Más allá de una ética superyoica

Aquellos de mis lectores que leyeron el post anterior recordarán que en la metáfora óptica iluminada por el mito de la caverna, había un muro, un tabique o mampara detrás del prisionero (P) y que esa mampara era la que desdibujaba los objetos proyectados por la luz de la hoguera (H). Quedamos en que esa mampara era el Superyó o la Censura onírica.

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