«From the beginning» es una canción de «Emerson, Lake and Palmer» pero es también un concepto de dinámica musical, más conocido en latín como «Da capo». Significa que cuando en una partitura nos encontramos con una doble barra, debemos volver al principio donde otra doble barra, señala desde dónde hemos de repetir. La música es fundamentalmente repetición, a la que conocemos con el nombre de estribillo. Sin estribillos, es decir sin repeticiones la música sería incomprensible, pues nunca volvería sobre si misma -carecería de recursividad-, seria un continuo lineal sin fin.
En psicología hay un concepto freudiano que nos acerca hasta esta idea de repetición: se trata de la repetición compulsiva o pulsión repetitiva que Freud pensaba que se trataba de algo diabólico, dificilmente explicable. Se trataría de:
A) A nivel de la psicopatología concreta, proceso incoercible y de origen inconsciente, en virtud del cual el sujeto se sitúa activamente en situaciones penosas, repitiendo así experiencias antiguas, sin recordar el prototipo de ellas, sino al contrario, con la impresión muy viva de que se trata de algo plenamente motivado en lo actual.
B) En la elaboración teórica que Freud da de ella, la compulsión a la repetición se considera como un factor autónomo, irreductible, en último análisis, a una dinámica conflictual en la que sólo intervendría la interacción del principio del placer y el principio de realidad. Se atribuye fundamentalmente a la característica más general de las pulsiones: su carácter conservador.
Freud pensaba (en Más allá del principio del placer) que la repetición era una delegación que Tanatos, el instinto de muerte tenia abierta en nuestra psique, pero lo cierto es que hoy ya nadie habla de la compulsión repetitiva a pesar de que continúa apareciendo tanto en la clínica como en la vida cotidiana de nuestros conciudadanos. Ahora hablamos de reseteo.
Resetear algo es poner el marcador a cero, como en la canción «volver a empezar», es lo que hacemos cuando un ordenador se cuelga o cualquier aparato electrónico deja de funcionar. También es aplicable a las monedas, hoy se habla mucho del reseteo del dólar, sucede cuando una moneda deja de tener valor de referencia y la deuda es demasiado grande para poderse devolver. Entonces volvemos al 0.
En nuestra memoria sucede algo parecido.
Tenemos una memoria de trabajo para aprender cosas nuevas pero esta memoria ha de consolidarse. Algo que solemos hacer a través del descanso y el sueño. Si una memoria no puede consolidarse lo que sucede es que podemos estar prisioneros de un bucle. un «from the beginning» continuo. Una repetición compulsiva.
Memento.-
Memento es una película que:
Memento es la historia de Leonard, quien sufrió un trauma cerebral que le causó amnesia anterógrada. Leonard es incapaz de almacenar nuevos recuerdos, sin embargo, posee memoria sensorial y recuerda cómo realizar las acciones cotidianas. Para «recordar» los sucesos de su vida crea un sistema usando fotos instantáneas para tener un registro de la gente con la cual se relaciona, dónde se hospeda y otros elementos básicos para el desarrollo de su vida. Además de las fotografías, toma notas y se tatúa pistas del asesino de su esposa, a veces demasiado ambiguas. Leonard busca vengarse del hombre que violó y asesinó a su mujer, y que le provocó su enfermedad, a la vez que se siente culpable por no haber creído en Sammy, otro personaje que sufrió su mismo problema.
Los temas principales de la película son la naturaleza de la memoria, la identidad, el tiempo, el recuerdo inconexo, la realidad, la manipulación y la venganza.
Estos días ha corrido como la pólvora por la red, el vídeo de una mujer que sufría una amnesia global transitoria. Según cuenta su hija, mantuvo una misma conversación en bucle durante unas nueve horas y media. Afortunadamente, tras unas veintiséis horas, la amnesia cesó y Mary Sue se ha recuperado sin secuelas apreciables.
Este caso, el cual no es para nada una excepción ya que los casos de amnesia anterógrada de este tipo son bastante frecuentes y están bien documentados, es muy significativo para tratar el tema que nos ocupa.
Al sufrir amnesia anterógrada no puede generar nuevos recuerdos, por lo que, continuamente resetea, es decir, vuelve al principio. En la excelente película de Christopher Nolan, Memento, el protagonista sufre de una dolencia parecida (si bien mucho más trágica, la suya es incurable y no desaparece a las pocas horas) y se enfrenta a una situación terrible: perdió la memoria justo en el momento en que su mujer era asesinada, por lo que continuamente vuelve al momento del asesinato. En una inconmensurable escena de la película dice “No me acuerdo de olvidarte”, haciendo referencia al hecho de que, para un enfermo de amnesia anterógrada, el tiempo no pasa y, por tanto, el tiempo no cura las heridas por lo que Leonard, el protagonista, nunca podrá superar la muerte de su esposa.
Lo importante es retener ahora que la «compulsión repetitiva» y el reseteo son el mismo fenómeno.
Y esto tiene mucho que ver con nuestro concepto de trauma.
Un trauma es una impresión sensorial que no puede tramitarse en el momento en que se recibe bien por su intensidad, su falta de sentido o por incapacidad cognitiva de la víctima para gestionarla. No es de extrañar que sean los niños las principales víctimas de traumatismos psíquicos. Pues un niño -por si mismo y enfrentado a estímulos complejos- no podrá comprenderlos y por tanto no podrá liquidarlo o ponerlo a su disposición como hacemos con los recuerdos vulgares. Lo más frecuentes es que mantengan fragmentos de memoria disociados. La disociación y el «from the beginning» son característicos del recuerdo traumático.
Lo interesante de la repetición es que es un intento fallido del cerebro de resetearse, es decir de volver al principio. A este síntoma le llamamos «Flashback» si es un recuerdo sensorial o reexperimentación si es de cualquier otra cualidad.
Y vale la pena recordar ahora una sentencia de Freud: «Curarse es poner tiempo en el inconsciente», dicho de otra manera Freud era consciente o había intuido de que en la compulsión repetitiva se producía porque el tiempo parecía haberse detenido, en una especie de «día de la marmota» que afectaba a alguna de nuestras facultades mnésticas. El tiempo parece haberse detenido para aquello que se repite.
Humbert Humbert.-
Como todo el mundo sabe Humbert Humbert es el alter ego de Vladimir Nabokov, una novela escrita en primera persona por alguien que conocemos por sus gustos especiales con las niñas -nínfulas- de 12-14 años. En otros post ya he abordado algunas cuestiones relacionadas con esta novela, a mi parecer inagotable y compleja, de esas novelas que vale la pena leer de vez en cuando para conocer de primera mano lo que le sucedió al propio Vladimir, puesto que es obvio que la novela tiene elementos autobiográficos como otras como «El hechicero». Es obvio que Nabokov era un pedófilo atormentado por sus propias fantasías sexuales.
Pero que al mismo tiempo era una persona muy lúcida a la hora de analizar de donde le venia esa preferencia. Lo dice casi al principio de su novela cuando cuenta su episodio pre-adolescente de enamoramiento con Anabel.
Humbert y Anabel pasan un verano tórrido a los 12 años y tienen varios encuentros a lo largo de ese verano, con pocas oportunidades de estar a solas u ocultarse de la mirada de sus carabinas. Una noche consiguen escapar de sus chalets y se ven en un jardin cercano, alli tienen un intercambio de caricias que probablemente no pasó a mayores pero asi y todo dice Humbert que:
“Pero ese macizo de mimosas, el racimo de estrellas, la comezón, la llama, el néctar y el dolor quedaron en mí, y a partir de entonces ella me hechizó, hasta que, al fin, veinticuatro años después, rompí el hechizo encarnándola en otra.”
Lo que está describiendo el autor de una forma magistral es una macedonia de sensaciones difícilmente tramitables a esa edad. Un colocón erótico, un calentón diríamos hoy. Obviamente este episodio por si mismo no es traumático para nadie y no pareció que lo fuera para ninguno de ellos. Pero hay una segunda parte de esta historia. Termina el verano y nuestros amantes se separan. Al cabo de 3 meses Anabel muere de tifus.
Ahora podemos comprender qué sucedió: un trauma en dos tiempos, la muerte de Anabel dispara el gatillo de los recuerdos sensoriales relacionados con ella. El tiempo se detiene y su búsqueda erótica continua donde se dejó y quedó fijada, a los 12 años y con otras nínfulas y ahí es donde aparece Lolita, el sustituto profano de Anabel. Humbert se casa con su madre para estar cerca de ella. El resto es probablemente ficción.
Bibliografía.-
Excelente publicación!…tendré que leerla de nuevo por lo menos dos veces con consultas varias a San Google y lápiz y papel en mano! La forma de relacionar los temas y los enfoques (neurociencias-psicoanálisis) refuerza mi percepción de que ambas aproximaciones son válidas y complementarias específicamente en el tema del autismo. Este me lleva a los anteriores y es la de nunca acabar!…todos me parecen interesantes y muy bien documentados! Salú Paco!
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👍👍
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me encanto el blog,aunque tus diagnosticos retrospectivos me parecen muy arriesgados,son interpretaciones ,no son historia.Es probable que Nabokov tuviera ese deseo ,no se si concretó,de pedofilia,es plausible ,no se si es real.Tambien tu afirmacion sobre Pessoa,que tenia personalidades literarias multiples,no presenta ninguna caracteristica de los pocos casos clinicos que conozco de personalidades multiples,pese al libro que afirma que era esquizofrenico,no esta claro en su biografia,era si depresivo,alcoholico,neurotico,probablemente obsesivo compulsivo,pero no cierra para psicotico , aunque no soy un experto.Alberto Caeiro tiene elementos biograficos de su padre tempranamente muerto,Alvaro de Campos tiene elementos de sospecha de un abuso infantil o de sentimientos homosexuales,hay algunas pistas literariasque hacen suponer una fobia social,y muchas como un conjuro de los sentimientos tristes de su vida,jalonada de perdidas y abandono.En fin no esta tan claro.
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Yo nunca he dicho que Pesoa fuera psicotico, no lo creo pero es obvio que sus hetero mimos apuntan hacia una personalidad disociativa múltiple. Con respecto a Nabokov es obvio que era pedofilo, observarás que no he dicho pederasta porque eso no lo podemos saber.
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Por otra parte mi enfoque no es ni moral ni clínico sino observacional y naturalistico.
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Una entrada muy buena, excelente. La única duda que me ha quedado profesor, es como poner tiempo al inconsciente?. Sopesando posibilidades encuentro que los niños suelen descubrir en los cuentos y, a través de su literalidad, desarrollar una gran creatividad sin recurrir a la perversión simbólica del análisis, es decir por un lado muestran una compulsión por la repetición del mismo cuento y no se cansan «risas», sin embargo para ellos es como si descubrieran una nueva historia en la misma cada vez que la escuchan. El cuento suele vehicular todo tipo de emociones a nivel corporal, y, solo por ello lo viven en otra dimensión que no es mental. No son objetos de reflexión los cuentos, igual que el arte o la vida. Aparece el miedo, la sorpresa, la magia, las incertidumbres, la alegría y la risa. Lo viven al nivel de las sensaciones y es una forma de adquirir cierta madurez, es decir la repetición a imagen de la experiencia suele ser el medio de aprendizaje, como una preparación. Por ello he deducido como una posibilidad que poner tiempo al inconsciente es aprender a enfrentar lo que se ha llamado flash back sin caer en la compulsión, hacer como los niños, vivirlo desde la corporalidad sensorial, evitando la repetición de los patrones que les acompañan; al fin y al cabo la vida, es decir nuestra esencialidad esta mas cerca del mundo de las sensaciones que del pensamiento. Solo es un presentimiento, no tengo ni idea lo que significa poner tiempo al inconsciente.
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Muy interesante pensare en ello
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Bueno me has dado tema para pensar, en primer lugar creo que los niños (por lo que veo) cuando les cuentas un cuento quieren que les cuentes siempre el mismo cuento. Hasta el punto de que si te desvías una linea suelen decir… «No es así». Los niños buscan la repetición pues en la repetición hay un placer.
¿Como poner tiempo en el inconsciente» Pues la clave está en construir un relato sobre «lo que sucedió» que contenga las menos irrealidades posibles, pues el relato siempre contiene desviaciones mnésticas que a veces son tan groseras que implican una enorme disociación, negar la verdad de lo que sucedió u ocultar la verdad siempre se hace a base de generar gasto. El tiempo es secuencialidad, es saber que esto pasó antes que esto otro, que la causa antecede al efecto. La gente por lo general construyen el relato que les conviene a su autoestima y oscurecen la verdad. A esto se refería Freud cuando decía poner tiempo, porque un bucle de memoria es un fenómeno atemporal, se repite algo precisamente pq no se aprendió nada nuevo que lo neutralizara. Toda explicación es una bifurcación pero no todo el mundo quiere seguir esas bifurcaciones y prefieren repetir como los niños quieren oir siempre el mismo cuento.
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El tiempo solo existe en estructuras y procesos conscientes…En el inconciente y mas allá el concepto de tiempo no existe. Algo así le entendí doctor…Su articulo me sigue gustando muchísimo. Saludos y gracias.
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El inconsciente es atemporal
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La vida aparece como una lucha incesante por establecer un equilibrio con la atracción gravitatoria, que es la noción de peso en relación al cuerpo. Luego tenemos el termino «Pesar», que toma forma en referencia a la mente. En ambos casos estamos destinados a bregar con ellos hasta la muerte. No hay liberación ni para el cuerpo ni para la mente en ningún caso. Llegados a este punto lo único que podemos hacer de una manera practica es liberar al cuerpo y a la mente de nuestro «Yo», por que sin el mismo, el peso y el pesar son tan inútiles como una sombra. Esta es la declaración de intenciones.
Aquí es donde parece empezar a encajar el ceñirse a los hechos en forma de un relato como la vía para poner tiempo al inconsciente. Es decir pasamos de un relato tomado de manera «Yo» personal, que en si es la obligación de construir lo que le conviene a su autoestima oscureciendo de paso la verdad, a otro de carácter impersonal; es decir desprovisto de tanto «Yo».
!Ahora bien aprovechando que el Pisuerga de la repetición del cuento pasa por el placer de Valladolid, el niño lo vive cada vez que lo escucha al nivel de sensaciones corporales y, es una forma de adquirir cierta madurez y aprendizaje frente al amplio espectro emocional, para entonces su libre creatividad va encontrando nuevos niveles de entendimiento. Esto no es comparable con los adultos, en tanto ni su cuerpo ni su mente están todavía subordinados al «Yo», es decir a un relato personal siempre pendiente de su supervivencia psicológica.
En resumen, lo que quería destacar es que si en un primer termino bifurcar el relato desde una óptica impersonal, es indudablemente un paso importante terapéutico, sospecho que todavía nos movemos en una historia y, por muy impersonal que una sea; !a saber, sigue habiendo una involucración Yoica; en tanto toda historia necesita a un personaje protagonista con sus infinitas necesidades. Hay disminución del malestar, pero un «Yo» es un «Yo». Lo interesante a mi modo de ver para completar el auxilio terapéutico, es enfrentar el Flash Back sin necesidad de acudir a relato alguno, a imagen de los niños, ciñéndonos exclusivamente al nivel de sensaciones corporales. !Vamos sin un «Yo»., esta vez de verdad. Lo que me lleva a deducir que el Pisuerga de la repetición se transforma en un aliado, pues sin «Yo» y el ruido que le acompaña, la repetición puede ir liberando una y otra vez que enfrenta el trauma, la creatividad para encontrar nuevos niveles de madurez y aprendizaje frente al amplio espectro emocional que vive en su corporalidad. Es natural que esto sea así, pues la sensación este mas cerca de nuestra esencialidad, que el pensamiento conductor de la fragmentación sujeto/objeto. El objeto «Yo». Al final todo repercute en nuestro favor, por que todo nos lleva a nosotros mismos como esencialidad, siempre retornamos al hogar y, lo hacemos a través del cuerpo. El relato por muy impersonal siempre nos saca afuera de nosotros mismos.
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