Jared Diamond es un biólogo evolucionista especialista en aves y en biogeografía, es decir un científico que se ocupa de cómo los distintos entornos geográficos influyen en las poblaciones humanas y lo ha hecho a través de varios de sus libros, aunque el que preside este post es precisamente su obra más completa que abarca unos 13000 años de paleo e historia de la humanidad. Una obra que recomiendo leer por ser una lectura amena y bien documentada sin dejar de ser un libro de divulgación.
Una de las ideas originales y polémicas de Diamond es la suposición de que la agricultura es uno de los peores inventos de la humanidad, algo que resulta sorprendente y que de alguna manera ya adelanta en el libro de «Armas, gérmenes y acero» pero que desarrolla aun más en su «Agricultura: el peor invento de la humanidad» que puedes leer aquí en inglés.
Lo cierto es que las sociedades primitivas de cazadores-recolectores se transformaron un buen dia en sociedades agrícolas aunque no sabemos bien como ni por qué sucedió este fenómeno, si bien es cierto que evolutivamente hablando supuso ventajas al alimentar a más gente con menos esfuerzo. Diamond indaga en las condiciones en que se produjo esta transformación y llega a la conclusión de que el clima, la abundancia de agua dulce y la tierra de diversas condiciones geológicas son necesarias para este gran paso que llevo al hombre desde la caza-recolección hasta la domesticación de plantas y animales aunque sin embargo no se pronuncia frente a los orígenes de este impulso.
Pone el ejemplo de Nueva Zelanda que se compone de dos islas con dos clases de clima diferente, mientras Auckland la isla del norte es ideal para los cultivos agricolas, la del sur con un clima mas frio no tuvo acceso a la sofisticación de la agricultura hasta tiempos modernos, se trataba de islas pobladas por un mismo pueblo maorí y compara el estilo de vida de estos maories con los morories de una pequeña isla que existe al sureste de la misma (Chatam island) a fin de observar las diferencias y destinos bastante distintos como se verá.
Los maoríes ya se encontraban en el neolítico y conocían la agricultura, pero también tenían una mejor organización política, tenían armas, jefes y guerreros y una mayor densidad poblacional, así como una tradición belicosa, mientras que los mororíes eran cazadores-recolectores, no conocían el hierro y tenían una organización tribal y una tradición pacifica y como todas las poblaciones de cazadores-recolectores eran poblaciones poco densas. Pensaban además que los conflictos podían resolverse hablando y negociando, de modo que fueron exterminados por los maoríes que terminaron con aquel pueblo, le esclavizaron y se quedaron con sus buenas cosechas de moluscos.
De manera que Diamond traza una cadena causal entre la agricultura y la guerra.
1.-La cadena causal que compone Diamond es más o menos la siguiente: la agricultura supone una acumulación de excedentes, esta acumulación de excedentes y una mejor alimentación lleva consigo una explosión demográfica, aumenta la densidad poblacional. Mientras que en una sociedad de cazadores-recoletores la densidad óptima es de 1 individuo por Km cuadrado, una sociedad agrícola puede albergar hasta 100 individuos y alimentarlos a todos, mientras que el cazador-recolector ha de pasarse el día forrajeando en busca de raíces, bayas o frutas o persiguiendo pequeños mamíferos a la carrera. ¿No seria mejor disponer de un huerto con esos mismos frutales que tener que ir andando km y km en busca de algo que llevarse a la boca?¿O enjaular a estos animales y consumirlos a demanda?
Es obvio que si, pero esta idea tiene también inconvenientes y son los que Diamond desgrana en su libro.
2.-El primero de ellos es que ya no es necesario que todos los hombres salgan a cazar debido a que los productos agrícolas (trigo, arroz, maíz) se pueden almacenar al contrario de la fruta recolectada o la caza ganada que ha de consumirse en el día. Esta acumulación libera a mucha gente de la tarea de buscar alimentos y pueden disponer de tiempo para dedicarse a otras cosas.
Por ejemplo a la tecnología, a inventar cosas útiles como armas mas sofisticadas, la industria del hierro, la rueda o la domesticación de especies exóticas como el caballo, ideal para tareas agrícolas. Pero también una casta de burócratas para dejar constancia de aquella forma de vida, jefes y guerreros. Las primeras jerarquías, ejércitos y las primeras religiones.
Aqui puede observarse en esta campana invertida como evolucionó la jerarquización en nuestra especie.
Como el lector podrá observar procedemos de una estirpe de simios bastante igualitaria que se transformó en el neolitico en una especie muy jerarquizada, asi seguimos. Es evidente que la complejidad social y la estratificación social proceden de aquella acumulación de excedentes y de la domesticación de ciertos animales como pollos, ovejas, vacas y cerdos.
Los humanos pasamos de pensar en el día a día a pensar en el futuro, algo que ya aparece en el «Exodo» bíblico con el pasaje de «El maná y las codornices«. Para mi se trata de una fábula pedagógica donde ya Dios sale al paso de este dilema. Los hebreos andaban perdiendo la fe por las hambrunas en su travesía por el desierto y despotricando de Moises y de Dios. Moises pide a Dios que se manifieste y éste lo hace ofreciendo el maná pero prohibiendo al mismo tiempo que los hebreos tomen más cantidad de la necesaria para un día. Es interesante este pasaje bíblico donde aparece la idea de que acumular excedentes es peligroso. Naturalmente los judíos no hicieron caso de esta prescripción y se encontraron con que los alimentos se pudrían si los guardaban para el día siguiente. Y al mismo tiempo les pidió que el sábado no debían recoger el maná, una especie de tributo sacrificial para recordar a los hombres a quién debían su alimento.
¿Es o no es cierto que la agricultura proporcionó una mejor alimentación?
Bueno, aquí viene el previsible desencuentro entre arqueólogos que dicen que si, mientras otros dicen que no. Lo típico de las refutaciones en la ciencia, y aunque es obvio que la agricultura supuso una mejor alimentación hay quien discute que haberlo fiado todo a la misma fue un error fundamental y ponen el caso de los bosquimanos, mejor alimentados que nosotros mismos o el de las hambrunas de Irlanda al fiarlo todo a la patata.
Personalmente no creo que los bosquimanos actuales sean cazadores-recolectores puros de manera que no creo demasiado en esos artículos que parece demostrar que los cazadores-recolectores ancestrales estuvieran mejor alimentados que aquellos que dependen de la agricultura, tampoco creo que la esperanza de vida de los dependientes de la agricultura sea menor que los pueblos ancestrales aunque si es cierto que la diseminación de enfermedades infecciosas y parasitarias tienen que ver con el estilo de vida urbanita que sucedió a la revolución agrícola.
El libro de Diamond persigue demasiado claramente no resultar ofensivo para lo politicamente correcto y es por eso que de su lectura se desprende un cierto tufillo que recuerda a la falacia del buen salvaje. Y no es verdad, hoy vivimos mejor que en el pleistoceno, que en la edad media o que en el siglo XIX.
Mi opinión personal es que la aparición de la agricultura correlaciona pero no es causa de las formas de gobierno que se establecieron para disfrutar del ocio que la disponibilidad de alimentos había provocado. Lo cierto es que una vez inventada una casta de nobles, sacerdotes y burócratas el siguiente paso es detraer recursos de la agricultura para destinarlos a la construcción de monumentos (como aun sucede): las pirámides mayas o egipcias, los jardines de babilonia e incluso nuestra Alhambra son monumentos que precisaron de mucha mano de obra para llevarlos a cabo y esta mano de obra se sustrajo de los trabajos agrícolas, por no hablar de los recursos destinados a mantener ejércitos en permanente guerra con los vecinos.
Diamond también ha estudiado este fenómeno de por qué las civilizaciones colapsan en su último libro «Colapso», es curioso que no hable del factor político. Es decir de la emergencia de ciertas castas sociales parasitarias del resto de la sociedad, como reyes, nobles y sacerdotes y que no son consecuencia directa de la revolución agrícola, pues nada obligaba a la cultura humana a organizarse como se hizo. A veces pasamos por alto que la organización de las sociedades es arbitraria y no sigue leyes universales del mismo modo en que la evolución presiona sobre las especies, los grupos o los genes individuales. Es por eso que existen tantas culturas como grupos humanos organizados mientras que los genes son patrimonio de toda la humanidad.
Es verdad que una vez inventado el rey o el jefe o el semidios este tiende a construir palacios o monumentos ornamentales que tienden a empobrecer a su pueblo, pero es precisamente por eso por lo que las civilizaciones colapsan.
Tienes razón: en todas las pirámides había un rey, «Es por eso que existen tantas culturas como grupos humanos organizados mientras que los genes son patrimonio de toda la humanidad»,muy buena imagen.
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Muy buena entrada.
Sobre el rol de los jefes y las jerarquías en las sociedades tribales escribió mucho y muy bien Marvin Harris. Acumular es poder y el que más acumula más poder tiene. El resto de la historia ya nos la conocemos todos.
Respecto de la salud, en un sentido amplio de la palabra, comentaré que hay mucha evidencia que respalda la hipótesis de que las enfermedades cardiometabólicas (y yo creo que incluso las mentales) están fuertemente asociadas al sedentarismo y a los cambios en la dieta derivados de nuestro estilo de vida que está muy lejos del que nuestros ancestros cazadores-recolectores llevaban. Probablemente esto empezó a ser evidente ya en el neolítico pero sólo en aquellos individuos más poderosos y sus familias.
Saludos.
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No cabe ninguna duda de que nuestras adaptaciones genéticas se produjeron antes del neolitico, lo que significa que estamos mejor adaptados a auella dieta frugal y también a las caminatas y a las hambrunas consiguientes. Es por eso que casi todos tenemos un gen ahorrador d einsulina entre nuestro patrimonio, un gen que ya no sirve para nada (salvo para engordar) pero que volveria a demostrar su valor si las cosas se pusieran feas para nuestra especie.
https://pacotraver.wordpress.com/2008/07/27/el-mono-obeso/
Pero no encuentro yo ninguna relación entre eso y las enfermedades mentales.
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Hombre, la mente no es algo al margen de la fisiología, de hecho la neurofisiología es una disciplina bastante importante; por lo tanto, las condiciones de vida modernas (sobreabundancia, superpoblación, sedentarismo, etc.) deberían de facto tener alguna influencia en la etiología de algunas enfermedades mentales. Pero eso lo sabes tú mejor que yo. Por ejemplo, mira esto:
http://link.springer.com/article/10.1007/s40279-013-0086-1
Y ahora te pregunto: existirían las anoréxicas en el Paleolítico?
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Anoréxicas no creo, adolescentes subfertiles es muy posible que si. Dicen que una de las ventajas de la delgadez desde el punto de vista evolutivo es la subfertilidad.
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Gran blog. Muy visible y de contenido muy bueno. Le quería felicitar por el mismo. Siempre que puedo y el tiempo me lo permite entro. Blogs así hacen falta en Internet.
Un saludo.
póliza de salud
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Reblogueó esto en Al filo del sofá.
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