Cuando yo estudiaba Bachiller todavía existía aquello de los pupitres numerados, cada uno de nosotros tenia un numero que estaba relacionado con nuestras prestaciones en el curso anterior. De manera que las primeras filas siempre estaban destinadas a los «empollones» y las ultimas plazas a los que -entonces se llamaban- «burros». Los demás -las medianías andábamos siempre por el medio, unas veces más atrás y otras más adelante.
Altas prestaciones no intelectuales (VII)
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