Sobrevivir en el colegio (III)


Los que leyeron el post anterior ya saben que existe una brecha de género en el suicidio consumado y que esta brecha señala favorece a las mujeres. Las razones conocidas de esta diferencia son múltiples:

  • Está demostrado que las mujeres tienen más depresiones que los hombres, pero también es cierto que buscan más ayuda profesional que los varones y consumen más terapias y psicofármacos que ellos..
  • Las cifras de suicidio consumado aumentan con la edad y son más numerosas en los hombres.
  • Los hombres utilizan métodos más letales que las mujeres, sin embargo los parasuicidios o los intentos de suicidio son más frecuentes en las mujeres.
  • En el rango de edad 12-19 parece que ha habido un aumento de los suicidios de las chicas hasta el punto en que parecen haberse igualado las cifras.
  • Esta ultima evidencia ha sido señalada por múltiples autores del mismo modo que el aumento de problemas de salud mental ha sufrido un incremento de frecuencia entre las chicas jóvenes al menos desde 2020 (el año de la pandemia) hasta hoy.

¿A qué se debe este incremento?

Los que leyeron el post donde hablé del libro de Haidt y Lukianov y el posterior donde abordé la especial problemática de la i-gen o generación Z ya sabrán cual es la hipótesis que manejan estos autores: las redes sociales son las responsables de este incremento. Pero yo no estoy de acuerdo con esta hipótesis y por eso escribo este post que espero que contribuya a esclarecer este espinoso asunto. Adelanté ya en mi ultimo post que defiendo una hipótesis: la de la socialización.

Esta hipótesis sugiere que chicos y chicas tienen distintas formas de socializar, pero me gustaría recalcar que el colegio es para los chavales su universo, su mundo y es allí donde se dan cita -mucho más que en la familia- los traumas más intensos e invalidantes para las generaciones jóvenes. Supongo que esta idea no gustará nada a los profesores ni a los psicoanalistas y todos aquellos terapeutas que ponen el foco en la crianza para explicar las complicaciones psicopatológicas que podemos observar en nuestro jóvenes. Sin embargo es necesario decir que un profesor es una persona que puede cambiar tu vida para bien y para mal, tanto como un terapeuta.

En el colegio, en primaria y secundaria, es donde cada niño ha de sacar a entrenar sus dos yoes, el emocional-social y el cognitivo-racional. Los niños pueden tener un buen desarrollo cognitivo, incluso presentar altas capacidades o estar mas a la izquierda en la campana de Gauss pero en cualquier caso para sobrevivir en el colegio es necesario socializar, esto es formar parte del grupo y porqué no decirlo: someterse a la dictadura de la mayoría. Es el individuo el que ha de hacer el esfuerzo de adaptarse al grupo y no al revés, pues como dice mi amigo Recuenco, ellos son más.

En los chicos los deportes de equipo, la competencia individual en ellos marcan jerarquías , mientras que este fenómeno no se aprecia en las chicas o sólo como mimetismo inducido . Ellas valoran sobre todo la integración y estarán dispuestas a amputar habilidades cognitivas que en definitiva no les aportan nada en cuanto a sus intereses: ser populares y ligar. Y no solo a ocultar estas habilidades sino sobre todo a sacrificar su autoestima con tal de aparecer como empáticas y necesitadas de comprensión y apoyo. No hay que olvidar que las chicas socializan siempre a través de la conversación con sus iguales tal y como nos contó Amanda Rose con su concepto de la co-rumia, una forma de regurgitar en casa los problemas de una amiga e identificarse con ellos. Lo que explica el mimetismo que ejercen entre sí un grupo de chicas y el porqué estos fenómenos parece que se contagien de unas a otras.

Evidentemente las redes sociales favorecen este contagio al prolongar los contactos entre amigas fuera del horario escolar, es como si mantener estos contactos por redes universalizaran el dolor percibido en otras, pero en mi opinión el fenómeno de las redes puede explicar la aceleración de los mimetismos pero no explica la causa de los mismos, al fin y al cabo una red social es una forma de socializar muy del gusto femenino. Hablar y hablar, conversar, criticar a la ausente, tratar de ayudar, comprender, empatizar o ser ayudada, mostrarse vulnerable y necesitada de apoyo. Esta secuencia es difícil de encontrar en los chicos más interesados en conseguir escalar en la pirámide de popularidad entre sus iguales, ser un líder requiere en cualquier caso una actitud muy contraria, pues ¿quién aceptaría un líder vulnerable, débil o llorón?

Dicho de otro modo, tanto para los chicos como para las chicas es necesario e importante la aceptación del grupo solo que las condiciones para ser admitido en el grupo son bien diferentes. Lo más importante que sucede en la escuela está relacionado con esta parte del Yo-social, mucho más que aquello que se aprende. Lo ideal es un entrenamiento esférico, es decir tratar de combinar ambos tipos de habilidades, pero si hay que elegir lo más importante es la socialización.

Pero hay más, porque la verdad del asunto es que los niños pueden llegar a ser muy crueles y hay que contar además con los psicópatas cuya frecuencia en la población general es del 1%, lo que significa que en un colegio de 200 niños habrá al menos dos psicópatas verdaderos y otros muchos adheridos, se trata del fenómeno conocido como epistasis social. Y además lo son con aquellos que no encajan en la dictadura colectiva. Husmean el entorno y saben quién es quién, detectan, olfatean al diferente sea por las razones que sean. El alto y el bajo, el gordo y el flaco, el amanerado y el que tiene algún defecto físico o de pronunciación, las orejas de soplillo son infames para los niños, el ser muy listo también es una desgracia, ser muy guapa otra dificultad añadida incluso mayor que ser fea o poco atractiva. Lo que persigue la dictadura del colectivo es lo mismo que cualquier dictadura: la uniformidad. Y dentro de la uniformidad la jerarquía. El resto se cae por las grietas del sistema.

Y no hay que esperar que la institución venga a poner orden en esta secuencia de hechos. Las instituciones no tienen alma. Solo las personas tenemos alma salvo los desalmados. Hay que entrenar a los chicos con estas dificultades a enfrentarse a ellas, no a través de tópicos como si “te pegan pégales» o «aprende a defenderte»o «díselo a la directora» o «te tienen envidia por lo guapa que eres». Enseñad a vuestros hijos la estrategia de la tortuga, que no manden señales de diferencia sino de equilibrio y semejanzas con la mayoría, recordad que estamos en una dictadura. Un chaval puede ser muy inteligente pero si le falta Yo-social nunca podrá desarrollar todo su talento e incluso puede que dimita de los estudios. Los lunes pueden ser un buen marcador de lo feliz o lo infeliz que está un chico de volver al colegio

Los colegios están diseñados para operar con la mediocridad y recientemente se han adaptado mejor a los bajos puntajes de IQ por aquello de la igualdad e inclusividad pero no parece que hayan hecho lo mismo con los que presentan altas capacidades, la alta inteligencia sigue siendo un tabú, niño o niña con altas capacidades puede ser víctimas de bulliling por las señales que emite sobre la diferencia. No es raro que un chico o chica se autosabotee para no destacar en nada y pasar desapercibido. En el caso de las chicas es frecuente que pronto entienda que su alta inteligencia no es más que un estorbo a la hora de ligar o de tener amigas con las que conversar.

En el libro que comenté en este post titulado «La transformación de la mente moderna» y del que son autores Jonathan Haidt y Greg Lukianov, me llamó la atención una declaración de este ultimo autor acerca de sus problemas depresivos crónicos y como había logrado mejorar de ellos gracias a la terapia cognitivo-conductual. Pero lo más importante no fue esta revelación sino la idea de que las distorsiones cognitivas que aparecen en los pacientes depresivos y que son a la vez causa de la depresión y al mismo tiempo mantenedores del ánimo deprimido se parecen mucho a la distorsiones que mantienen los adolescentes de hoy. Dicho de otro modo: la causalidad es circular, la causa crea, genera y mantiene los síntomas y otra cuestión: los síntomas depresivos pueden ser espontáneos pero también puede inducirse a través de errores en la crianza-enseñanza o bien a través de los discursos sociales.

Uno de estos errores cognitivos es la idea de que todos los niños tienen el mismo potencial académico, pero basta echar la vista atrás para entender que esta idea no solo es falsa sino que además es un propósito equivocado, es más importante para un niño jugar a futbol con otros compañeros que te vuelvan a elegir para un partido posterior que ganar este mismo partido. En mi opinión a los equipos deportivos de los colegios les sobra competitividad y les falta sentido de equipo, pues del equipo se extrae una identidad, pero el éxito no sirve de nada si se basa en la exclusión de unos u otros.

La idea de la igualdad puede ser corrosiva para una muchacha de 15 años, pues sabe que esa igualdad no se corresponde con las comparaciones a veces odiosas que se hacen entre sí los adolescentes. ¿Cómo competir con la amiga que se muestra en bikini en Instagram y acapara miradas y deseos?. No hay que olvidar que todos venimos al mundo con un sentido de la justicia muy arraigado, somos especiales para detectar aquellas injusticias que nos devalúan pero no tenemos tanta facilidad para medir aquellas injusticias que nos favorecen. Lo cierto es que es injusto el reparto de dones que ha hecho la naturaleza conmigo y mis amigas. es injusto, es verdad pero es la verdad que demuestra que la igualdad no es más que una entelequia para distraer nuestros deseos miméticos, pero lo cierto es que la suerte de la fea la guapa la desea. O lo que es lo mismo, ponerse a competir para perder es de tontos con bajo IQ. La idea que manejan los políticos sobre la igualdad genera gran parte de las distorsiones cognitivas de los adolescentes.

Os recomiendo las confesiones de un superdotado que además de eso sufrió bulliling en la escuela. Aqui nos da javier Recuenco muchas claves para sobrevivir en el colegio.

1 comentario en “Sobrevivir en el colegio (III)

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