El egregor y sus tipos (IX)

La locura tiene método (Shakespeare)

Aquellos que leyeron el post anterior ya saben qué es un egregor: una plataforma informacional no energética que ni se crea ni se degrada y que está disponible como si se tratara de planos de datos que aportan información y que es necesario -a través de la hermenéutica- organizar para que constituyan algún tipo de conocimiento sobre el mundo.

Sigue leyendo

La mente extendida: escritura y contabilidad (XVI)

La tela de la araña es una continuación de su sistema nervioso, fuera del individuo. (E. Bruner).

Dice Emiliano Bruner en este articulo que:

«La tela de la araña es algo externo a su cuerpo, hecho por la misma araña, pero el El sistema nervioso, sensorial y cognitivo de la araña necesita de la tela para completarse. La araña siente el mundo, entiende el mundo, razona sobre el mundo, y toma decisiones sobre el mundo, a través de un sistema continuo hecho por sus neuronas, sus órganos sensoriales, y sus hilos de seda. La tela es una continuación de su sistema nervioso, fuera del individuo. Sin tela, además, la araña se muere, porque su nicho ecológico y cognitivo depende de ella. Asimismo, nuestra tecnología es nuestra telaraña, pues nuestra cultura y nuestra cognición dependen estrictamente de ella».

Sigue leyendo

Cerebros jibarizados

 

Jibaro2

Como mis lectores ya saben mi profesión es la de psiquiatra, lo que es lo mismo que decir que soy un escuchador profesional. Más de 34 años de ejercicio profesional me han proporcionado un sólido observatorio subjetivo sobre por donde andan las quejas, los sufrimientos y los dilemas humanos, así como las patologías y las enfermedades mentales y sus correlatos corporales.

Sigue leyendo

Demasiada personalidad

El poder ya no opera a través de la restricción del deseo sino a través de la diseminación y la legitimación de todos los goces (M. Foucault)

mascara

Aquellos de ustedes que hayan leído el post anterior ya sabrán a estas horas qué es la personalidad, algo que también pueden leer aquí o aquí. De manera que no voy a volver a definir qué cosa es la personalidad sino para recordar que los trastornos de personalidad no son exactamente enfermedades mentales clásicas: no son depresiones, ni manías, ni esquizofrenias, ni psicosis, ni obsesiones-compulsiones y a pesar de ello en los que padecen uno de estos trastornos es posible hablar de un «cómo si».

 

Sigue leyendo