Dawkins y Dios


Una de las polémicas mas intrascendentes y banales de la ciencia contemporánea pero que da para programas de televisión tipo Punset y múltiples versiones de best sellers es la polémica entre los creacionistas y los evolucionistas. A mi me hace mucha gracia está continua diatriba que seguramente tiene mucha presencia mediática en los países anglosajones pero que es nula en nuestro país España o en nuestro entorno mediterráneo. Aquí no polemizamos sobre este tipo de asuntos porque los investigadores españoles lo tienen claro: ellos no ven la contradicción entre ser creyente y al mismo tiempo evolucionista, un poco como el Teilhard le Chardin que aprendieron mientras fueron alumnos de los jesuitas.

Tampoco la vieron entre ser creyentes y freudianos o entre ser ricos y de izquierdas como tampoco la vieron entre ser católicos y de Izquierda Unida. Los españoles estamos bien dotados para manejarnos en las contradicciones de la filiación, al fin y al cabo este es un país de cupletistas y toreros como saben en todo el mundo. Un país de retales.

Alli -en sus colegios de curas de pago- aprendieron a estar aqui y estar alli como los electrones de la cuántica sin desdecirse ni un ápice en su fe católica y al mismo tiempo en su fe darwiniana, un ejercicio muy español y muy torero si se piensa bien porque en realidad siempre queda el argumento de que Dios carece de planes para el género humano y lo que nos toca a los neurocientificos -sobre todo a los que son del Opus dei– es abrir el melón de las leyes que gobiernan nuestro mundo sensible sin hacer demasiado caso a la polémica que abrigan los ingenuos americanos sobre si el mundo fue creado o evolucionó a partir de formas de vida elementales. Dios existe después de todo pero es inmune a los progresos de la ciencia sean cuales sean. Y así no hay problema.

Aunque si hay problema como más abajo argumentaré.

Richard Dawkins, sin embargo, ha pasado a militar abiertamente contra los creacionistas y combatiéndolos son todas sus armas intelectuales y organizando un movimiento ateo que hasta tiene logo y todo, es éste con la «A» de «Ateo», como si ser ateo fuera una marca que hay que vender o exportar para liquidar todo el mal del mundo que naturalmente procede de la ignorancia y del prejuicio religioso. Hasta programa de televisión tiene en el mismo canal inglés que da todas las semanas el «Gran hermano» británico y que recientemente ha escrito otro de esos libros que se venden como rosquillas titulado «El espejismo de Dios», junto con programas ampliamente (Chanel 4) difundidos titulados «Los enemigos de la razón» que da buena cuenta de tarotistas, homeópatas y astrólogos.

La idea-fuerza de Dawkins es que la religión y la creencia en la existencia de Dios ha sido un retraso para que los hombres de ciencia desvelaran la verdad que se oculta en la naturaleza. Dawkins llega a calificar como un delirio a esa creencia -demostrando que no sabe nada de psicopatología- como en los buenos tiempos del estalinismo y ha pasado a conformarse como un profeta de Darwin en su hipótesis de que es el gen la unidad de la evolución cosa que Darwin nunca dijo.

Y lo cierto es que existen pocas diferencias conceptuales entre los investigadores católicos y los investigadores ateos: todos creen en un último fundamento. Lo sorprendente es que Dawkins no sepa que la religión hoy es más bien un discurso reactivo a los excesos de la ciencia que algo con discurso propio y que si bien es cierto que la religión supuso un freno al saber también es cierto que la ciencia es un obstáculo para que una mente se entienda a si misma. A Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar.

Algo que ya nos explicó en aquel libro tan divertido titulado «El gen egoísta» donde venia a decir que los genes planean su supervivencia a expensas de otros genes: para empezar se enfrentan a sus alelos débiles (recesivos) y los dominan cuartelariamente y después se encargan de pasar por todos los medios a la siguiente generación siempre pensando en su supervivencia. La idea de Dawkins aunque divertida y mitológica, es absolutamente insostenible por una razón de sentido común: los genes son instrucciones para sintetizar proteínas pero no son mentes que puedan planear nada por si mismos, sólo adquieren sentido cuando son entendidos como un todo en un ser individual que se relaciona con su medio ambiente a través de su mente. El camino desde el gen hasta la mente individual resulta demasiado largo para ser recorrido por una idea aunque se trate de una idea ingeniosa. Aunque lo cierto es que esta idea de que los genes son los ladrillos de la naturaleza no es mala en si misma si bien mantuvo y mantiene una pugna constante con aquellos que piensan que la evolución no presiona sobre los genes individuales sino sobre los grupos, tal y como sostienen los sociobiólogos como Wilson o Hamilton pues parece que esta selección grupal explica mejor las estrategias altruistas que se oponen a la idea del egoísmo genético de Dawkins.

Pero el problema de fondo no es esta cuestión acerca de si la presión selectiva se establece sobre el gen individual o sobre los grupos sino en el concepto de ciencia que parece sostener Dawkins a juzgar por su beligerancia contra cualquier tipo de creencia que se oponga a lo que él cree que sigue siendo también una creencia fundamentalista en tanto que Dios es el Dios de los creyentes y el gen es el ídolo de Dawkins.

El dilema que se plantea hoy es cómo la experiencia personal puede ser articulada con los principios científicos para desarbolar de una vez por todas el dualismo en que navegan tanto las creencias objetivistas o fundamentalistas con las hipótesis y creencias biologicas de carácter reduccionista que pretenden explicar la mente como fatalmente enredada en los planes de los genes, de las moléculas o de las redes.

La idea de que los genes «solo piensan en si mismos» es una idea homuncular que nos retrotrae al siglo XIX y devuelve el fundamento al gen después de haberselo arrebatado a Dios. A fin de cuentas lo que sostiene Dawkins es que existe un fundamentoi, un cimiento que lo explica todo, y que ese fundamento es el gen.

Y esto lo dice un ateo, lo que señala en la dirección de por dónde van los tiros en la investigación nuerocientífica, se anda en busca de un fundamento atacando fundamentos anteriores sin caer en la cuenta de que como dicen los budistas no existe tal fundamento, todo es vacío. Naturalmente esa idea de vacío de los budistas significa que no puede entenderse lo biológico independientemente de sus relaciones. Ni genes, ni átomos, ni moléculas, ni Yo, ni conciencia, nada puede entenderse aisladamente. Lo que tiene consecuencias durísimas para nuestro pensamiento acostumbrado a buscar ese ultimo fundamento o a negarlo en plan nihilista: no existe fundamento pues todo es vacío y que mas allá de la causalidad que opera entre cada uno de esos elementos no hay causa última que sea causa de si misma.

No hay una verdad última que explique nuestro mundo y aun no hemos logrado desprendernos de los extremos del absoluttismo (objetivismo, reduccionismo) o del nihilismo: ambos nos apartan del mundo vivido, del mundo experiencial, del cuerpo vivido y del sentido común.

En el próximo post trataré de hacer comprensible al lector las enseñanzas del Madhiamika, el camino de enmedio que nos legó Nagarjuna. Sus planteamientos muy probablemente sean definitivos para desentrañar las dificultades que tiene el aprender a pensar y a operar sin fundamentos.

Las ciencias cognitivas del futuro tendrán que seguir este camino, el camino de un mundo sin fundamentos.

9 comentarios en “Dawkins y Dios

  1. Sí, pensé algo muy parecido cuando ví uno de esos vídeos: habla en el mismo tono que los fundamentalistas, y quizá uno sólo habla tan alterado y arrebatado cuando teme algo.
    Nagarjuna… A qué altos vuelos nos lleva, RC… Esperaremos impacientes…

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  2. Desde luego que aquí en la zona del Mediterráneo no nos cuesta discernir entre ciencia y religión. Me parece medieval explicar a los estudiantes el Creacionismo una una teoría científica.
    Parece que la globalización del planeta se dará a muchos niveles, pero al nivel racional nunca.

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  3. Bueno yo espero que el budismo no penetre en occidente gracias a su sentido religioso sino cientifico o todo lo más espiritual. Mala cosa hariamos si sustituyéramos nuestra tradición de rosarios e incienso por la tradicion de molinillos y tunicas azafrán. Yo creo que el budismo es una tecnologia ideal para conocer la mente, pero como religion es como las demás, un conjunto de ritos folclóricos.

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  4. Desde mi punto de vista el budismo es una mezcla de ética y de uso de la atención, asi es como me interesa mantenerlo, encuadrado en ese marco, justo porque temo perder la vision justa.
    El Octuple Sendero es algo sencillo que abre ocho aspectos de mirar y comenzar a caminar en tu vida de una forma prudente y ética o abierta y valiente, depende de quien lo mire, está siempre abierto a ser actualizado. Y está abierto a cualquiera que sea la verdad en cualquier contexto, lo evidente es lo que está aqui y ahora y sea lo que sea, eso es, sin discusion.
    Ser ahora, en este momento, es diferente del saber y comprension intelectual.
    En la comprension intelectual, uno utiliza comandos mentales, visiion memoria rapidez, asociaciones, comparaciones,busca conclusiones, después de un profundo silencio, quizás eureka aparezca y ahi es donde yo creo que se juntan o ocurre lo mismoque en la meditacion, ese mismo estado se produce,es un estado no-dualista, estás completo y eso sigue fluyendo.
    Eso para mi no son ritos, y la ciencia, ni mas ni menos, solo puede esplicarlos, pero el vivirlo, ese encuentro en el que uno desaparece y se encuentra, eso es una experiencia, y para eso no hace falta ser ni culto ni ritualista, solo tener la enorme suerte de ser un ser humano, estar vivo. Nada más.

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