Si no puedes vencer al dragón subete a sus hombros
Proverbio chino
Bailando con lobos es una de esas peliculas que por su interés terapeutico deberian formar parte de cualquier vademecum médico. Yo la veo al menos una vez al año y me es muy útil para curarme de algunas malas ideas y de eso que ahora se llama estrés.
Pocos han caido en la cuenta de que esta pelicula protagonizada por Kevin Costner no es sólo un tratado de antropologia, ni un film épico sobre la conquista del Oeste sino que es sobre todo la crónica de un soldado traumatizado afecto de TEPT: el teniente Dunbar del que solo conocemos a raiz de las primeras escenas de la pelicula que es un suicida pasivo. Después de haber sufrido una grave herida de guerra y para evitar que le amputaran una pierna se lanza a un ataque en solitario contra las lineas enemigas que se salda con una victoria heroica por su ejercito impulsada precisamente por su acción limite.
El caso es que Dunbar consigue sobrevivir pero siguiendo su estela traumática pide ser destinado en el ultimo confín de la Unión, en el lejano Oeste, alli vivirá solo en un puesto fantasmal y fronterizo donde es el único representante de esa civilización que lleva en su onda expansiva el precio del genocidio de las tribus indias.
Alli es precisamente donde el teniente Dunbar se cura de su aislamiento y de su trauma, precisamente a través de su relación con los indios, a través del respeto y de la admiración de su cultura, a través del contacto con la naturaleza y de su vínculo con un lobo solitario y miedoso (quizá tambien traumatizado) al que bautiza con el tierno nombre de «Calcetines».
Antes de seguir adelante el lector deberá impregnarse de la belleza de su banda sonora, este Adagio es uno de los más conseguidos de la historia del cine.
Aquellos de ustedes que leyeron el ultimo post entenderán ahora la razón de mi asociación entre esta película y la conferencia de Bessel Van der Kolk en Castellón acerca del tratamiento del trauma. Es verdad que Van der Kolk tiene -visto de cerca- algun parecido con Kevin Costner pero el enlace que mi mente hizo entre ambos procede del hecho de que Van der Kolk propone el baile como tratamiento de los sujetos traumatizados. Bailar con el trauma o «El que baila con lobos».
Claro que no se refiere a cualquier tipo de baile sino que se limita a proponer una serie de movimientos rítmicos que imiten a los que la pareja propone. De lo que se trata es de estimular las neuronas espejo en un movimiento simétrico que más allá de las palabras logre conectar a unos individuos con otros. Van der Kolk nos enseñó videos de la terapia que sus pacientes siguen en su centro de Boston: sujetos jóvenes traumatizados, maltratados, abusados o violadas, y cuyos resortes vitales están más cerca de gusto por las armas que de la compasión.
La idea de Van der Kolk es que este tipo de personas están incapacitados para una terapia basada en la conversación, simplemente son incapaces de procesar cognitivamente lo que se les dice. Su aislamiento y su desaferentización cortical les sume en una especie de distraibilidad, de falta de curiosidad y de atontamiento que les hace parecer analfabetos para leer las emociones en los demás. Alguien podria decir que carecen de una teoria de la mente.
Pero yo prefiero decirlo de esta forma: un sujeto traumatizados es aquel que no sabe que sabe. Y para ilustrar esta afirmación les invito a leer este post sobre en qué consite el verbo saber.
En su centro las actividades son basicamente corporales: teatro, danza y coros de voces dirigidas por profesionales del musical, del teatro o coreógrafos ayudan a estos muchachos a vincularse con sus iguales en un entorno de seguridad donde cualquier emoción puede ser neutralizada por el grupo. Un grupo está cohesionado cuando canta y baila junto.
Es bueno que recordemos ahora este trabajo coral de otros niños traumatizados, me refiero a los niños de la pelicula «Los niños del coro«:
La práctica clinica de Van der Kolk tiene mucho que ver con lo que conté en el post anterior sobre el nervio vago: si las emociones cambian nuestra dinámica visceral de arriba a abajo también podemos cambiar las emociones a partir de experiencias corporales, lo que se conoce con el nombre de causación ascendente.
Una persona traumatizada puede definirse de la siguiente manera: se trata de una persona incapaz de autoregularse emocionalmente, es incapaz de calmarse, autodirigir su conducta y motivarse hacia un objetivo por si sólo.
¿Qué sucede cuando una persona no es capaz de autoregularse emocionalmente?
Lo más común es que recurra al alcohol y después a las drogas. De entre todas las drogas el alcohol es el que cuenta con mayor numero de seguidores. La vieja máxima de que el alcohol sirve para olvidar revela en estos pacientes las gotas de verdad que lleva oculta esa afirmación, efectivamente el alcohol se consume para remover recuerdos intolerables pero tambien para procurarse tranquilización y excitación de una forma exógena dado que el cerebro de los traumatizados es incapaz de generar estos estados emocionales de forma espontánea o dependiente de un objetivo vital, de un plan que en cualquier caso depende del cortex prefrontal de nuestra cognición ejecutiva. Los traumatizados son chicos inválidos para este menester, pues sus cerebros están todo el tiempo empeñados en la tarea de «detección de humos», una tarea que lleva a cabo continuamente la amigdala a fin de discriminar dónde está el peligro y dónde está el placer. Se trata de cerebros orientados a la preservación.
Otra forma de autoregularse es la pelea, no cabe duda de que la pelea proporciona tambien estimulación y tranquilización por si misma, al tiempo que permite expresar la rabia de una forma dirigida al objetivo de liquidar al adversario. Pelear o luchar es una forma de dirimir un escenario interno de confrontación y de dirigir la conducta hacia el fin de la supervivencia que es la forma como nuestro cerebro profundo entiende las diferencias de opinión.
Existe una forma fácil y barata de calmarse sin tener que recurrir a drogas legales o ilegales o a la pelea: se trata de la respiración profunda, de la respiración abdominal. Una técnica yóguica que poco a poco va penetrando en nuestro pensamiento occidental y acumulando evidencias sobre su potencial efecto calmante y modificador de la coniciencia. Naturalmente la respiración profunda, abdominal depende de ese nervio llamado vago y es por esta razón que el vago es el elemento -el puente- que vincula las emociones con el cuerpo, al menos ese cuerpo que se situa por encima del ombligo.
Para demostrarles a ustedes lo que quiero decirles le voy a proponer ahora un juego:
Los que hayan llegado hasta aqui ya se habrán formado un concepto sobre mi: algunos de ustedes estarán en este momento interesados y querrán seguir adelante, algunos se habrán aburrido con anterioridad y habrán abandonado la lectura. En cualquier caso ustedes en este momento ya tienen formada sobre mi una opinión límbica. Miren hacia dentro y respiren abdominalmente. ¿Qué sienten en estos momentos simpatía o antipatía por el autor de este post?
Bien, no es necesario que me contesten porque lo que les quiero aportar en este momento es que ese sentimiento -el que sea- procede de su cerebro profundo, de sus sitema limbico y nada tiene que ver a estas alturas del post con su corteza cerebral. Aquellos de ustedes que han llegado hasta aqui lo han hecho por emociones y no por ideas. ¿Me sienten simpático, interesante, o antipatico y pretencioso?
Sea lo que sea lo que ustedes sientan es algo que procede de su cerebro emocional, nadie me seguiria hasta aqui por ideas.
Lo que viene a decir que de alguna manera todos somos bastante invalidos para procesar información puramente cognitiva, despojada de emociones. Eso les pasa sobre todo a los sujetos traumatizados, que no pueden conectar via cognitiva con los demás, es por eso que nunca aprenden y que sean o parezcan insensibles a la argumentación lógica o racional, simplemente viven aterrorizados.
La corteza cerebral se forma a través del contacto ritmico, es decir a través del amor una especie de mezcla entre sincronias y predictibilidad: aquellos que no han podido completar esta maduración del sistema nervioso que algunos llaman neurogénesis, yo les invito a bailar: a bailar con lobos o a traducir sus experiencias internas de un modo simbólico: a través de la literatura o el teatro.
De nuevo mis alabanzas y respetos (esta vez lo dejo en respeto cognitivo y empático) por esta anotación con, de nuevo, matices y apreciaciones.
1) Usted hace referencia en el post anterior a las citas y demás. Por favor, cíteme usted a Nietzsche en sus artículos, la música, el baile, la máscara, el juego, Dionisos… y, si quiere, luego lo asocia a una peli del Kevin Costelo. ¿Es tabú Nietzsche o es tabú la incompresión y mala interpretación de Nietzsche? No se lo tome a mal, igual es que su influjo ha sido tal que ya se confunde el huevo y la gallina en el tiempo.
2)¿Autoregularse emocionalmente? Si usted es capaz, cognitivamente hablando, de definirme con un mínimo de rigor a qué está haciendo referencia con esa «autoregulación» (le invito a hacerlo en otro post) posiblemente podamos «hablar» (lenguaje) sobre el tema. Sino no me vale siquiera para acercarme a lo que quiere decir.
3) No dudo (de nuevo la duda) que haya «bastante» de lo que dice. Pero no dudo tampoco que no es como lo «pinta» usted. Es asquerosamente más complejo y muy difícil de acercarse siquiera a ello con el lenguaje-conciencia. Igual (duda) resulta que ese sujeto que desde un prisma externo parece que no es capaz de autoregularse, precisamente se está «autorregulando de forma dinámica» y haciendo mucho uso de «su» inconsciente, mucho más «poderoso» que el nivel cognoscitivo o consciente. Igual no siempre resulta positiva una «dinámica de grupo» con uso de un «tempo» consciente, inconsciente o la combinación de ambos. Y, no se puede reducir (lenguaje) a las «emociones», como si el inconsciente sólo fuera eso, la carga emocional. No, no, y no. Muchísimas asociaciones, dinámica interior del cerebro que escapa a la capa «consciente» pero que con «su» lenguaje (de usted) probablemente asimilaría a lo consciente (el cerebro es uno en su desarrollo y asociaciones, no uno emocional y otro distinto) se desarrollan en el inconsciente, en estado de vigilia y sueño (¿le sorprende? espero que no).
4)»La corteza cerebral se forma a través del contacto ritmico, es decir a través del amor una especie de mezcla entre sincronias y predictibilidad». El cerebro en sí es tempo y música (caos) y se ve desde los tiempos de los tiempos rendido a la música (déjame que siga Nietzsche que no me voy a poner nervioso). Pero esa música, teatro, literatura o lo que quiera añadir pueden tener un efecto contrario al que se pretende, luego tienen una doble cara peligrosa. La positiva y necesaria, es la vital, impulsa la vida, le da ritmo, avance, agua, río, Mar. La negativa es la del arte como evasión de la realidad, los «pies» en la Tierra como ya he señalado. Ambas en todo caso se dan en el ser humano y forman parte de él. Pero sólo una de ellas sería beneficiosa en tratamientos aunque posiblemente ambas «sirvan» para su avance por su carga «rítmica»
Muchas gracias de nuevo por estimular nuestros oídos.
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Mi opinión «límbica» como ya la conoce sobradamente no la pondré en público.
Pero me parece magistral ese golpecito de atención, bueno, varios. Primero el toc-toc de atención que pasa casi desapercibido a esa técnica de la respiración abdominal (algún día escribiré un post entero sólo sobre eso!), y también al hecho de que -como se sabe ahora ya- los juicios y reacciones a estímulos son básicamente límbicos y amigdalianos.
Felicitarle sigue siendo poco, Rey Carmesí.
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Continúo tras una relectura:
5) «un sujeto traumatizados es aquel que no sabe que sabe. Y para ilustrar esta afirmación les invito a leer este post sobre en qué consite el verbo saber.» En el post hace referencia a un saber que roza la genialidad o algo por el estilo y relacionado con el ornato, el Poder o algo por el estilo. Qué duda cabe que eso existe pero vamos a puntualizar, matizar o darle más vueltas de tuerca al verbo o dinamo. Lo del saber que roza la genialidad no se a qué se refiere porque no tengo ni idea de qué es eso del genio, salvo el de la botella 🙂 Lo que si comparto es que hay una tipología o psicología del que se «cree» poseedor de algún tipo de verdad en minúsculas o el sabio del que se mofaba el amigo Nietzsche, una vaca que se limita a acumular datos o leer libros, sin ningún fin o motivo. Un enfermo «cognitivo» lo podríamos llamar en su lenguaje que se refugia en el libro y la «aparente» superioridad que le da ese saber sin rumbo o sin norte alguno más que la acumulación rumiante. Es el tipo de persona que no dudará en decirte que ha leído cientos de libros sobre un tema como argumento infalible e incuestionable. Dicho de modo más sencillo, hay muchas formas de despegar los pies de la Tierra y una de ellas es crearse una «automentira de ámbito social» que se retroalimenta por sí sola con su aceptación y soporte social sobre la que apoyar el armazón consciente de su desarrollo vital. Y se puede vivir así, ya lo creo, e incluso morir así con la mentira de que ha vivido o rozado siquiera una lágrima de felicidad con esa «amnesia consciente». Dicho de otro modo (otra vuelta de peonza) hay muchos «enfermos cognitivos» en la sociedad que no pasan por la consulta ni pasarán nunca por una consulta. Pero es que sigo sin entender su frase a pesar de mis vueltas de tuerca porque como ve hay gente que cree que sabe y en el fondo está enferma. ¿No se referirá al pobre Sócrates y eso de que sólo se que no se nada? Supongo que se refiere a que no es «consciente» o que su inconsciente ha tomado mayor protagonismo activándose de forma clara los instintos más primitivos (evolutivos) que existen en cualquier ser humano, uno de los cuáles, qué duda cabe, es el estado de alerta ante un posible o previsible peligro, conforme la percepción subjetiva del individuo. Pero esos instintos pueden ponerse a flor de piel de modo natural en otras circunstancias (ya «sabe», la complejidad) como forma de reacción hacia un «ataque» o «injusticia» y no tienen por qué manifestarse en forma de violencia física sino con el mayor despliege, dinamismo, flexibilidad y astucia de la que sólo dispone el complejo entramado del inconsciente. Igual la genialidad tiene algo que ver con esto, porque no he conocido ningún «genio» que no haya hecho uso (consciente o inconscientemente 🙂 ) del inconsciente.
6) Lo del alcohol y la violencia también me parece, con todos mis respetos, algo reduccionista. Es tan perjudicial a nivel psicológico y social ahogar las penas en una botella como en algo «mejor visto» como ahogar las penas con libros o evadiendo la realidad con el arte (qué barbaridad estoy diciendo pensará usted) o con el sexo o con cualquier tipo de adicción como una videoconsola (algún japonés ya ha fallecido por esta causa), Internet…puede añadir lo que desee, seguro que encuentra más «medios». Todos son lo mismo estén mejor o peor vistos o valorados socialmente. Pero lo de la violencia incluye, además, otras muchas variables diferentes. Un niño, pongamos 2-3 años, en el seno de la Inocencia, puede recurrir a la violencia física de forma «natural» cuando ve o percibe desde «su» punto de vista temporal con todos los influjos externos, educación y demás (complejidad) que su «libertad» está siendo invadida de forma «injusta» por otro niño. Por ejemplo, puede estar jugando con «su» juguete (los niños desarrollan muy pronto, salvo que se ponga mucho cuidado o tengan hermanos…, un sentido de posesión muy fuerte con sus juguetes por ejemplo) y si llega otro niño desconocido pues igual le pega una torta o le tira del pelo. Le estoy hablando de un niño de 2-3 años, no está traumatizado ni nada por el estilo, es un comportamiento «natural» por ver invadida «su» individualidad o subjetivismo que obviamente depende o es modulada por una adecuada educación y entorno.
«la pelea proporciona tambien estimulación y tranquilización por si misma, al tiempo que permite expresar la rabia de una forma dirigida al objetivo de liquidar al adversario. Pelear o luchar es una forma de dirimir un escenario interno de confrontación y de dirigir la conducta hacia el fin de la supervivencia que es la forma como nuestro cerebro profundo entiende las diferencias de opinión» No termino de entender estas palabras, lo cierto es que no soy muy conocedor de la «psicología de la violencia física» porque no la he usado nunca. Lo que si me parece obvio es que el «yo», el individuo se va desarrollando temporalmente y conformando su armazón «consciente» con un conjunto de «creencias» (no necesariamente pensamientos críticos, sino mentiras, la conciencia lo aguanta casi todo, ese es el problema) y esas percepciones o creencias que van conformando al «yo» no tienen porque tener un correlativo social, o, mejor dicho, puede incluso retroalimentarse en el grupo y ver al «otro» como amenaza no dudando en emplear cualquier medio para el fin no ya de la «supervivencia» sino de su propia retroalimentación y autoengaño. Le podría poner tantos ejemplos de este comportamiento en el ámbito social e institucional, pero prefiero guardar silencio: son como niños, no saben que saben ( ¿a esto se refería?)
Vaya rollo de lenguaje, se me está cansando la lengua con tanto lenguaje y siempre que me pasa esto tengo la «intuición» de que he hablado demasiado y demasiado mal 🙂
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PS: lo olvidaba: me ha encantado la cita inicial 😀
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Bueno NIño, yo no cito a Nietzsche porque no soy un experto en ese tema ni forma parte de mis referencias bibliograficas mas que de una forma muy de «cultura general».
Preguntas qué a qué me refiero cuando hablo de autoregulación emocional y me pides «rigor». De manera que en rigor solo puedo decirte lo que ya he dicho en el post, que autoregularse es: la capacidad de estimularse, tranquilizarse o motivarse por uno mismo.
Hablas de que el cerebro funciona de forma unitaria y en eso sólo puedo darte la razón: efectivamente aunque hablamos de tres cerebros (para comprender mejor sus partes) en realidad el cerebro es uno y claro que existe un procesamiento subcortical, limbico o emocional (inconsciente si se quiere). De eso no cabe ninguna duda.
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1) A «mi» me es indiferente que no cite a nadie, se lo aseguro, era una pequeña trampa :). Yo estoy a favor del acceso libre y universal al conocimiento humano y este blog es una muestra de ello que le agradezco. Y es que es posiblemente absurdo (este sería otro tema complejo) saber dónde comienzan o parten en su flujo temporal, consciente-inconsciente, individual-social, las ideas, transmisión cultural, o el conocimiento propiamente dicho, porque probablemente, dado que todos tenemos la misma estructura básica o cerebral, de la misma especie, y partimos de una herencia cultural y genética (a mi juicio relacionadas), posiblemente habría que hablar de «elaboración» o continua «transformación» de ideas, más que de apropiación, autorías y demás, pero somos muy dados desde «niños» a desarrollar un sentido de posesión y apropiación de lo «nuestro» . Pero claro, «entender» esto, para lo que yo he utilizado y utilizo siempre que puedo mi «intuición» y observación, es tan complejo como entender el funcionamiento del cerebro que tampoco puede «aislarse» o parcelarse para su estudio y funcionamiento consciente e inconsciente en sus partes biológicas. O, dicho de otro modo, una cosa serían las lesiones fisiológicas y el estudio de cómo eso puede afectar al individuo y otra muy distinta el funcionamiento «natural» del conjunto en cualquier individuo donde esa «presunta» desactivación de una parte puede tener una explicación mucho más compleja que la puramente «fisiológica».
2) «Yo» creo que le entiendo cuando habla de «autorregulación» (yo quitaría el adjetivo emocional o quizá me centraría más en las «retroalimentaciones» en distintos planos de complejidad, es decir poniendo enfasis en la complejidad, pues la «voluntad» del individuo es en buena medida inconsciente como esa capacidad de calmarse o motivarse). Pero es otra pequeña trampa o travesura 🙂 sobre la dificultad del estudio y transmisión cultural de estos temas, o la aproximación «científica» o rigurosa a través del lenguaje-conciencia.
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Una pequeña duda o pregunta:
Hoy me he enterado de que el hijo de Einstein era esquizofrénico. Creo que hay ejemplos como el del matemático de la teoría de juegos que tiene una peli que también tuvo esa enfermedad.
Mi doble pregunta-intuición que tengo hace tiempo es la siguiente: Si existe alguna evidencia o relación entre la esquizofrenia e «inteligencia» (en un sentido que probablemente todavía ni se baraja en la ciencia o neurociencia actual, relacionado con la «sensibilidad» de la que ya hemos hablado) .
La otra intuición más profunda para la que necesitaría saber a qué edad tuvo su hijo Einstein, es más retorcida y de orden genético. Probablemente una intuición absurda pero a la que no dejo de dar vueltas evolutivas de peonza.
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Con respecto a lo que cuentas sobre Einstein, primera noticia, no sabia siquiera que habia tenido hijos, pero no me extrañaria nada: la historia está llena de ejemplos de coexistencia entre enfermedad mental y genialidad, lo que si sé es que en la escuela a Einstein le diagnosticaron un autismo o algo asi debido a su aislamiento social al parecer.
En relacion a tu segunda pregunta, no hay evidencias pero si alguna que otra elucubración relacionada con la psicologia evolutiva. Algunos especulan con la idea de que la esquizofrenia podria ser una desviacion extrema de un fenotipo que seria seleccionado positivamente por la evolucion para que se encargara de distribuir genes por ahi de modo que hubiera siempre sujetos dispuestos a escindirse de sus grupos de origen. Estos sujetos en culturas primitivas podrian ser identificados con la palabra «carisma». Hay quien dice que es precisamente el carisma el fenotipo adaptado de la esquizofrenia (o de la esquizotipia en general).
Naturlamente el carismático se convierte en un inadaptado si tiene la mala suerte de vivir en un mundo donde el carisma ya no es necesario. Esta es la teoria.
Tengo escrito un post donde hablo de enfermedad mental y espectro afectivo, está aqui:
https://pacotraver.wordpress.com/2008/05/15/creatividad-y-espectro-depresivo/
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Permíteme que comente aquí lo referido a la excelente anotación (de nuevo mis alabanzas y agradecimientos sinceros por tu blog y por tu labor, excelente) y lo que me señalas en el comentario.
¿A qué se refería Nietzsche con el eremita? Ya se que no conoce bien la obra de Nietzsche por lo que me ha comentado y le animo a que se adentre (con muchas cautelas) en sus abismos (¿era Nietzsche un enfermo mental? yo se que terminó sus días muy mal, pero también se que era sin género de duda un auténtico genio, probablemente llevó su pensamiento a unos límites para los que la mente humana no está capacitada, ese es probablemente uno de los problemas, y eso es lo que ocurre en muchos genios). La cuestión es donde está el quid de la cuestión o si la cuestión es bidireccional u otra retroalimentación que hace que el individuo gire demasiado sobre sí mismo por el entorno que le ha tocado vivir y que no cubre su curiosidad o necesidades vitales.
Quiero decir que hay personas que por su capacidad, sensibilidad (¿inteligencia? ¿superación?) o forma de ver el mundo, su (entre comillas) «superioridad» por narices, tienen que sentirse aisladas de la sociedad o época en la que les ha tocado vivir, sin que ello obviamente suponga enfermedad mental, pero obviamente sí un problema afectivo-social importante que superar y que puede derivar en la misma. Ya me ha comentado que a Einstein le diagnosticaron un autismo o que tenía aislamiento social. El ensimismamiento del eremita, ese girar sobre si mismo, puede tener efectos perjudiciales para el ser humano o aislarlo socialmente repercutiendo a la larga en su desarrollo temporal, que obviamente pasa necesariamente por cierta adaptación a la sociedad y época en la que le toca vivir, que, como podrá adivinar en casos como el de Einstein o Nietzsche se anticipan muy mucho a lo que posiblemente ellos habrían deseado o se «merecían» por su capacidad. Einstein sin duda lo superó por lo poco que se en su madurez con su éxito profesional y con su reconocimiento social. Nietzsche mucho me temo que en su época fue bastante poco reconocido o no como se hubiera merecido. Esto último pasa generalmente con muchos genios.
Muchos de los rasgos que señalas en esa anotación se dan o suelen darse en el «genio», cierta ruptura con lo establecido, son como bombas o explosiones en el orden establecido, cierta transgresión, cierta fuerza centrípeta (¿o centrífuga?). Yo creo como decía no se quien, que la energía ni se crea ni se destruye, incluida la energía mental o psíquica acumulada en el desarrollo temporal, se transforma. Estos genios tienen una fuerza o energía interior auto o retroalimentada que en un momento dado sale o rezuma en forma de una creatividad explosiva. En ese desarrollo tiene un especial o incalculable valor temporal el inconsciente, fuente de maduración, condensación y generación de ideas creativas. No en vano el propio Nietzsche nos hace un guiño señalándonos como le «sobrevenían» pensamientos o ideas excelentes (es decir procedentes de la «inspiración» o inconsciente) o como escribía obras sublimes en muy poco tiempo, como si hubieran estado gestándose en su mente (inconsciente) durante un tiempo y de pronto rezumaran y quisieran salir y encontrar una expresión o condensación externa o manifiesta. Porque, a fin de cuentas ¿qué es eso que llamamos arte? ¿qué necesidad lleva al hombre desde el Neandertal o antes a manifestar o externalizar ideas, sentimientos, pensamientos…internos?.
La Peonza gira sobre sí misma, y gira sobre el entorno (¿siempre?) y al girar se tambalea, pendula entre el bien y el mal, entre el genio y la locura, entre consciente e inconsciente, entre realidad y sueño, entre abismo y proximidad. Es un giro muy sensible, muy delicado. Puede terminar tropezando, puede caer, puede quedarse quieta y girar sólo sobre sí misma condensando y acumulando peligrosamente energía sin disipación. Puede poder o puede querer. Puede deber o puede querer. Puede someterse a la regla o puede romper la regla. Puede decir debo o puede decir quiero. Puede ser sí misma o puede ser otra. Puede ser genio o puede ser locura. Puede.
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Para el Niño:
Hola, me he leído tus comentarios y pienso que debes tener eso que llaman un CI altísimo, casi nadie es capaz de pendulear y mucho menos ser consciente de su propio pendulear entre el bien y el mal, entre el gnio y la locura, etc.
Créeme que comprendo tus puntos de vista y más teniendo en cuenta lo extraordinariamente bien que los expresas, pero también sé que esa peonza baila siempre entre -normalmente- dos opuestos duales. Hay que salirse de ahí si me lo permites, de ese baile sumamente mental y sumamente analítico y racionalísimo.
Una técnica para ello es la meditación o el «ver» esa diatriba racional desde arriba, desde lejos. Verás que si pruebas esa via, u otras técnicas parecidas de aquietamiento mental, te aclaras algo más (lo digo de buen rollo, pues casi nadie nos aclaramos, sólo que tú lo expresas con una cadlidad literaria pocas veces vista).
Te animo a que hagas taichi, yoga, o cualquier otra técnica orienta, créeme que los orientales saben más del genio incluso que Nietzsche. El mismo Einstein alabó el budismo, ya lo sabrás.
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Nietzsche se volvió loco por una sifilis cuaternaria, es decir una forma de locura muy orgánica, de manera que no me parece un buen paradigma para escarbar entre las fronteras de la locura y la genialidad.
Por otra parte estaba yo pensando en lo bien que nos vendria a los internautas el contar con un blog que explicara bien a Nietzsche, eso es lo que yo trato de hacer en éste: divulgar ideas complejas en forma periodistica. Yo creo Niño que deberias abrir un blog sobre Nietsche, yo seria uno de sus visitantes asiduos.
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Sería una excelente idea. Dr Traver, sabrá Ud si sigue este «Niño» comentando por aquí?
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Creo que no con ese nick
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Hmm.. Hubiera sido interesante ver ese blog sobre Nietzsche. Además, no sé si Ud lo habrá notado, pero escribe muy parecido a mí. Esa obsesión por detallar cada minúscula parte de lo que se piensa en una palabra, ese afán por pretender dar una «imagen» panorámica de una idea, y ese transcurrir frenético entre cada una. Me veo en el espejo. Qué será de ese tío.
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Hola:
Excelente blog sobre neuro-psicologia, es un placer leer sobre ciencia de forma amena.
Saludos.
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Paco tienes razón en lo de Nietzsche, lo de su enfermedad degenerativa, aunque no dudo en modo alguno que su «modo» de vida (quizá ambas cosas están relacionadas o son lo mismo) influyó. No me termina de llamar la atención la idea de abrir un blog sobre Nietzsche, aunque igual me animo con un blog enteramente propio, pero lo dudo. Se nota mi aprecio por él porque lo considero uno o el más grande de los pensadores de la Historia de la Humanidad. Como ya he apuntado él también se fijó bastante en la filosofía oriental pero no le gustaba precisamente el budismo. A mí no me gusta ninguna religión. Pero espero que no te siente mal que me apoye en él en algunos comentarios, no pretendo alardear o nada por el estilo, sino enriquecer o hacer aportaciones sobre los interesantes temas que nos traes.
Arg., gracias por tu comentario, no creo sinceramente que el CI sirva para medir la «inteligencia» de una persona e ignoro cuál es la mía. Lo que yo de modo simbólico o condensado trato de expresar con el baile de la peonza está presente en cualquier ser humano de forma más o menos pronunciada, dándose de forma más punzante en los casos mentales (autismo, esquizofrenia…). El Ying y el Yang, del que supongo sabes algo es pura y simplemente eso. No es algo de lo que puedas deshacerte ni tú ni yo, ni ningún ser humano, precisamente por la conciencia (presente en cualquier ser humano) y racionalismo y sea cual sea la técnica que utilices. La mejor que yo conozco es la música y el baile presente en todas las culturas desde tiempos ancestrales, orientales, occidentales…
Quiero decir, de buen rollo 🙂 , que «yo» no necesito «aclararme», sólo era un comentario o incisión sobre mi punto de vista o análisis de ese tema tan interesante de la creatividad, genio, locura y, precisamente, el peso del inconsciente (no del consciente o racionalismo y dualismo) en su florecimiento y expresión. Si soy capaz de hablar de modo consciente (¿hay otra forma?) sobre el tema igual es porque he sabido «volar» o bailar sobre el mismo sin tropezar.
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Bueno, Niño, pues si te aclaras tanto mejor, aunque yo diría que un puntal básico para los «aclaramientos» humanos es precisamente el cómo encajamos el dualismo. Por ejemplo, tú dices que es algo de lo que uno «no puede deshacerse», mientras que yo (por algo están las tertulias, para aportar todo tipo de posicionamientos) no creo que del Yin y el Yang (sí sé lo que son, sí) haya uno que deshacerse pues uno suele deshacerse de lo que le resulta molesto. Y los opuestos como genio-locura, Yins y Yangs, etcétera, más que deshacerse de ellos yo opino que hay que integrarlos. A mayor integración mayor eso que yo llamo «aclararse» 🙂
Saludos.
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En efecto Arg, el lenguaje (conciencia) nos juega malas pasadas a todos y tienes toda la razón del mundo, si revisas los comentarios que he ido dejando en este fantástico blog (yo lo he encontrado por pura casualidad y me ha encantado) comprobarás que yo hago referencia en muchos de ellos a ese enfoque integrador o global. Luego creo que estamos deacuerdo en el fondo y en la forma y por ello te lanzo un abrazo integrador 🙂
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Pingback: Avatares « La nodriza de las hadas y el rey carmesí
mmmm…. después de haber leído todo el post….. aún no encuentro la parte de neuro en el.
Saludos
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Interesante propuesta la de «Bailar con Lobos», muestra inequívoca de que las terapias no pueden limitarse ni por la cognición, ni por el lenguaje verbal.
Me voy, tengo mi clase de Lambada!!
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