No es bueno que el hombre esté solo
(Génesis)
Oponer a la propiedad privada la propiedad general, puede expresarse también en la forma animal que busca oponer al matrimonio, la comunidad de las mujeres. Este es un comunismo tosco e irreflexivo. La envidia general constituida en poder no es sino la forma escondida en que la codicia se establece o se satisface de otra manera“.
(Carlos Marx)
Este segundo texto pertenece a los «manuscritos» de Carlos Marx y se trata de una arenga que dirigió a sus correligionarios socialistas que esperaban que el socialismo resolviera de una vez por todas su deprivación sexual, asi es como aquellos ignorantes proletarios imaginaban el edén socialista: un acceso libre a todas las mujeres.
De manera que el mal reparto de las mujeres -junto con hombres deprivados de sexo- es al parecer un mal que arrastra nuestra especie desde tiempo inmemorial y – tal y como señala G. Bataille- «una sociedad que organiza mal el reparto de sus mujeres es una sociedad condenada al caos y al desorden»
El término revolución sexual se refiere a una serie de profundos cambios sociales que implicaron a las actitudes, expectativas, relaciones entre los sexos y costumbres realizadas en la mayor parte del mundo occidental en la década de 1960-1970 y que se superpone a ciertos movimientos conocidos como contracultura (el movimiento hippie) asi como a movimientos politicos relacionados con la revolucion del Mayo de 1968 llevada a cabo sobre todo en Paris, una revolución contra el padre o la autoridad según algunos autores. La guerra de Vietnam, el consumo de drogas, la aparición del feminismo y el amor libre ocupan el trasfondo de este movimiento que efectivamente cambió el mundo, pero no en el sentido que esperábamos.
Sin embargo el movimiento que conocemos como revolución sexual tuvo una causa y dos efectos que pueden estudiarse juntos como movilizadores de la sociedad, son estos tres:
- La contracepción.
- La incorporación de la mujer al mundo del trabajo.
- La fragmentación de la familia extensa y la emancipación de la nuclear.
La contracepción es la tecnología que permitió a las mujeres elegir el momento, el cómo, con quién y cuando quedar embarazadas, mientras se multiplicaban los contactos sexuales previos al matrimonio o al compromiso reproductivo, dicho de otro modo, la contracepción es la que permitió multiplicar los contactos sexuales sin el peaje del embarazo que hasta los años 60 era la regla.
El paso al compromiso reproductivo sufrió un enorme retraso lo que dio lugar a un descenso de la natalidad que hoy consideramos en algunos paises ya más que preocupante al tiempo que se introdujeron -paradójicamente- también otras libertades como la del aborto libre o casi libre que en toda Europa se ha consagrado como un principio de derechos femeninos elementales. Lo cierto es que al menos resulta contradictorio que en entornos de libertad y accesibilidad universal de contracepción hayan aumentado los abortos debidos a embarazos no deseados. Llamo la atención del lector sobre esta primera contradicción. No parece pues que la libertad contraceptiva haya llegado a todas las mujeres o bien que la contracepción por sí misma ha generado un efecto contrario al que se esperaba, embarazos no deseados.
Lo asimétrico de la contracepción es que se deja al control de la mujer la descendencia de los hombres, como veremos más abajo esta hegemonía femenina en cuanto a la voluntariedad de tener o no hijos y con quién tiene secuelas sociales.
Por otra parte la incorporación de la mujer al mundo del trabajo, no hubiera sido posible en una sociedad tradicional, fuere agricola o industrial, sencillamente en un mundo sin anticonceptivos la mujer no hubiera podido incorporarse de un modo tan generalizado no ya a los trabajos más devaluados o manuales sino a las carreras y estudios complejos que exigen mucha más postergación en la edad de tener el primer hijo. Naturalmente la familia se resintió, con independencia de aquellas mujeres que supieron acumular o retener apoyos familiares suficientes para ayudar en la crianza de los hijos, lo cierto es que la mayor parte de los hogares donde la mujer trabaja fuera de casa tienen unos estandares de vida mucho peores en tanto a presencia y calidad, cuidados de los niños y tiempo dedicado a sus miembros.
Pero lo más paradójico de esta incorporación de la mujer al mundo del trabajo y por tanto de la autosuficiencia economica es que ha dado a los hombres más oportunidades para financiarse una segunda esposa al abaratar -por asi decir- el despido.
La revolución sexual no tuvo los efectos que pretendíamos los jóvenes de entonces sino -tal y como podemos observar hoy- una fragmentación de las formas de vida que coexisten con bolsas de soledad, familas desestructuradas, anomia social, patología mental y sobre todo, otra cuestión que llama la atención: hogares monoparentales presididos por mujeres que viven solas, que tienen hijos a su cargo y con la ausencia de la figura paterna.
Me propuse llevar a cabo un pequeño estudio sobre mi entorno inmediato, para ello usé la finca donde vivo y aunque ya sé que esta forma de proceder carece de rigor estadístico, me permitió al menos pensar en algo que nunca antes habia pensado. ¿Cuantas personas viven solas con o sin hijos en mi entorno más cercano?
De un total de 28 hogares esta es la distribución:
1.- Parejas con o sin hijos 16 hogares, el 57,1 %.
2.-Mujeres solas con o sin hijos 8 hogares, el 28,57%.
3.-Hombres solos, con o sin hijos, 4 hogares, el 14,28%
Lo importante es señalar que más de la mitad de los hogares (la mayoria) sigue mostrando la configuración tradicional, pero están emergiendo hogares de mujeres solas (y excluyo a las viudas) que tienen hijos a su cargo y trabajan fuera de casa. Por último la causa más importante de soledad entre estas mujeres es el divorcio, se trata sobre todo de mujeres separadas.
Con respecto a los hombres todos los que aparecen en la muestra son divorciados.
Dicho de otro modo: el divorcio parece ser -por encima de la viudedad- la causa más importante de vivir solos, tanto en hombres como en mujeres, aunque la frecuencia de «divorciados» parece ser más significativa en hombres.
Cad o dad.-
«Cad» y «dad» es la forma de llamar en inglés a dos estrategias sexuales de apareamiento en humanos y que implican tanto a los hombres como a las mujeres. «Dad» en inglés significa «papá» de modo que la estrategia «papá» representa el emparejamiento monógamo tradicional (biparental), mientras que la estrategia «cad» viene a referirse a la promiscuidad sexual, con o sin compromisos reproductivos tanto en hombres como en mujeres.
De manera que podemos decir que las sociedades avanzadas, occidentales y opulentas, donde los controles sociales acerca de la sexualidad son débiles son estrategias «cad», mientras que las sociedades tradicionales con cerrazón sexual, ordenadas y pulcras representan estrategias «dad».
Vamos ahora a obervar un fenómeno concreto: la tasa reproductiva de hombres y mujeres en una sociedad u otra. Es sabido que desde el punto de vista evolutivo las mujeres en todos los tiempos se reproducen más que los hombres (el éxito reproductivo de las mujeres es superior al de los hombres), Baumeister (2007) ha publicado ciertos porcentajes abrumadores a este respecto, pero lo que interesa señalar es que el éxito reproductivo de las mujeres es el doble que el de los hombres, pero ahora vamos a ver las consecuencias sobre esta variable respecto a las sociedades «cad» y «dad».
Como el lector puede observar una de las características de las elecciones parejiles en todas las sociedades es el rango o valor de emparejamiento del que ya hablé aqui. Significa que no todas las personas tenemos el mismo valor de atractivo en el mercado del emparejamiento. Cada individuo tiene un valor objetivo (y tambien uno subjetivo sobrevalorado casi siempre), lo curioso es que en las sociedades tradicionales las personas suelen emparejarse buscando su medida de valor reflejada en la pareja. Pero en las sociedades «cad» sucede un fenómeno curioso, la rivalidad de las mujeres por los hombres con mayores puntuaciones es feroz, lo que produce un asombroso efecto similar al de las sociedades poligámicas: muchos hombres se quedan solteros y no se reproducen, mientras que los hombres (o mujeres) más solicitados acaparan más de una pareja. Dado que las mujeres solo pueden quedar embarazadas de un hombre y los hombres pueden fecundar a varias mujeres, lo que sucede en la práctica es que se acumulan más linajes de descendencia en los hombres solicitados que en los poco atractivos.
Este es desde luego un fenómeno nuevo, no hay que olvidar que en nuestra especie nuestro dimorfismo sexual procede de un linaje de simios, donde los machos competían con otros machos por todas las hembras. Esta situación parece haberse invertido, ahora son las mujeres las que compiten entre sí por los hombres más cotizados, signifique esto lo que signifique.
Un corolario que se desprende de ello es que la libertad sexual ha dejado a amplias capas de la población masculina deprivada sexualmente, viviendo sola y sin descendencia (singles y solos). Efectivamente no ha habido en toda la historia reciente y quizá tampoco en toda la historia de la humanidad tantos hombres «pasando la mano por la pared».
Grafico de hombres solteros segun paises. Notese que es Francia el que lleva ventaja sobre los demás paises del tercer mundo.
Paradójicamente la libertad sexual ha dejado a más hombres deprivados o dicho de otra manera la libertad sexual genera desigualdad, al menos en los escalones de abajo. Ya Garcia Leal en el 2005 habia escrito que:
.Los humanos serían esencialmente monógamos pero facultativamente polígamos y con una cierta dosis de apareamientos extraconyugales oportunistas a semejanza de las aves monógamas. Pero otra posibilidad seria una poliginandría restringida, un matrimonio múltiple entre las hembras y los machos más cotizados como parejas sexuales presumiblemente combinadas con una monogamia marginal en el rango social más bajo y en torno a aquel nucleo poliginándrico dominante.
Dicho de otra manera, somos monógamos oficialmente pero polígamos en la práctica, sobre todo los hombres y mujeres de mayor rango-atractivo. Sigue habiendo clases.
La consecuencia inmediata que tiene esta circunstancia es el resentimiento masculino respecto a los hombres más cotizados y tambien frente a las mujeres y es por eso que algunos autores hablan de «La conjura de los machos», otros del desfallecimiento de la masculinidad (Zimbardo) y otros del declive de la masculinidad (Tiger).
De hecho el rechazo o la intención por parte de las mujeres de romper una pareja tiene en los hombres un efecto enloquecedor y como todo el mundo sabe es una de las causas identificadas con respecto a la llamada violencia machista.
Pero sin duda el efecto colateral y la paradoja de las paradojas es el incremento de madres solteras. ¿Cómo puede explicarse este fenómeno? ¿Como podemos relacionar la contracepción con el incremento de maternidades sin pareja?
Podemos ver como ha evolucionado en nuestro pais el numero de madres solteras.
De manera que este post tendrá que continuar en otro para aclarar o al menos construir alguna hipótesis sobre esta y otras cuestiones.
Bibliografía.-
R. Baumeister ¿Qué hay sobre los hombres?, aqui traducido al español.
Post relacionado: la violación a la luz de la psicologia evolucionista.