo para el trafico vulgar.

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  4. Paco excelente artículo y tambiénme parecen extraordinarios los comentarios de los compañeros. No puedo añadir más, sino releer los trabajos y luego trataré de construir coherentemente algunas de mis dudas.

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  5. La descripción de los procesos psicosomáticos como si fuera una película de cine negro me ha parecido genial. Con delaciones, huidas, mafias. Con razón dicen que los italianos tienen un talento artístico especial. Crear la mafia no es cualquier cosa, qué sería de ese YO sin el TÚ. La primera persona existe con referencia y en oposición a la 2ª y a la 3ª, sin ellas el YO no existiría.

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  6. Preguntabas qué me parecía como concepto ‘bilocación’. Me parece que ‘correlación’ expresa la interconexión-relación entre la partes; en tanto bilocación’ hace referencia a la presencia, en este caso de la patología en dos sitios, sin aludir a ninguna dinámica interna. No me doy cuenta si se trata sólo de una diferencia semántica.
    Entonces, más que una causación, habría una manifestación simultánea de la falta de integración de las partes, o sea de la alienación que mencionas. La simultaneidad no es obvia en principio, pues no hacemos caso de la alienación hasta que no se presentan los síntomas.
    Sí, la enfermedad es la alienación -y la ignorancia, al no poder dilucidar qué es Yo de qué es no-Yo-, el desafío es lograr la integración… la dificultad para lograrlo es que haya encontrado satisfacción.

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  7. Según lo que se viene diciendo parecería que la enfermedad se va generando en la medida en que vamos haciendo dos cosas (al menos): Una metiendo cosas y cosas debajo de la alfombra y dos mirando a otro lado.

    Luego: deje de meter más cosas debajo de la alfombra y deje de mirar a otro lado si se quiere mantener sano. ¿No?

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  8. Todo lo que no es Yo, es no-Yo por lo tanto no se encuentra dentro del influjo de nuestra mente. Pero aquello que rechazamos no deja de pertenecernos y adquiere su propia logica viva o información que nos compete, es por eso que siempre nos vuelve, creo.

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  9. En el modelo de cosciente-inconsciente, ¿Yo sería equivalente a mente consciente? ¿y no-Ýo al inconsciente?
    Creo que lo que rechazamos no es que nos ‘vuelva’, si no que siempre está ahí… debajo de la alfombra…

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  10. Esa policía que decide lo que es o no aceptable debería ser auditada por una brigada anticorrupción. ¿de qué pretende librarnos en realidad? ¿por qué algo debería ser inaceptable? Quizás muchos de los juicios que emita esta policía sean insoslayables por proceder de instancias arcaicas muy ligadas a lo que somos o hemos sido, pero otras muchas son en cambio interpretadas a la luz de informaciones inculcadas por lo social. Lo social estaría entonces un paso más arriba en la causación descendente, pasando luego a la lo psíquico y a lo somático. La información errónea genera un excedente de policías en nuestra mente. Los sapiens debemos comenzar a cuestionar todo lo que entra en nuestra mente, antes de que la mente nos cuestione a nosotros.
    Excelente post.

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  11. Si Agustin pero quien controlará a la Brigada anticorrupción. Si te das cuenta los individuos tenemos los mismos problemas que los Estados, todo fluye enmedio de una sospecha generalizada, es por eso que Montesquieu inventó la división de poderes que en España nuestros politicos se pasan por el forro de la chaqueta.

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  12. Paco, totalmente de acuerdo en que lo social, lo político, es un reflejo de nosotros mismos. Esa «brigada anticorrupción» es el cambio propio, la expansión de la conciencia; pero por otro lado en tanto que los que nos representan no están reflejando un cambio que yo creo que ya se está produciendo debemos exigir también un cambio político acorde con nuestro nivel de conciencia. No sé si estaré muy equivocado, pero creo que hay un creciente sentir generalizado sobre el hecho de que la política como la conocemos ya no nos representa.

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  13. Pero, quizás no todo pueda ni deba ser sanado, posiblemente los síntomas neuróticos estén ahí tambien para proteger al padeciente de otra cosa peor, cuando saltan los plomos de la luz nos produce gran malestar, pero, puede evitar que se produzca un cortocircuito que incendie la casa que sería un mal mucho mayor.

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