¿Don o maldición? (VI)

Los que leyeron el post anterior ya saben a estas horas que la teoría de Dabrowsky sobre la personalidad es sin duda una teoría revolucionaria o al menos innovadora en nuestra concepción de conceptos como «adaptabilidad» y «conformidad» a los que de alguna manera pone patas arriba en tanto en cuanto supone que existen muchos individuos que son incapaces de encajar en esas reglas no escritas que componen una cultura cualquiera.

Pero nos equivocariamos si creyeramos que esas dificultades para encajar siempre se dan en personas con AACC o personas muy inteligentes, en realidad Dabrowsky comenzó sus investigaciones con población general y solo en un segundo tiempo comenzó a estudiarlas en población con altas capacidades.

Pero en realidad hay otros muchos autores que han pensado sobre lo mismo, por ejemplo aqui hay un articulo de una psicoanalista que en 2016 hablaba de un síndrome de inadecuación esencial. Hay que recordar que en medicina la palabra esencial significa que no conocemos sus causas, lo que es lo mismo que decir que algunas personas traen consigo una configuración genética que les impide encajar en lo que entendemos como adaptación al medio. No me refiero solo a ciertas neurodiversidades como el autismo, el Asperger o el TDH sino a casos mucho más frecuentes que en alguna parte se han calificado como hipersensibles o PAS (personas altamente sensibles) Incluso se ha hablado de una neurosis cruzada: la que viene de serie y la que se produce como efecto de considerarse una persona estigmatizada simplemente por el hecho de sentirse diferente. Quizá también el concepto de «ego deplection» tenga algo que ver con eso, pues no hay nada mas agotador que intentar encajar en unos valores o unas reglas que carecen de sentido para quien las observa. Lo importante ahora es comprender que ese agotamiento o experiencia de ser diferente no es necesariamente una vivencia infantil, a veces es mucho más tardía y puede darse en personas adultas, esas que un buen día y a raíz de alguna decepción encajada después de un tiempo de muchos esfuerzos terminan por «arrojar la toalla» y propiciar un cambio de vida radical que puede ser catalogado por sus pares como una especie de enloquecimiento.

No voy a ocuparme pues de las personas de AACC sino de las personas comunes que llamamos «altamente sensibles».

El sufrimiento de los altamente sensibles.-

Si hay una palabra común que pueda describir a los sujetos hipersensibles esta sería «intensidad». Intensidad perceptiva y sensorial. Una característica bastante frecuente en la población general y que llega al 20% de ella según su descriptora Eloine Aron.

La sensibilidad en el procesamiento sensorial es un rasgo del temperamento y que nos viene de serie. Es altamente heredable, de modo que no es raro que un niño altamente sensible (en adelante PAS) tenga al menos uno de sus progenitores con la misma característica.

La sensibilidad es un parámetro que discurre en un «continuum», de modo que podemos hablar de personas sensibles y personas con poca sensibilidad. El trabajo de Aron está relacionado con los casos extremos es decir con las personas altamente sensibles (PAS)

En realidad este rasgo ya había sido descrito por Jung y es de aplicación en su caracterología, recordemos que para Jung había cuatro pilares en nuestra personalidad: pensamiento, sentimiento (racionales), intuición y sensación (irracionales). Y que a la vez cada uno de estos items podía ser modificado por la introversión y la extroversión de tal manera que una persona con predominio de pensamiento introvertido puede a su vez presentar una intuición extravertida, dando lugar a configuraciones muy complejas que Jung resumió en un test que puedes encontrar aquí si quieres autoadministrartelo  para conocer tu patrón caracterológico.

En este sentido sensación sería una característica que representa el método por el cual una persona percibe la información. La sensación significa que una persona cree principalmente en la información que él o ella recibe directamente del mundo externo a través de los canales sensoriales que son vista, tacto, gusto, olfato, oído pero también – y tal como supone la medicina tradicional china- la interocepción y el pensamiento.

Una persona sensible seria aquella que puntúa alto en la dimensión «Sensación» del test de Briggs-Myers.

Las personas sensibles y altamente sensibles se caracterizan por tener unos órganos de los sentidos que perciben alrededor de un 10% más que el resto de personas y es un rasgo que ya podemos observar en la infancia: son niños que perciben y se asustan con los ruidos fuertes, con la luz (parece que tuvieran fotofobia), con los olores y las texturas de los alimentos o de los juguetes, de las sabanas o las alfombras. No toleran los gritos ni las peleas ni la alta expresión emocional (EE). Son niños que suelen describirse como muy observadores o curiosos y que perciben hasta los pequeños detalles de las formas, dibujos o sonidos, pequeños detalles que pasan incluso desapercibidos para sus progenitores. Captan melodías y cantan con facilidad, recuerdan dónde están las cosas y pueden dejar estupefactos a padres y cuidadores por detalles que recuerdan a muy temprana edad como por ejemplo donde se encuentra un objeto extraviado por su padre.

Saben qué objetos pertenecen a su padre, a su abuelo o a cualquier otro miembro de la familia y por supuesto saben como el resto de los niños lo que les pertenece.

Son personas que disfrutan con el movimiento y las sensaciones físicas, el deporte es uno de los refugios de los sensibles, pero también el baile, el juego intenso y los baños de mar.

Destinos de la hipersensibilidad.-

La alta sensibilidad puede derivar en múltiples itinerarios por su vecindad con otras condiciones de la personalidad a medida que el niño se va desarrollando. Uno de los vecinos de la alta sensibilidad es la empatía.

Una empatía que ya podemos observar en la primera infancia: se trata de niños orientados hacia la ayuda, que procesan las necesidades de los demás y que caen pronto en la cuenta de «a quién le falta algo».

La empatía y la hiperempatía son características asociadas mas comúnmente a la alta sensibilidad. Es la capacidad de ponerse en el lugar del otro, pero también ofrece un lado oscuro como comenté en este post. Son personas que parecen adivinar los pensamientos e intenciones de los demás pero también tienen un alto mimetismo con los otros significativos y suelen identificarse con frecuencia con personas de su entorno y personajes míticos o épicos. En un viejo post donde analicé la personalidad de Siri Huvsted vienen descritas las peripecias de esta persona en su libro «La mujer temblorosa». Lo que interesa en estos momentos de esta persona que evidentemente presentaba un PAS desde muy niña son sus antecedentes :

Se trata de una paciente con antecedentes de múltiples afecciones curiosas: la primera es una migraña crónica que sufre casi a diario y a veces ya al levantarse de la cama, digamos que convive ya ahora (a sus 50 años) con ese dolor que fue en su juventud mortificador, tanto que se hizo explorar por más de un neurólogo e incluso llegó a ingresar en un Hospital para un examen más profundo que no reveló (como es natural) nada anormal pues la jaqueca se caracteriza -como muchas de las enfermedades que conocemos los psiquiatras por su invisibilidad- por la falta de pruebas objetivas o lesionales a las que referirla. El caso es que la migraña de Siri no es ninguna broma e incluso poseía auras en forma de alucinaciones visuales liliputienses que anticipaban un próximo ataque. Además tenía accesos de parestesias, una extraña sensación de electricidad que le recorre el cuerpo y que para Siri son temblores en versión reducida y que a veces también le suceden durante su exposición en público.

Más que eso, a veces -más adelante declara- haber tenido alucinaciones auditivas, igual que sus dos hermanas, haber tenido cenestopatías, es decir la sensación de ser lanzada contra una pared o de ser abducida por una fuerza sobrenatural y mantener conversaciones con su doplenhanger, su doble benévolo.

Como podemos observar Siri padecía lo que Baumeister ha llamado «ego deplection» es decir una especie de agotamiento sensorial que se manifiesta con síntomas conversivos (histéricos), y bloqueos emocionales; la jaqueca o migraña que es un síntoma característico y algunos síntomas cercanos a la experiencia de intrusión que encontramos en los esquizofrénicos, también son relevantes las alucinaciones auditivas que nos recuerdan a la esquizofrenia sin serlo. Hoy sabemos gracias a Jim Van Os que las alucinaciones auditivas son muy frecuentes en la población general y han dejado ya de ser patognomónicas de la esquizofrenia.

Es lógico que una persona que «siente y percibe demasiado» termine en un estado de agotamiento del Yo. La alta sensibilidad puede ser un don pero también una fatalidad.

Es un don para los artistas, y hay que diferenciar aquí entre los artistas plásticos, los músicos y los escritores. Hay ciertas diferencias entre ellos aunque la creatividad les una a todos. No es lo mismo pintar cuadros que escribir poemas o componer sinfonías mucho más ligadas al mundo interior, a la intuición y al sentimiento. Unos están mas cerca del mundo interno y otros más cerca del mundo sensorial. Aquí juega su papel la intuición extro e introvertida. Pero lo que caracteriza a un PAS es que la música le estremece, igual que un película de miedo o la contemplación de una obra de arte, ( ver síndrome de Stendhal) no es una cuestión de gustar o no gustar, es una condición cuantitativa. Es por eso que a menudo son tildados de exagerados, entusiastas, infantiles, excéntricos o histéricos. Es por eso que la alta sensibilidad deriva bien en producción activa de una u otra clase creativa y también explica -a través de la teoría de la ego-deplection– la patología psicosomática y las patologías mentales derivadas del agotamiento sensorial.

Otra de las condiciones asociadas y vecinas de la PAS es el TDH. Con esta afección comparte un síntoma característico: la distraibilidad. Una persona sometida a esa tormenta sensorial y/o perceptiva puede aparecer como ensimismado, con un parloteo mental constante, tendencia a la ensoñación y a parecer distraído y poco interesado en su medio social o ambiental. Al tiempo que puede presentar impulsividad en otras áreas de su vida.

Los trastornos de identidad son frecuentes en estas personas, reciben tantas impresiones sensoriales y tienen tantos intereses merced a su curiosidad que no terminan de forjar una identidad propia desgajada del común. Conocí un caso de una persona afecta de PAS -cuando este diagnostico no era aun conocido- que anduvo toda su adolescencia dudando de cual era su letra, su verdadera letra pues acababa siempre «copiando» la de sus compañeros. hasta que se decidió por una definitiva pasaron muchos años y nunca quedó satisfecho con ella. Esta duda también se presentó cuando tuvo que elegir estudios pues todo le interesaba, tanto las ciencias como las letras, los deportes y el arte. No fue fácil para él decantarse por una elección concreta aunque nunca se desprendió de otros intereses.

La búsqueda de la soledad o el aislamiento social es otra de las posibilidades de defenderse de esa intrusión constante de estímulos extra o intracorpóreos. El gusto por la soledad es muy frecuente en adultos PAS, del mismo modo que la timidez o la fobia social lo son entre los adolescentes PAS, así como la sensación de ser un «bicho raro».

Otro destino de ciertos individuos PAS es la elección del control como mecanismo de filtraje de los estímulos externos a fin de evitar el bloqueo y el estrés. Entonces hablamos de «perfeccionismo» y el diagnóstico de TOC nos viene a la cabeza, sin embargo hay muchas diferencias entre ambos tal y como se puede ver aquí.

En el plano sexual podríamos decir que a ambos sexos les gusta mucho el sexo como experiencia física que es, pero tiene un problema para los hombres: la disfunción sexual (eyaculación precoz) mientras que las mujeres sensibles son de «orgasmo fácil».

En conclusión la hipersensibilidad no es una enfermedad sino un rasgo temperamental desde la cual el individuo va a ir desplegando una serie de mecanismos de defensa para evitar el agotamiento así como ciertos rasgos que va a consolidar con el tiempo dependiendo de su «elección» y la construcción de su personalidad.

Y sin duda explica el modelo de sobredeterminación que los sistemas complejos despliegan a partir de una única causa o dimensión.

Si el lector ha llegado hasta aquí y está preguntándose si su hijo o hija serán PAS pueden visitar esta pagina donde Eva Perea da algunos consejos para la educación de estos niños y no cometer demasiados errores.

Asociación de personas con alta sensibilidad

Niños con alta sensibilidad

Si quieres saber si eres PAS puedes hacer este test

Otro de los destinos de las personas altamente sensibles en la edad adulta es la búsqueda espiritual. Y aqui añado un texto que un lector del blog me ha dejado en los comentarios y que encaja perfectamente con uno de los itinerarios de los PAS.

Lo que ha ocurrido desde la Ilustración es algo asi como un «exceso» de verdad, autoconciencia y autoconocimiento tiene una capacidad altamente disolvente de la Persona, ese sucedáneo, pero, necesario constructo, al que consideramos, sin serlo, nuestra identidad.

Jung lo explica muy bien en el capítulo «Fenómenos consecutivos a la asimilación del inconsciente» de su libro «Las relaciones entre el yo y el inconsciente».

La «disolución de la Persona» tiene unas importantes consecuencias para el sujeto en forma de un empeoramiento notable de su situación, mucho mas grave que antes, cuando solamente era atormentado por su neurosis primigenia (de ahí hablar de neurosis cruzada o doble).

Pero la cosa es que sin disolución de la Persona no puede haber individuación, ni Centauro, ni Hombre Cósmico, ni nada parecido, ya que el proceso no se inicia porque simplemente no es necesario que se inicie.

Creo que la New Age ( ¿No será también la New Age otro nefasto producto posmoderno? ) ha podido contribuir a la sobremitificación general del concepto transpersonal confundiéndolo quizás con lo transyoico. Algo que ya señaló Wilber cuando habló de la falacia pre-trans.

Entiendo lo transpersonal como lo que está mas allá de máscara, no lo que está más allá del yo. A mi juicio, creo que lo que está más allá de la máscara, trascendiéndola, es el individuo psicológico, y lo que está más allá del yo, trascendiéndolo, es el Todo.

Hablaba de lo de verse obligado a la realización del proceso, porque, siento que es literalmente así, al menos desde la perspectiva del yo consciente.

De lo anterior se deduce que este itinerario que puede llevarnos hacia una psicosis inflacionaria debe ser evitado.

El objetivo común debería ser intentar conseguir una identificación con la Persona y una adaptación social sanas y coherentes. Significa que es tan peligroso el interpretar todo en clave de psicopatología como intentar negar la psicopatología como si fuera un subproducto del genio, de las altas capacidades o de la sobredotación.

El otro camino, el de la individuación consciente, es para una minoría y no todos regresarán del Inframundo, permaneciendo durante años o quizás el resto de sus días, crucificados, muertos en vida.

Aunque la gran mayoría de las personas al no tener desarrolladas o incluso reprimidas sus funciones reflexivas e introspectivas no correrán riesgo alguno permaneciendo a salvo.

Mucho mejor para ellos.

Destetados

Aquellos de ustedes que leyeron mi ultimo post sabrán que allí me preguntaba si el apego de los niños y las niñas tenia alguna diferencia. Hice una pequeña encuesta en twitter para averiguar cual era la opinión de otros usuarios y ver si coincidía con la mía. El resultado fue positivo, el 61% de los encuestados estaban de acuerdo en que el apego de los niños con su madre era más intenso y duradero que el de las niñas. Más tarde pregunté sobre otra cuestión ¿Cual era la causa de esta diferencia? Aquí he de decir que no obtuve ninguna respuesta satisfactoria pero si alguna pista.

Y la pista mas valiosa que he encontrado fue la que me dio una psicóloga a la que apenas conozco, y me dijo brevemente: «la relación entre madre e hija es obvia y la semejanza tiene como dos destinos, uno la separación y otro la apropiación. No se si lo digo con sus mismas palabras pero esto es lo que a fin de cuentas comprendí.

Lo que sugiere esta respuesta es que la semejanza (sexual por supuesto) opera como un separador, como desencanto en la niña y como aliciente – la diferencia- en el niño. Algo que por cierto ya había dicho Freud con otras palabras: para él , la niña se decepciona de la madre cuando se da cuenta de que no tiene pene. A mi esta explicación nunca me gustó demasiado porque los niños no comienzan a interesarse por las cuestiones sexuales hasta los 4 años más o menos, pero la observación de diferentes tipos de apego es anterior. Los 3 años pueden ser un buen observatorio para explorar estos tipos de apego.

Naturalmente no tenemos ningún instrumento para medir la intensidad del apego, pero tenemos a nuestra disposición algunos métodos observacionales: la ansiedad de separación y la angustia del extraño que no son la misma cosa pero suelen manifestarse en el mismo paquete.

Los niños comienzan sentir ansiedad de separación hacia los 8 meses y protestan ante la partida de la madre, cuando ha de ir a trabajar o cuando han de llevarle a la guardería, las despedidas en las filas de los colegios de primera infancia suelen ser dramáticas al menos los primeros días y lo primero que se observa es que no todos los niños de la fila tienen la misma madurez, puesto que en esa edad una diferencia de tres meses es suficiente para marcar la diferencia. Los niños suelen requerir la presencia de la madre para jugar y suelen llorar o mostrar enfado si la madre no les mira, no juega o no se somete a sus normas con el juego.

Lo mismo sucede a la hora de dormir, un verdadero ritual para niños y madres, con lecturas, acompañamientos y compañia de cama. Los niños exigen mucho de sus madres y durante cierto tiempo, niños y niñas no muestran ninguna diferencia significativa en cuanto a la manifestación de su ansiedad de separación. No olvidemos que el mayor terror de un niño es el abandono y la separación -no es un abandono para nosotros-, puesto que se recupera a la madre, pero para un niños la separación debe ser una herida emocional que ha de resolver con sus propios medios. Las heridas emocionales no son traumas con T sino traumas con t, es decir son fisiológicos y forman parte del neurodesarrollo. La repetición del estimulo acabará por configurar un sentimiento de comfianza en el niño, sabe que inevitablemente la reunión se producirá con el tiempo, aunque el tiempo para un niño no es el mismo que para un adulto, más que eso, el niño tarda mucho tiempo en poder procesar el tiempo en términos cronológicos aproximados a la realidad del discurrir de las horas.

Pero el apego de los niños es feroz si lo comparamos con el de las niñas y se mantiene mucho más allá de los 4 años, mientras que las niñas durante ese tiempo 3-4 años son capaces de 1)controlar esfínteres 2) comer solas 3) ir solas al baño 4) establecer vínculos con otros niños y 5) elaborar frases con sentido y comunicarse de una forma más clara con otros 6) conocen más palabras sueltas. 7) sus juegos son más sociales y más complejos.

Dicho de otra manera: las niñas maduran antes.

Mi hipótesis es que este adelanto de las niñas hacia los niños (un adelanto que se mantendrá durante toda la primaria) se debe a haber superado la ansiedad de separación con más rapidez que los niños. Las niñas se relacionan con su padre de otra manera bien distinta a como lo hicieron con su madre y aunque los roles son intercambiables todos sabemos como las niñas se vinculan muy amorosamente con sus padres y con mayor rivalidad con sus madres, y como los niños a su vez lo hacen con sus madres, si bien los niños también están muy interesados con sus padres aunque este cariño o admiración no les hace renunciar a esos rescoldos del apego materno con el que conviviran mucho tiempo. Con el padre no entrarán en franca rivalidad hasta los 12- 13 años.

El suficiente hasta la madurez sexual pues un niño es un niño hasta que tiene relaciones sexuales, no porque las relaciones sexuales le conviertan en adulto sino porque para mantener relaciones sexuales hay que dejar de ser niño. El sexo no admite juegos, es algo muy serio. Podríamos decir que un adolescente varón transfiere pronto o tarde, a un sustituto materno ese apego infantil que quedó interrumpido por la madurez sexual. La actividad sexual por su parte no precisa apego ni amor, me refiero a los primeros escarceos donde el chico fluctúa de un ligue a otro sin necesidad de querer o amar a ninguna. Lo mismo sucede con las niñas en la adolescencia.

Sin embargo la mujer no necesita reeditar su apego con su madre con sus parejas sexuales pues ella misma es una mujer encarnada y tiene lo que hay que tener para seducir a los hombres, pero ha de pasar por el padre, ha de atravesar la ley paterna para estructurarse psicológicamente en la vida. esta etapa puede ser trágica con su madre a la que puede llegar a sentir como un policía de sus sentimientos o como alguien que le niega su sexualidad.

Los que si reeditan sus heridas emocionales son los padres a través de sus hijos, pues obviamente la madre también tiene apego por su hijo, de no tenerlo ningún niño sobreviviría, el apego es para siempre y nos afecta a todos, hombres y mujeres con o sin hijos. Los hijos simplemente nos obligan a revisar los nuestros y reeditarlos, es decir reescribirlos en tiempo real.

Luciano Lutereau es un psicoanalista argentino especializado en niños que ha escrito y dictado múltiples seminarios (que podéis visualizar en youtube). El libro que preside este post es uno de los que más me han gustado de todos los que he leído de él. Y aunque no estoy de acuerdo con todo lo que dice estoy muy en la linea de su manera de hacer divulgación sobre temas que hasta ahora el psicoanálisis trataba de una forma espinosa y siempre en cenáculos de especialistas. Luciano lo que hace es descender al mundo de las preocupaciones de los padres y casi sin querer decepcionarles acerca de la posibilidad de ofrecer literatura de autoayuda, en un tema que en cualquier caso lo que precisa es algo de contra-ayuda, es decir transmite la idea de que no existe una crianza perfecta ni una crianza buena o mejor que otra. Algo que no es baladí puesto que vivimos en una época insólita, sin comparación con cualquier otra anterior en cuanto a las preocupaciones que los padres tienen con la crianza de sus hijos.

Esta preocupación es un efecto secundario de la época en que vivimos y los padres tienen una sensación difusa de que algo están haciendo mal cuando sus hijos presentan alguna dificultad, en la separación, en el control de esfínteres, el el sueño, en el rechazo de la comida, en su socialización con otros niños o en el progreso del lenguaje.

Demasiadas preocupaciones sobre las que penden amenazas inconcretas en forma de diagnósticos psiquiátricos, como el autismo, el TDH, el negativismo desafiante o el mutismo selectivo. Conozco demasiados casos de falsos positivos en todos estos diagnósticos para rechazar el sentido común de Lutereau cuando afirma que un diagnósticos psiquiátrico es siempre algo a demostrar (no confundir con los neurológicos) y que muchas veces obedecen mas a dificultades de los padres para trajinar con aquella reedición de sus apegos que en una verdadera patología de sus hijos.

No basta con cumplir criterios para un trastorno u otro, hay que valorar la dinámica familiar y ver que está sucediendo en el obscenario.

Y recuerde, mas allá del trauma con T (negligencia, maltrato o abuso sexual) no hay crianzas buenas ni crianzas malas, ni por supuesto existe una crianza con apego, con teta o sin teta, pues el apego nos viene de serie a hijos y a padres aunque lo hayamos olvidado.

Y un epilogo: la teta es la metáfora del apego para todos los niños pero no para las niñas que en cualquier caso representarán en su cuerpo -a veces con cirugías innecesarias- ese fetichismo de los niños. Pues eso es el fetichismo, una metáfora.

La psiquiatría y la psicología evolucionista: una extraña pareja.

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Marco del Giudice es un profesor de psicología de la Universidad de Nuevo Méjico muy interesado en la intersección entre el evolucionismo y la psicopatología y que recientemente ha publicado un libro acerca de estos tópicos que son los que voy a comentar en este post. al menos algunos.

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Las tres caras de Eva

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Recientemente he vuelto a visionar la película de 1957  «Las tres caras de Eva» debido a que necesitaba documentarme sobre «personalidad múltiple» en relación con mi curso-seminario sobre «La traumática historia del trauma».

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